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Los movimientos de “negritud” y “negrismo” del Caribe francoparlante frente a los del Caribe hispánico. Ensayo de análisis sobre los parámetros culturales

Breves Ensayos

Por Pedro Ureña Rib


Año 2,

No. 3
Agosto 2023


Santo Domingo, República Dominicana
Agosto 2023. Año 2, Num. 3, Edición digital


Publicación de la Unidad de Estudios de Haití, UEH, del Centro de Estudios P.
Alemán, PUCMM, Santo Domingo, República Dominicana


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Los movimientos de “negritud” y “negrismo” del Caribe francoparlante frente a los del Caribe hispánico. Ensayo de análisis sobre los parámetros culturales*


Pedro Ureña Rib

  • Reproducido con la autorización del autor, apareció primero en Anales del Caribe, de Centro de Estudios del Caribe, Casa de las Américas, 2016: pp. 241-279.

  • ** Pedro Ureña Rib es profesor y ensayista dominicano. Su obra abarca en profundidad los problemas de la interculturalidad regional en temas lingüísticos y literarios, en especial del área del Caribe
    francófono.


  • ABYA YALA1:
  • ES EL ÚNICO DE LOS CINCO CONTINENTES cuya composición
    étnica y social plantea verdaderos problemas de etnoclases y de identidad.

