Santo Domingo RD 9 julio (12:13 pm).- La carrera electoral estadounidense tiene un nombre: la campaña del desempleo. La inflación no es unapreocupación. Tampoco la deuda pública, a pesar de comentarios que harían pensar que la población está pendiente de ella.
La seguridad ciudadana no ocupa ahora un lugar muy relevante en las inquietudes de los votantes, como tampoco la ecología, la educación, la deuda externa, el transporte, Afganistán o el cambio climático.
Empleos, empleos y empleos, ése es el asunto que decidirá el ganador de las elecciones del próximo noviembre, razón por la cual los políticos de ambos bandos esperan ansiosos los reportes de desempleo, creación de nuevos puestos de trabajo y solicitudes de pagos de seguros por falta de empleos.
Obviamente, la oposición republicana querría que las cifras fueran lo más desfavorables posible, en tanto que el gobierno aspiraría a que la situación fuese mejorando. Los últimos datos, presentados el viernes pasado, parecen complacer más a la oposición que al gobierno. El Departamento de Trabajo reveló que durante junio sólo fueron creados 80,000 nuevos empleos, casi sin cambio respecto a mayo, cuando fueron 77,000. Esa suma no compensa el incremento en la demanda de empleos, lo que significa que la tasa de desempleo sigue sin bajar, fija en un 8.2%.
El dato pone de manifiesto la falta de efectividad de las medidas de estímulo de tipo monetario que se han tomado, pero, paradójicamente, puede hacer que el banco central acentúe la misma política que ha venido siguiendo hasta ahora. En su próxima reunión de este mes, la FED podría lanzar una tercera ronda de compra de bonos para hacer bajar más todavía las tasas de interés. Los mercados financieros aplaudirían si así lo hiciera, no porque la rebaja fuese efectiva para activar la producción, sino porque les daría un volumen de recursos aún más grande con el que llevar a cabo sus operaciones especulativas.
2012-07-09 16:13:00
