diariodominicano.com
PANAMÁ, 3 mar (Xinhua) -- El Gobierno de Haití decretó ayer domingo el estado de urgencia y el toque de queda por un período de 72 horas renovable en el departamento del Oeste, donde se sitúa la capital del país, ante lo que considera un deterioro de la seguridad, particularmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe.
Las medidas mencionadas se publicaron tras una fuga masiva de reclusos la víspera, cuando delincuentes fuertemente armados atacaron dos penales en la capital haitiana, generando enfrentamientos con la policía y otros disturbios, incidentes que habrían provocado la muerte de al menos 12 personas y la fuga de cientos de reclusos, según informaron el domingo diferentes fuentes en el país caribeño.
Según un comunicado del Gobierno, el primer ministro interino de Haití, Patrick Michel Boivert, implantó la medida por un período renovable de 72 horas con el fin de restablecer el orden y tomar las acciones pertinentes para recuperar el control de la situación.
Patrick Michel Boivert actúa como primer ministro en ausencia de Ariel Henry.
Precisó que se decreta, por lo tanto, el toque de queda en todo este territorio entre las 20:00 y las 05:00 hora local el domingo y desde las 18:00 a las 05:00 hora local los días lunes 4, martes 5 y miércoles 6 de marzo.
La medida no aplica a los agentes del orden en servicio, bomberos, conductores de ambulancias, personal sanitario y periodistas debidamente identificados, según la información disponible.
El Gobierno puntualizó que el deterioro a la seguridad se ha caracterizado por actos criminales cada vez más violentos perpetrados por bandas armadas, provocando movimientos masivos de población.
Se refirió en particular a las acciones de estas organizaciones a través de secuestros y asesinatos de ciudadanos pacíficos, violencia contra mujeres y niños, así como saqueos y robos de bienes públicos y privados.
En cuanto a los ataques contra la Penitenciaría Nacional y la prisión de Croix des Bouquets, resaltó que provocaron muertos y heridos entre la policía y el personal carcelario, la fuga de presos peligrosos y la vandalización de estos lugares.
Resaltó que estas acciones son contrarias a las leyes, constituyen actos de desobediencia a las fuerzas del orden y ponen en peligro la seguridad nacional.