  • Los europeos que lo conquistaron le pusieron como nombre América y se unieron con las princesas de los pueblos conquistados, sobre todo buscando alianzas que les dieran tierras, feudos y “naborías”y siervos.
    Al inicio de la colonización, muchos españoles se “amancebaron” con “indias”4 y de esas uniones, no bendecidas por la Iglesia Católica, surgió una clase o casta, desplazada socialmente y compuesta por “mestizos”.
  • Los sistemas europeos de la época ubicaban a los individuos en órdenes y castas según la extracción social: nobles, caballeros, hidalgos, clérigos, soldados,…; cada uno de estos tenía una función en la nueva sociedad colonial.
  • A este lado del Atlántico, los europeos que habían sido castigados por la justicia, eran enviados a estas tierras y lograron algún estatus por haber sido “extraditados” o “contratados” para conquistar y poblar el “nuevo continente”, América, y por pertenecer simplemente al grupo dominante, el europeo.
    Luego importaron africanos y surgieron dos nuevos grupos: el de los esclavos, no considerados como humanos sino como objetos o muebles; y el de los “mulatos”, que ocuparon una clase intermedia, herederos a veces de las riquezas del colono, pero sin ninguna función social determinada. Los mulatos heredaban tierras y esclavos, despreciaban el lado “salvaje” de sus ancestros africanos,5 pero no podían acceder, por su condición de “bastardos”, a ninguna función pública determinada, siendo así excluidos de la sociedad dominante.6 Para los negros y esclavos, los mulatos eran privilegiados:
    1 Abya Yala es el nombre dado por los indios kuna de Panamá y Colombia antes de la llegada de Cristóbal Colón y los europeos.
  • El nombre ha sido adoptado por otras etnias americanas, como los antiguos mayas. Diferentes gruposindígenas lo usan para designar el continente, en lugar del término “América”. Su significado es “tierra madura”,
    “tierra viva” o “tierra en florecimiento”. El uso de este nombre es asumido como una posición ideológica por quienes lo usan, argumentando que el nombre “América” o la expresión “Nuevo Mundo” serían propias de los colonizadores
    europeos y no de los pueblos originarios del continente.
    2 Ver la Revolución de Roldán en la isla Española, en 1494, quien reclamaba el derecho a casarse con “indias” y poseer
    feudos propios. Ver también el comportamiento de Hernán Cortés y las princesas aztecas, de Pizarro y los incas.
    3
    “Naboría”, en las islas del Caribe, eran personas que no pertenecían a la “aristocracia” dominante entre los arawacos
    y que reducidos a nivel de siervos trabajaban para los caciques y sus familias. En los pliegos de la rebelión de Roldán
    de 1498 aparece el reclamo de los españoles alzados contra el sistema de colonización de la corona de, entre otras
    cosas, el derecho a casarse con princesas indias y a poseer naborías. Ver R. Cassá: Historia social y económica de
    la República Dominicana, t. 1, Alfa y Omega, Santo Domingo, 1977.
    4
    “El indio nace cuando Colón toma posesión de la isla Hispaniola a nombre de los Reyes Católicos. Antes del
    descubrimiento europeo la población del Continente Americano estaba formada por una gran cantidad de sociedades
    diferentes, cada una con su propia identidad, que se hallaban en grados distintos de desarrollo evolutivo: desde las
    altas civilizaciones de Mesoamérica y los Andes, hasta las bandas recolectoras de la floresta amazónica.” Ver
    Guillermo Bonfil Batalla: “El concepto del indio en América”, 2002, en
    http://descendantofgods.tripod.com/id145.htm (consulta: 7 de enero, 2006).
    5
    “El negro tras de la oreja”, décima del dominicano Juan Antonio Alix de finales del siglo XIX.
    6 A modo de ejemplo citamos el “Affaire Bissette”, un “mulato” de Martinica. Este affaire, que tuvo lugar a principios del siglo XIX, ilustra cómo, so pretexto de conspiración antiblanca (posesión de sátiras virulentas y documentos contra
    la esclavitud que ya habían circulado libremente en Francia metropolitana e incluso en Guadalupe), la justicia
    colonial, influenciada por los colonos blancos, dio un castigo ejemplar deportando a Bissette y sus amigos con
    prohibición de volver a las colonias americanas. Los blancos rechazaban conceder la menor parcela de poder político
    5
    “ser blanco es una profesión” se dice a menudo aún hoy en día en países hispanohablantes,
    y en criollo de Martinica: “milat ka monté chouval”
    7 o la expresión “Nèg rich sé mulàt,
    mulàt pòv sé noua”.8 La marginalización social y “racial” se convierte en étnica, por sus
    orígenes y por la imposibilidad de insertarse en la sociedad colonial. La republicana que
    le sucedió, mantuvo la marginalización social y étnica que perdura aún en nuestros días
    en casi todos los países del hemisferio.
    La pirámide socioeconómica tiene como base al negro “puro” y al indígena y, al ascender
    hacia el vértice, va blanqueando paulatinamente hasta llegar a las pocas familias
    “blancas”, que en Martinica son llamados békés.
