Franklin Almeyda Rancier
Observando el montaje del evento electoral de este pasado domingo 18 de febrero, reflexioné sobre su precaria adecuación a la época en que ya estamos viviendo. Las deficiencias afectan la democracia. Siempre debe garantizarse el predominio de la libertad. Está a la vista que su organización y montaje electoral están desfasados.
, De entrada debemos aceptar que vivimos en un momento de cambio de época, estamos iniciando en el mundo la “Revolución digital y de la inteligencia artificial”.
El mundo supera la “Revolución Industrial” iniciada en el Siglo XVII en Inglaterra, pasando varias fases importantes, siendo el motor del desarrollo del capitalismo y del sistema democrático, el cual le ha servido de almohada.
Ahora como afirmara Alicia Bárcena, pasada directora ejecutiva de la CEPAL, organismo económico de la ONU para América Latina y El Caribe, hoy canciller del gobierno mejicano, refiriéndose a este momento afirmó “¡No es época de cambios…es de cambio de época!”
En efecto, una cosa es cuando en una época se producen cambio, y otra situación es cuando lo que cambia es la época. En una ocasión anterior me atreví, y fui atrevido, que me referí a una declaración del “Foro de Davos” señalándole que estaba equivocado cuando a principio de 2023 aseguraban que se entraba en la “Cuarta Revolución Industrial”, expliqué que es en la “Revolución digital y de la inteligencia artificial”.
Si los estudios y procedimientos médicos se asisten con eficiencia de la tecnología digital y la inteligencia artificial, por qué no lo puede hacer un proceso comicial; por qué si el sistema financiero y bancario mundial descansa con sus regulaciones en el sistema digital, no se puede con los controles elegir representantes de la población a los cargos de elección popular; por qué si la industria y el comercio mundiales operan digitalmente, no lo puede hacer un sistema de elección.
Posiblemente una de las respuestas a cualquiera de esas interrogantes sea que el Estado dominicano debe desarrollar, cargado de voluntad y presupuestos, todo un fardo de programas de políticas públicas que transforme la educación e induzca hacia la innovación y participación en la “revolución digital e inteligencia artificial”.
Tenemos una numerosa población joven, a la espera de que se abran las posibilidades.
Se requiere un rediseño curricular desde las universidades hacia abajo, y desde las Estancias hacia arriba. He puesto sobre la mesa un ensayo sobre “Neuroeducación y aprendizaje temprano”, para convertir la educación preescolar en “Estancias Neuropedagógicas para el aprendizaje temprano”.
Los procesos electorales dominicanos serán defectuosos si el Estado y las instituciones de la sociedad no adecuan todo el sistema educativo a esta nueva época que vive la humanidad. Como señaló en su momento el Dr. Leonel Fernández, el dinero solo de nada sirve, si no se logran resultados de calidad.
Un gobierno sin políticas públicas que sirvan de cimientos, Ada hace por más dinero que tome prestado para comprar voluntades, nada logrará. Más bien habrá regresión y arrabalización, eso crea Abinader.
Se iban creando las bases económicas, de progreso y desarrollo, lo ocurrido obliga emparejar la carga y para seguir adelante. Mayo es el más importante momento para democráticamente sacar del Palacio Nacional a los que no saben gobernar. La presencia simbólica de los alcaldes que han ganado servirá para que en el Estado haya diversidad.
Franklin Almeyda Rancier