Fafa Taveras
En emotivo encuentro con Onorio Montás para su “Revista Dominical Dejando Huellas”, que trasmite Quisqueya FM, el destacado luchador antitrujillista Rafael “Fafa” Taveras Rosario disertó sobre la sangrienta historia de los jóvenes involucrados en el Movimiento Clandestino 14 de Junio, resaltó el estoicismo de mujeres como Minerva Mirabal y Tomasina “Sina” Cabral en la cárcel de tortura “La 40” durante los finales de la dictadura de Rafael L. Trujillo Molina.
El entrevistado comenzó situando en tiempo y espacio sus inicios en la gesta opositora contra el dictador Trujillo. Así, puntualizó que al final del año 1959, inició, junto a dos compañeros, un movimiento llamado Acción Credo Cultural (ACC), que consistía en reunir a los seminaristas y a los curas amigos, con el objetivo de divulgar las necesidades y solicitar organización de las filas disidentes del poder; todo esto —comentó— inspirado en la fallida expedición del 14 y 19 de junio de 1959 de ese año por Constanza, Maimón y Estero Hondo.
“Con ese movimiento, yo le dije a mis amigos que no íbamos a poder actuar libremente en la era de Trujillo, y que necesitábamos hacer alguna intervención pública, diciendo que esa generación nuestra quería respaldar al jefe. Yo fui el que hablo en el acto público de lealtad a Trujillo, que reunía estudiantes universitarios y a la gente de la iglesia. Luego de constituido formalmente es que me reúno con Minerva Mirabal (…) y ella es la que me dice que las acciones aisladas no tenían futuro, por lo que teníamos que sumarnos a la tendencia en desarrollo que existía: apoyándonos en el impacto de expedición, ponernos en contacto con todos los antitrujillistas de todas partes”, señaló.
Fafa Taveras
Siguiendo esa línea temporal, Fafa, como le conocen sus amigos, subrayó el papel de Minerva en el liderazgo y nacimiento formal, el 9 de enero de 1960 del Movimiento 14 de Junio, en una reunión desarrolla en Mao con varios opositores de relevancia para aquel entonces. De esta manera, el entrevistado destacó que, aunque Minerva no se seleccionó como presidenta ni secretaria (fue su marido, Manolo Tavares quien quedó a cargo), y aunque la reunión fue fructífera en muchos aspectos, al poco tiempo luego de una reunión en la finca de Monsieur Bogaert en Mao, al otro día comenzaron a caer presos sus miembros por un desliz de un seminarista en San Pedro de Macorís.
Asimismo, resaltó la influencia que tuvo la victoria de Fidel Castro en Cuba contra la dictadura de Fulgencio Batista en el nacimiento de un proyecto opositor dominicano ante la dictadura. El entrevistado alegó que Minerva, al conocer del triunfo de la revolución cubana a través de emisoras del vecino país, reflexionó sobre la necesidad de hacer cuanto antes un movimiento antitrujillista organizado.
Luego de la captura, los jóvenes conspiradores eran retenidos, de acuerdo con el testimonio de Taveras, en la cárcel de torturas trujillista conocida por “La 40”. En este punto, el entrevistado narró algunas de las particularidades de aquel lugar, donde los reos eran desnudados y torturados sin vacilación. De esta manera, se refirió a un bastón eléctrico que los esbirros usaban para trasladar e interrogar a los reclusos; a los varones —dijo— se lo ponían en los testículos y las mujeres en el sexo y en los senos, como fue el caso de Tomasina “Sina” Cabral que la torturaron hasta la saciedad hasta tal punto que provocaron la repulsa de los mismos torturadores.
Durante un buen segmento de la entrevista Taveras Rosario se dedicó a realizar una breve valoración de las hermanas Mirabal, especialmente de Minerva, a quien consideraba una heroína con aptitudes de liderazgo únicas.
“Esa mujer tenía una dedicación pasional por la lucha contra Trujillo. Se dice que el jefe la había visto en Santiago y que estaba impresionado por la belleza de Minerva. Tenía mucha cultura, conocía la historia de las luchas en América Latina… una mujer con mucha integridad. Yo un día la visité, y ella estaba con una bata de botones cerrada hasta las rodillas, de manera que le veía las piernas, y ella cuando me vio mirándola me dijo que se iría a cambiar; pero en el mismo instante me dijo que no se iba a cambiar, que yo tenía que mirarla sin que eso liberara ninguna sensación en mí, solo por el hecho de ella ser mujer”, relató.
Así, se refirió con mucho respeto y admiración a Minerva Mirabal, a quién le resaltó también su sensibilidad e inteligencia, además de la bravura ante las injusticias del dictador. Una anécdota que destacó el entrevistado fue cuando, en una ocasión en San Cristóbal, Minerva asistió con sus hermanas a una actividad donde estaba Trujillo, y Manuel de Moya Alonso sacó a Minerva a bailar y se la pasó a Trujillo y le dijo “Jeje mire lo que le traigo” y este pretendió agarrarla por la cintura y bailar, y ante su resistencia, el sanguinario dictador le preguntó: “¿Qué, no te gusta mi política?” y ella con resistencia le dijo que “no, no me gusta su política”, a lo que el dictador rispostó: “¿y si te mando a unos oficiales para que te convenzan?”, y ella, respondió aún más alto, dijo: ¿Y si los convenzo a ellos?”. Luego de esto —contó Fafa— se fueron y Trujillo movió cielo y tierra para capturarla, hasta que la apresaron junto a su madre y padre el día siguiente.
El entrevistado se refirió también, desde la admiración, a la joven ingeniera y luchadora antitrujillista Tomasina “Sina” Cabral, también presa en “La 40” junto con Minerva y otras 5 mujeres, y ejemplo de estoicismo ante las más inenarrables torturas. De ella, alegó que logró desesperar y ridiculizar con su integridad y fuerza moral a muchos esbirros y torturadores de Trujillo en aquel sitio, y reconoció su valor, el mismo que le valió el “Premio Nacional Defensor del Pueblo 2020” por soportar tanto en aquella sangrienta etapa de la historia dominicana. “Sina es una estrella viva”, sentenció.
Narró como mataron a Rufino y las hermanas Mirabal, dijo que él tuvo la oportunidad de interrogar a los asesinos luego de la caída de Trujillo por recomendaciones de Manuel Aurelio Tavárez Justo y que tuvo varios días y ellos contarles con todo lujo de detalles “como si hubiese sido un juego de niño”, la trascendencia de la Mirabal, hace unos días en una comuna en Italia le dedicaron todo un mural el en una gran avenida.
Onorio Montás