    9
    Al surgir las nuevas naciones, las repúblicas, salvo raras excepciones, los “criollos”, los
    “blancos”, los “pretendidamente blancos” o los “blancos de la tierra” toman el poder en
    las nuevas repúblicas y, dando la espalda a las culturas africanas y a las originarias de
    Abya Ayala, fijan sus miradas en la Europa colonizadora, esa Europa enriquecida por sus
    antiguas colonias americanas, y centran sus ideales políticos y sociales en convertir sus
    naciones a su vez en sociedades “europeas” o “europeizantes”. Se destruyen los
    “palenques”, los “quilombos”, las repúblicas negras que se formaron en épocas de la
    colonia por los cimarrones que escapaban a zonas “extrajudiciales”, y se trata de
    “alfabetizar” al “indio”, cristianizarlo y convertirlo en una clase trabajadora al servicio
    de las élites dominantes.10 Cimarrones e “indios” son cada vez más apartados de los
    núcleos de “civilización” oficiales. Despreciados, marginados, reducidos a la condición
    de siervos, pseudo-esclavos, estos grupos, en su interacción cotidiana, van a crear y
    transmitir las bases de una nueva cultura en el diario vivir, en lo artístico y en lo espiritual,
    a toda la sociedad caribeña y americana, la cultura criolla.
    Lo criollo
    Esa coexistencia hará que tanto la música africana como la originaria de Abya Ayala se
    adapte a los patrones europeos. Son esos indios y esos africanos esclavizados los
    intérpretes de la música europea en los salones elegantes, en los que introducen el tambor
    y los ritmos ancestrales. La cocina se hace “típica” con los productos locales y con las
    a un grupo de clase que no era el suyo y que llevaba el estigma del color. La “inferioridad” de su estatus junto al
    miedo de lo sucedido en el Saint-Domingue francés, haría surgir en el grupo de poder blanco una fuerte oposición a
    la participación de “mulatos” en asuntos políticos de la colonia.
    7
    “El mulato va monta’o [a caballo].”
    8 El negro rico es mulato y el mulato pobre es negro (trad. del autor). En numerosas partes de América aparecen
    expresiones ligadas al estatus económico y al color de la piel, por lo que puede entonces aplicarse el término de
    etnoclase. Ver Micheline Labelle: Idéologie de couleur et classes sociales en Haïti, Presses de l’Université de
    Montréal, 1987.
    9 Existe una excepción en Guadalupe en la región de la Grande-Terre, en los alrededores del pueblo llamado Le Moule.
    Tenemos ahí una población de origen europeo que ha mantenido, como los békés de Martinica, su “pureza de raza”:
    los “matiñones” (des Matignons, en francés). Estos constituyen una excepción, ya que fueron y son actualmente
    agricultores de bajos ingresos. Hoy en día este grupo comienza a integrarse en la política y a mezclarse con los
    créoles guadalupeños o “gente de color”. En Barbados, antigua colonia inglesa, se mantiene aún un grupo de origen
    europeo, terratenientes y agricultores.
    10 “Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos […]. Estos andaban a zancadas
    por las tremendas cordilleras por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras Oro, maíz, huevos fritos,
    con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo […]. Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides,
    tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas […].” En Pablo Neruda: Confieso que he vivido,
    Seix Barral, 2002.
    6
    esclavas domésticas de origen africano e indígena que, además, son las “nanas” (las Da,
    en francés caribeño y en creole con base léxica francesa), que transmiten a su modo
    comportamientos y valores no siempre en ortodoxia con los europeos. Y se da entonces
    en llamar “típico” a lo que es “criollo” de la América rebautizada.
    Surgen nuevas maneras de hablar, fruto del contacto entre los grupos alófonos en relación
    con las lenguas europeas, apareciendo las variantes dialectales que conocemos en el
    español atlántico y caribeño que serán despreciadas y menospreciadas por las élites que
    respetan, como elemento diferenciador y discriminante, la ortodoxia lingüística
    hegemónica europea.11 Y surgen nuevas lenguas y recientemente se adoptan normas
    caribeñas.12
    Los conquistadores “se llevaron el oro y nos dejaron el oro, la palabra”, dijo Neruda,13
    olvidando desde su lejano Chile del sur el papiamento, el palenquero, los “creoles” del
    inglés y del francés, el saramaká, el paramaká, el n’yuká, lenguas bouchinengué14 de los
    cimarrones de la antigua Guayana holandesa, hoy Surinam. Toda la riqueza lingüística de
    los pueblos de Abya Yala, con sus códices destruidos por los curas católicos, que, como
    decía Neruda, “[los conquistadores torvos] Todo se lo tragaban, con religiones,
    pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas….”; 15 las
    repúblicas luego han pretendido hacer desaparecer cultos, creencias, chamanes, oungans,
