Alfredo Freites
Los resultados del reciente debate entre los candidatos a la senaduría del Distrito Nacional dan la apariencia que el país sería beneficiado si fuera una norma el choque de ideas entre los aspirantes a cargos electivos incluyendo los proyectos presidenciales.
Este esfuerzo recibió comentario elogiosos de todos los sectores que vieron las exposiciones de dirigentes políticos que actuaron con comedimiento ya que debatían para una sociedad conservadora, por ello se percibió que hubo afinidad en el fundamento de los planteamientos.
Los capitaleños se percataron de la oferta de conocimientos y el talante con que defendieron sus ideas tres jóvenes políticos que debatieron frente a un reiterado candidato presidencial venido a menos y un obsesivo pero desafortunado aspirante a la senaduría.
Los veteranos Guillermo Moreno y Vinicio Castillo Seman no lucieron superiores a Omar Fernández, Eric Ortiz y Carlos Rubio, sino todo lo contrario. El público quedó sorprendido por la calidad y fortaleza expositiva de los jóvenes. En las redes se vieron tales juicios.
El escenario favorecía que la juventud tuviera sus representantes y quizá el contenido de las exposiciones futuras puedan ser de mayor confrontación llevando a debate temas polémicos que aporten colorido a estos choques de ideas.
La opinión unánime es que el candidato de la Fuerza del Pueblo, Omar Fernández, fue el más destacado por su manejo son soltura, chispa y gracia dentro de un contexto conservador. El joven legislador mostró las razones por las que supuestamente aventaja a los demás aspirantes a la senaduría del DN.
Este debate podría inicio de un programa de exposiciones entre aspirantes presidenciales que incluya a Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez y que se convierta en factor de atracción de los ciudadanos a las urnas.
El proceso electoral dominicano requiere que los partidos pongan en escena recursos que haga retroceder la abstención electoral que ronda el 60 por ciento y este debate podría ser uno de ellos. Atraer votantes es compromiso de todos los candidatos y partidos. Lo deseable es reforzar la democracia con un gobierno que represente la mayoría de la población. El ambiente para una segunda vuelta está planteado, depende que la oposición atraiga los pocos puntos que bajen a Abinader del 50 por ciento.
Omar ganó la polémica senatorial y abre expectativas sobre quien sería el triunfador de un debate presidencial. Sin duda, esto será un atractivo electoral.
La polémica entre candidatos presidenciales es lo único nuevo en la campaña electoral. El reto está lanzado y pondrá en evidencia si alguien tiene miedo a debatir
ALFREDO FREITES
Diariodominicano.com