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Ginebra, 8 may (Prensa Latina) Las pruebas epidemiológicas y virológicas actuales sugieren que los virus de la gripeA (H5) no han adquirido la capacidad de transmisión sostenida entre humanos, por lo que la probabilidad de contagio es baja, aseguró la OMS.
No obstante, la directora del departamento de Prevención y Preparación ante Epidemias y Pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove advirtió que se asiste a una epizootia mundial preocupante en la que se ven infecciones en nuevas especies como mamíferos marinos o terrestres, además de las aves silvestres o de corral.
Ante esa situación sugirió una vigilancia más fuerte en los animales a nivel mundial, no solo en Estados Unidos, ya que la prevención es clave en el sector animal, humano y entre ambos, señaló la doctora Van Kerkhove al referirse al riesgo para la salud pública de la gripe aviar A(H5N1) detectada recientemente en ganado lechero.
En tal sentido, la responsable técnica del programa mundial contra la gripe, Aspen Hammond, explicó que, a principios de 2024, hubo una enfermedad inexplicable en el ganado lechero que causó una caída en su producción de leche en Estados Unidos, lo que en realidad fue la detección de gripe aviar H5N1 en la leche de las vacas.
También hay presencia de H5N1 en otros animales cercanos a los rebaños de ganado lechero afectados, pues se reportan infecciones detectadas en gatos y mapaches, aves silvestres y domésticas, aclaró.
Hammond precisó que las infecciones por virus de la gripe aviar en humanos pueden causar enfermedades que van desde una infección leve de las vías respiratorias superiores hasta enfermedades más graves que pueden ser mortales.
“En algunos casos se han notificado síntomas no respiratorios como conjuntivitis, síntomas gastrointestinales, encefalitis y encefalopatía en infecciones humanas previas por virus A (H5N1)”, señaló.
En este contexto, el jefe de la Unidad de Normas y Asesoramiento Científico sobre Nutrición Alimentaria de la OMS, Moez Sanaa recomendó no consumir leche, huevos o carne crudos, especialmente en lugares donde se hayan producido brotes de gripe en granjas, así como beber leche pasteurizada o debidamente hervida.
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