Por Manuel Mota Castillo
Dicen que la fiesta se conoce por la víspera, y si analizamos los antecedentes del expresidente norteamericano y le sumamos sus más recientes proclamas, es evidente que, si vuelve al poder, líder de los republicanos planea instaurar un régimen cuasi dictatorial.
Como es obvio pensar que esto sería imposible en un país que se autodenomina paladín de la democracia, quiero aportar ciertos detalles que muchos latinoamericanos desconocen. Ese era mi pensar, aun después de una década de vivir en USA.
Lo primero por aclarar es que la elección presidencial norteamericana no es un proceso completamente democrático (voto directo) como en nuestros países. Por eso podemos ver que, en el 2000 George Bush fue “electo” presidente, aunque obtuvo medio millón de votos menos que Al Gore, y lo mismo sucedió en el 2016 cuando Trump “derrotó” a Hillary Clinton, quien obtuvo 2 millones de votos más que él. Todo comenzó en 1787 cuando los delegados de las 13 excolonias inglesas entendieron que era imposible realizar elecciones directas. Luego de múltiples discusiones, arribaron a la idea de los “colegios electorales” mediante los cuales los votantes seleccionan a los llamados “electores” para que se reúnan el 6 de enero y elijan al presidente del país. El numero de electores es casi igual al número de diputados por cada estado. Por ejemplo, Florida tiene 30 (y 28 diputados) y Nueva York 28 electores y 26 diputados.
En la elección del 2020, Joe Biden supero a Trump por 7 millones de votos, pero lo que decidió que ganara “los colegios electorales” fue menos de 20 mil votos repartidos en los estados de Ohio, Pennsylvania, Wisconsin, Arizona y Michigan. O sea, que Trump estuvo cerca de ganar la presidencia a pesar de que su rival obtuvo una amplia ventaja a nivel nacional.
Ya aclarado que en USA la minoría puede gobernar, debo agregar que esta realidad se solidifica con la forma en se eligen los senadores: Dos por cada estado. Suena lógico, pero ¿Qué les parece este dato?: California, con 40 millones de habitantes tiene 2 senadores, pero los estados de Maine, Montana, South Dakota, North Dakota, Delaware, Nuevo Hampshire y Rhode Island cuyas poblaciones sumadas no llegan a 7 millones, acumulan 12 senadores.
A lo hasta ahora mencionado se suman los factores de manipulación maliciosa: entorpecer las posibilidades de votar en las áreas de grupos minoritarios (negros e hispanos), uso de tecnología para difundir información falsa sobre los candidatos, dividir un distrito donde predomina una minoría para disminuir las posibilidades de triunfo del candidato que las representa, etc. A todo esto, se agrega la triste realidad de que los seguidores del expresidente (y ahora candidato) no sintonizan los medios de comunicación que no están abiertamente parcializados con el (Fox, OAN, Infowars, Newsmax, etc.) y que acceden a difundir los inventos que este caballero dice con una cara tan seria que cualquier incauto se lo cree.
En la próxima entrega explicaré cuáles son los indicios de que Donald Trump está enviando y que sugieren una clara intención de instalar un gobierno dictatorial usando los recursos del poder, luego de situar servidores incondicionales en puestos claves.