Alfredo Freites
La resaca de las elecciones municipales es la cuantiosa abstención que señalan los observadores de la OEA quienes advirtieron las negativas consecuencias para la democracia que esta situación se amplie ya que comprobaron la compra de votos, algo que se hacía en las mismas narices de los funcionarios de la Junta Central Electoral no obstante ser algo ilegal.
En estas elecciones se puso en práctica una versión sofisticada de fraude consistente en la compra selectiva de votantes para provocar la abstención que superó los niveles del 2024 con el país afectado por el Covid.
En el país cunde una gran desilusión. No hubo celebración.
El desencanto de los ciudadanos fomentados por el gobierno tuvo su mayor impacto en Santiago, donde el 70 por ciento de la población no votó, aunque sus principales funcionarios son de allí. El PRM que afirma tener más de 3 millones de militantes tuvo un alto porcentaje de ausentes y ganó con apenas el 20 ciento de los votos totales.
La abstención sigue en aumento y podría ser la reacción de una población que se siente engañada ya que le prometieron un cambio de las forma de hacer política y las acciones del PRM ha resultado peor.
La nación vive un gran desengaño.
La operación de inteligencia y soborno del gobierno para comprar el voto de castigo hizo que las elecciones municipales las ganara la abstención, una forma de expresar la impotencia para cambiar las cosas.
Esta actitud de la población pone en peligro la vigencia misma de la democracia que se asienta en el juego de las ideas y la participación amplia de las diferentes ideas. Los políticos en el gobierno quieren para el país un partido único y el mismo presidente para siempre.
El temor que subyace es que aumente el uso y abuso de los recursos públicos para comprar voluntades en mayo. El PRM busca ganar todas las provincias para tener el control absoluto del congreso para aprobar leyes como la que crea el DNI.
La población está indefensa frente a la pretendida reelección continua.
Ya lanzaron el pretexto de unificar las elecciones y modificar la Constitución y borrar el nunca más para que el continuismo se extienda. Apena que un partido que prometió hacer las cosas de distinta manera repita y amplie los engaños. La compra de votos es el derroche de los recursos públicos en vez de hacer obras.
Estos engaños son los causantes de la abstención y ese camino conduce a la creencia que un gobierno de fuerza, una dictadura restablece el orden.
ALFREDO FREITES
