Eddy Pereyra Ariza
Las instituciones públicas están obligadas y tienen que tener la disposición de proporcionar acceso a los ciudadanos de todas sus informaciones relevantes, y cuando esto sucede, entonces las entidades del Estado cohabitan en el territorio de la transparencia.
El acceso a la información no es solo un derecho humano, es una condición para la participación de la gente.
Daniel Neira nos aclara, que nadie puede confiar en lo que no conoce.”Sin la transparencia no se puede confiar en las instituciones públicas”. El Estado tiene el deber de informar a los ciudadanos y las personas, también tienen el derecho de obtener la información en poder de las instituciones estatales.
Divulgar información no significa que se delegue en la gente el control, sino que se comparta para su empoderamiento y la consecución de fines legítimos. Es importante poner ejemplo de lo que acontece en el país, como prueba de lo alcanzado en materia de transparencia pública.
Un modelo concreto del logro de esa diafanidad lo constituye el trabajo del ingeniero Antonio Almonte en Energía y Minas. En las manos de Almonte, podemos complementar la calidad de la transparencia de su administración, con el respeto de los derechos de los ciudadanos, la forma de actuar rápida con eficiencia y rendir cuanta diariamente de su gestión.
El portal de trasparencia de Energía y MInas, cuyo objetivo es promover información actualizada, ofrece datos y estadísticas; informes financieros; compra y contrataciones; licitaciones, recursos humanos, declaraciones juradas de bienes, entre otras rendiciones de cuentas y publicaciones. Además, mantiene abierta a todo público su oficina de acceso a la información, con repuesta completa, veraz y adecuada, en estricto cumplimiento con la Ley 200-04.
Ofreciendo un dato interesante de claridad, es de señalar, que en el momento en que el Ministro de Energía y Minas trazo el impulso a la energía alternativa y limpia, enumeró e hizo público aquellas acciones que habían garantizado la seguridad jurídica y estaban fomentando positivamente la inversión privada en el sector. Por eso, no fue casual cuando dijo que dejaría el ministerio de Energía y Minas, “el día que no pueda garantizar la transparencia”.
Debido a su impacto positivo, creo y valoro que la gerencia de Antonio Almonte ha sido, sin dejar de reconocer a otras, una formidable gestión de transparencia de la República y la más coherente con la aspiración del presidente Luis Abinader y su esperanzador discurso, que aboga por una cultura de la integridad, de la verdad pública; de la honestidad total.
Reconocemos que todavía existen desafíos importantes en el trayecto hacia una mayor transparencia. La brecha digital sigue siendo un obstáculo para garantizar que todos los ciudadanos puedan acceder a utilizar la información de manera efectiva.
Pero si partimos de la observación de hechos concretos que guardan relación con tiempos pasados, en cuanto a la promoción de la rendición de cuentas, la lucha contra la corrupción y la fortaleza de la democracia, podremos certificar que el mayor logro político del gobierno del presidente Luis Abinader ha sido la transparencia administrativa.
No caben dudas, que el país ha alcanzado un notable avance en la transparencia gubernamental, gracias primariamente a la consistencia del presidente Abinader. Y para mantenerlo, seguir ese innegable proceso de constante evolución, se requiere una superior atención y un mayor compromiso de todos los actores sociales.
En esa posibilidad de acceso de los ciudadanos a toda información relevante de las instituciones del Estado, dentro de esa forma clara conque se manejan los fondos públicos, la transparencia en este gobierno, ha logrado el triunfo más importante en su corta historia de vida institucional.
Aurelio Henriquez