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MADRID, 12 sep (Xinhua) — España registró en agosto pasado una inflación del 2,6 por ciento interanual, es decir, tres décimas por arriba con respecto a julio de este año, debido sobre todo al encarecimiento de combustibles, informó hoy martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los datos definitivos del INE apuntan que el Índice de Precios de Consumo de agosto pasado sumó dos meses consecutivos al alza, lo que interrumpió la tendencia de moderación del último año.
En agosto de este año, los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas se moderaron gracias a que productos como huevo, leche y queso se mantuvieron estables, además de que hubo una baja en fruta y un menor encarecimiento en carne.
El precio de los alimentos disminuyó su avance en tres décimas para situarse en 10,5 por ciento, aun por encima del 10 por ciento como umbral del que no han bajado desde marzo de 2022.
El sector de la vivienda también contribuyó a contener la inflación, al descender los precios un 18 por ciento, ante un menor encarecimiento de la electricidad. Respecto a la inflación subyacente, es decir, que no tiene en cuenta los precios de la energía y los alimentos, se moderó hasta el 6,1 por ciento, una décima menos que en julio de este año, así como tres puntos y medio por encima del IPC general.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, difundió un mensaje en el que se refiere a la importancia de los datos dados a conocer.
«España se consolida como la economía europea con mayor crecimiento y menor inflación, lo cual beneficia a la competitividad de nuestras empresas y también el poder adquisitivo de los salarios», sostuvo.
En línea con el INE, la Comisión Europea revisó el lunes al alza en tres décimas su previsión de crecimiento del PIB español, que situó en 2,2 por ciento en 2023, pero lo rebajó una décima hasta el 1,9 por ciento para 2024.
