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Por Manuel Hernández Villeta
Santo Domingo, R. D., 19 de abril, 2024.- Un tema prioritario en la agenda de los nuevos legisladores, debe ser modificar la presente Ley Electoral. Es un legajo de artículos contradictorios, donde se da pie en cada acción a la impugnación y a los enfrentamientos.
Para tener una columna férrea en aspectos de respeto político, se debe organizar el partidismo, en base a una ley objetiva, que no tenga varias caras, poniendo fin a que las partes la puedan improvisar a su conveniencia.
El tema de la selección de los candidatos debe ser tratado a fondo. Se cercena la democracia cuando los partidos se reservan los puestos, o cuando rechazan a candidatos porque no son del agrado de la cúpula.
El camino de la democratización de los partidos políticos no es que para participar en unas elecciones para diputados haya que tener sobre los quince millones de pesos, para gastar en la campaña.
La inversión económica que se necesita para levantar una simple candidatura a diputado, saca del juego electivo a los residentes de las zonas pobres de Santo Domingo. Sin la voz de la calle en el Congreso, es difícil que se legisle con proyectos que sean vitales para el desarrollo de los excluidos.
Las elecciones de los regidores, síndicos, diputados y senadores se debe hacer por convención, supervisada por la Junta Central Electoral, y donde los votantes puedan escoger a los aspirantes de su preferencia..
Los futuros legisladores al hacer enmienda a la Ley Electoral deben poner bien en claro que todo el que aspira debe ir a la convención. Ya está bueno de escoger candidatos en base al nombre o el apellido.
Hay que respetar el ordenamiento constitucional de que toda persona tiene el derecho de militar en el partido de su agrado, la congregación religiosa o el club deportivo , pero no debe ser el dueño del cargo, en caso de renuncia del partido que lo llevó a ocupar la posición.
Cuando un regidor, alcalde, diputado o senador renuncie, en la reforma electoral, tendrá también que renunciar al cargo, que no será de su propiedad personal, sino del partido, el cual someterá una terna para que se busque el sucesor.
Soy partidario de adecentar la vida política nacional, y desde ahora hay que trabajar para ello. Las elecciones siempre tienen imperfecciones, pero para corregirlas es que con tiempo hay que legislar para cada día hacer más aceptable y creíble el sistema. ¡Ay!, se me acabó la tinta.