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Presidente Noboa de Ecuador debe ejecutar plan de trabajo pragmático para generar confianza y resultados, afirman analistas

diariodominicano.com

   QUITO, 28 nov (Xinhua) -- A cinco días de que Daniel Noboa asumió la Presidencia de Ecuador para un corto gobierno de 18 meses, analistas coincidieron hoy martes en señalar que el mandatario debe ejecutar un plan de trabajo pragmático que genere confianza y permita resultados puntuales en el corto plazo, además de lograr consensos para asegurar la estabilidad política.
   Noboa, un empresario de 35 años con escasa trayectoria política, terminará el mandato inconcluso de su antecesor Guillermo Lasso, quien en mayo pasado disolvió la Asamblea Nacional (Congreso unicameral) y dio paso a elecciones anticipadas en medio de una crisis política.
   El analista político Jacobo García afirmó en entrevista con Xinhua que la presidencia de Noboa genera "altas expectativas de cambio" debido a la renovación que representa en la escena política y el relato de que la juventud es fuerza.
   El también consultor opinó, sin embargo, que Noboa comienza su gobierno con un joven gabinete de ministros sin experiencia política ni un proyecto político, lo que le puede pasar factura.
   García consideró que es fundamental el "consenso" que lleve al país hacia un nuevo rumbo y que le permita revalidar la Presidencia en año y medio, en caso de considerar la reelección en 2025.
   Para los ecuatorianos, los principales problemas del país sudamericano son la inseguridad, el desempleo, la pobreza y la corrupción, según sondeos de opinión.
   A lo anterior se suma la debilitada economía ecuatoriana dependiente del petróleo y el impacto del fenómeno climático de El Niño que amenaza con golpear la economía en unos 4.000 millones de dólares en un inicio.
   El mandatario ecuatoriano, un excongresista que se autodefine de centro izquierda y pragmático, prometió empleo y mano dura contra la inseguridad, además de alejarse de la vieja política tradicional y la confrontación.
   Noboa comenzó su gestión con una aprobación superior al 60 por ciento y con un acuerdo en la Asamblea Nacional.
   El acuerdo fue alcanzado entre la oficialista alianza Acción Democrática Nacional (14 curules) y los partidos Revolución Ciudadana que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017) con la mayor bancada (52 curules) y el conservador Partido Social Cristiano (18 curules).
   Dicho entendimiento hizo viable la elección de representantes al interior del Legislativo, lo que para García no es suficiente porque "habrá que ver cómo Noboa va sosteniendo esa mayoría conforme pase el tiempo" para facilitar gobernabilidad y ejecutar su plan de gobierno.
   Por su parte, el experto en gestión política, Juan Rivadeneira, coincidió en que Noboa debe tener un plan de trabajo claro.
   Rivadeneira sostuvo que la gente espera ver cuáles son esas primeras decisiones "audaces" que toma el mandatario ecuatoriano "para solucionar con un joven gabinete viejos problemas".
   Recordó que durante su posesión, Noboa afirmó que el país tiene un sentido de urgencia, al que los jóvenes deben responder con audacia, por lo que las expectativas "son muy altas" frente al nuevo gobierno.
   "Hay señales importantes de que hay un relevo generacional (...) pero a partir de la fuerza de la juventud tendrá que aterrizar en las acciones, solo ahí tendremos claro que esa afirmación es correcta, cómo es la calidad de ese relevo en la práctica", señaló.
   El analista observó que "hay problemas de fondo que tiene el país" y que la realidad se va a imponer, lo que "va a dejar ver al presidente que el tamaño de la montaña es mucho más alto de lo que quizá él creía".
   Citó en ese sentido la poca liquidez en la dolarizada economía ecuatoriana, al considerar fundamental que el gobierno ofrezca "certezas" para lograr el financiamiento externo emergente que necesita el país.
   El propio presidente Noboa admitió el lunes que "la situación es muy dura" y que Ecuador "está en su peor momento", al referir que recibió un país empobrecido, por lo que pidió el apoyo de los ecuatorianos, en particular de los más privilegiados.
   Como primera medida, el mandatario ecuatoriano envió al Congreso con carácter de urgente una iniciativa de reforma tributaria que genere empleo para enfrentar la crisis.
   Ecuador tiene atrasos con instituciones del sector público y privado por 2.872 millones de dólares, así como una caja fiscal con apenas 184 millones de dólares en la Cuenta Única del Tesoro.
   Tiene también un déficit fiscal de 5.000 millones de dólares proyectado para el cierre de 2023 y una deuda de 63.000 millones de dólares, entre externa e interna, según cifras gubernamentales.
   El riesgo país se acerca además a los 2.000 puntos base, lo que implica que Ecuador sea excluido del acceso a mercados normales de deuda y complica la atracción de inversiones.