Franklin Almeyda Rancier, fue un político y abogado, educador y defensor de causas. La política la practicó con el criterio de que vale si se asume para servir a la sociedad para impulsar transformaciones que permitan a los pueblos vivir en sociedades respetuosas de la dignidad humana.
La desigualdad y la pobreza en República Dominicano lo estimularon a seguir en política hasta el último día de vida. Creía con nuevas políticas públicas podemos alcanzar un país diferente para el disfrute de su colectividad.
Aspiraba República Dominicana con un sistema educativo incluyente que enseñe a pensar y a producir nuevos conocimientos para beneficio de la colectividad nacional. Deseaba un sistema de salud que garantice servicios de calidad a las personas sin discriminación. Aspiraba a un sistema de seguridad social que sea universal. Por eso fue un hombre político.
Franklin Almeyda Rancier, aspiraba a una sociedad dominicana que aprenda a comprender la importancia de vivir en el orden constitucional y cuidar su medio ambiente. En ocasiones cuando veía o se enteraba de actos de discriminación, refería que la Constitución dominicana de 2010 establece que “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal”. Aspiraba a que el pueblo dominicano logre ese objetivo para vivir como dice la Carta Magna de República Dominicana. Participaba en política porque entendía es posible hacer realidad la aspiración.
Aspiraba a República Dominicana como dice la Constitución: “La República condena todo privilegio y situación que tienda a quebrantar la igualdad de las dominicanas y dominicanos, entre quienes no deben existir otras diferencias que las que resulten de sus talentos o de sus virtudes».
Ha terminado la vida física de Franklin Almeyda Rancier. Un hombre que apreció la amistad en su mayor dimensión. República Dominicana sufre una gran pérdida en un momento que requiere políticos que asuman esa actividad como un medio de servicio para alcanzar transformaciones sostenibles para disfrute de las personas. Franklin Almeyda tuvo la oportunidad de escribir parte de sus ideas.
Queda la oportunidad para hacer nuevas ediciones.
La solidaridad con la apreciada familia de Franklin Ameyda Rancier, sus amigas y amigos.
En paz descanse Franklin Almeyda Rancier.