Londres, 30 nov (PL) Casi dos millones de trabajadores públicos secundaron este miercoles la huelga general contra reformas en el sistema de pensiones, mientras el primer ministro David Cameron condenó duramente la medida organizada por los sindicatos.
De un lado, el Gobierno afirmó que menos de un tercio de los empleados públicos tomó parte en la protesta laboral, en tanto las confederaciones obreras estimaron la participación en cerca de dos millones.
El apoyo fue masivo en varios sectores, con énfasis en el educacional, donde solo abrieron dos mil 700 escuelas de las cerca de 22 mil existentes en el país, reseñaron medios de prensa.
Un gran número de centros hospitalarios y oficinas estatales permanecieron cerrados durante la jornada, mientras se registran retrasos en algunos puertos y aeropuertos.
El paro, considerado el más importante organizado en décadas en Reino Unido, rechaza los planes del gobierno del primer ministro David Cameron para hacer que los trabajadores estatales deban pagar más para sus pensiones, y cobren menos a la hora de jubilarse.
Esa medida forma parte de los planes de austeridad del Ejecutivo conservador-liberaldemócrata para frenar el alto endeudamiento del país y estimular el crecimiento, actualmente estancado.
Al intervenir este jueves en la sesión semanal de preguntas y respuestas en la Cámara de los Comunes, Cameron condenó la huelga general de empleados públicos y dijo que estos secundaron el paro cuando las negociaciones están en curso.
No obstante, el gobernante defendió las reformas y las calificó de muy justas.
El jefe de la oposición, el laborista Ed Miliband, criticó al primer ministro y le acusó de mentir y negarse a escuchar al movimiento obrero.
Los planes de Cameron fracasaron y ahora se niega a cambiar el rumbo. Quiere que las familias paguen el precio, denunció Miliband.
Hasta último momento el ministro de Economía, el conservador George Osborne, instó a los trabajadores a continuar el diálogo, y reiteró que la huelga general no logrará ningún objetivo, más que dañar a la deprimida economía británica.
Los sindicatos rechazaron el llamado y confirmaron que solo desestimarían la medida de fuerza a cambio de una oferta adecuada.
Por la masiva participación en el paro de 24 horas, se estima como el de mayor trascendencia en Reino Unido desde el conflicto industrial conocido como el Invierno del Descontento, en 1979.
2011-11-30 22:08:42