Naciones Unidas, 28 mar (Prensa Latina) El despliegue de la fuerza de seguridad internacional en Haití es fundamental y urgente junto al establecimiento de un consejo presidencial, aseguró hoy William O’Neill, miembro de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
En declaraciones a la prensa, el experto consideró crucial la instalación oficial del consejo presidencial de transición para consolidar el camino hacia la paz en esa nación caribeña azotada por la violencia.
El funcionario recordó las declaraciones recientes del presidente de Kenia, William Ruto, quien aseguró que no desplegará policías para dirigir la operación de seguridad multinacional hasta que tenga un homólogo haitiano.
Kenia, cuyo Gobierno confirmó la voluntad de liderar esa fuerza de paz, ahora espera por un gobierno de transición en Haití para poner en marcha la misión aprobada por el Consejo de Seguridad desde octubre último.
Sin embargo, la falta de financiamiento amenaza el despliegue de dicha agrupación, así como la respuesta humanitaria, un aspecto en el que también enfatizó el enviado de la Oficina de Derechos Humanos.
O´Neill estimó que el país necesita ahora entre cuatro mil y cinco mil efectivos internacionales para ayudar a abordar la violencia catastrófica de las pandillas que apuntan a edificaciones civiles como hospitales, escuelas, bancos y edificios públicos.
“La situación es mucho peor, por lo que se necesita duplicar esa cifra y más para ayudar a la Policía Nacional a recuperar el control de la seguridad y frenar los abusos contra los derechos humanos”, aseveró.
Como puntos críticos de la última oleada de la inseguridad, el experto reconoció los ataques de las pandillas contra instalaciones vitales de la infraestructura civil junto a defensores de derechos humanos, periodistas y personas que consideran amenazas a su control continuo del territorio.
Al mismo tiempo, las bandas extienden el uso de niños no solo como mensajeros, vigías, esclavos sexuales y cocineros, sino que ahora los jóvenes adolescentes están involucrados en actividades y ataques de primera línea en cantidades nunca antes vistas.
Otra preocupación es el cierre del aeropuerto y de las carreteras que mantiene a cerca de 1,4 millones de haitianos al borde de la hambruna y cerca de 50 mil desplazados más que en junio pasado.
Al menos 362 mil personas han dejado sus hogares en la nación caribeña, una cifra que de acuerdo al experto, podría llegar a 400 mil en cualquier momento.
Algunos índices divulgados por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU estiman que 686 civiles murieron, 371 resultaron heridos y 379 fueron secuestrados en Haití entre enero y febrero del año en curso.
En ese mismo período, 695 criminales organizados en bandas perdieron la vida o fueron lesionados mientras que la cifra total de personas con daños por la violencia armada es de dos mil 131.
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