    “paes de santo” y lenguas originales y las nuevas creadas.16 Las lenguas criollas, fueron
    relegadas “al campo”, “a la selva”, al “monte”, a la “sierra”, con toda esa “gente sin
    cultura y sin civilización”.
    En este continente de exclusiones culturales y étnicas han podido haber excepciones que
    confirman la regla: Paraguay, donde se mantiene el guaraní como lengua oficial junto al
    español, y Perú, con el quechua y el aimara que, a pesar de ser lenguas oficiales de la
    nación, luchan por su reconocimiento en la cotidianidad política y social.17
    11 Hasta no hace mucho tiempo, en los discursos políticos y en las homilías religiosas, en discursos oficiales, el uso de
    la z y la c era producido a la manera castellana. Y para dar un solo ejemplo, sin adentrarnos en la hipercorrección de
    las “eses” en posición implosiva o final, que desaparece paulatinamente según se desciende en la escala social, los
    hablantes las colocan de manera fantasiosa para que se piense que la persona “habla bien”.
    12 Ver los programas de español de la República Dominicana que finalmente han adoptado una norma caribeña.
    13 Pablo Neruda: ob. cit.
    14 Bushman, hombre de la selva, de donde deriva la palabra “bushinengué”. Los lingüistas llaman hoy “nengués” a esta
    familia de lenguas.
    15 Ver nota 10.
    16 Según el laureado poeta chileno Jaime Huenún, quien recibió el Premio Pablo Neruda 2003, que viene a reconocer
    la obra de un poeta de origen mapuche huilliche, “Neruda es un personaje absolutamente complejo, creo que se
    equivocan tanto quienes lo santifican como quienes lo demonizan. […] Me interesa la auténtica voz política de Neruda
    […] me interesa aquel que repara en los pueblos originarios, en el mestizaje de Latinoamérica, en esto de que somos
    un país y un continente de mezclas e hibridaje de diferentes conexiones”. Ver “Entrevista a Jaime Huenún”, en
    http://www.mapuche.info/index.html.
    17 Ver la controversia (2006) en el congreso de Perú: “La congresista cuzqueña María Sumire, del Partido NacionalistaUnión por el Perú, que fue obligada a juramentar el cargo hasta tres veces por hacerlo en su idioma materno, el
    quechua, en lugar del español, dijo que el hecho es una agresión a su condición de quechua y una manifestación ‘del
    profundo desencuentro entre el Perú oficial y el Perú de verdad’. Los medios de comunicación locales criticaron
    también la ceremonia de juramentación de los nuevos integrantes del Congreso celebrada ayer, por considerar que
    el presidente de las Juntas Preparatorias, Carlos Torres Caro, tuvo un gesto ‘racista’ al pretender obligar a la
    congresista María Sumire a que jure en español. […] María Sumire declaró que los miembros de la Junta Preparatoria,
    7
    Todas estas situaciones forman parte del zócalo inicial de las culturas americanas, desde
    el norte gélido de los inuítas hasta las tormentosas aguas del Cabo de Hornos, donde
    mapuches y araucanos luchan por recobrar sus tierras y costumbres en Chile.
    Todas estas violencias del poder exógeno colonial han sido prolongadas por las nuevas
    repúblicas de las naciones americanas y caribeñas actuales: violencia de Estado contra el
    indio, el mulato y el negro.
    La evolución de actitudes y el paulatino ascenso del afro descendiente en el Caribe
    y en América
    Mientras que en las colonias lo criollo se afirmaba en América de manera subrepticia y
    bajo el signo de las independencias a inicios del siglo XIX y surgían los nacionalismos,
    los pueblos del Caribe comenzaban a reclamar su cubanidad, su dominicanidad, aunque
    la conciencia de la identidad criolla pasaba bajo el reclamo de autonomía e independencia
    política y económica frente a las metrópolis.
    Pero ese mismo siglo había visto surgir de nuevo el colonialismo europeo en África y en
    Asia y, con este, nuevas doctrinas socioeconómicas sobre el progreso (Auguste Comte),
    nuevas teorías racistas surgidas de la antropología social. Se publican además las obras
    del conde de Gobineau,18 con su tratado sobre la desigualdad de las razas. Aunque esta
    teoría fue contrarrestada por la del doctor Janvier,19 con su tratado sobre la igualdad de
    las razas, esta última no influyó en las nuevas naciones americanas con sus élites
    europeizantes, las que adoptaron con mayor fuerza discriminaciones raciales. Inspiradas
    en estas, las élites de las nuevas repúblicas promueven la predominancia de los “blancos”
    en el seno de las sociedades y erigen la eliminación del afroamericano y de los primeros
    habitantes del continente como condición necesaria al desarrollo de la nación.
    “Civilización y barbarie”, dijo Sarmiento, y en todas las repúblicas se instauraron
    sistemas educativos que nos enseñaron a “ser europeos” a través de programas de estudios
    copiados de la “civilización occidental, greco-latina y cristiana”20 y las normas de
    los congresistas Martha Hildebrandt y Torres Caro, le exigían que jure en español, pero indicó [que] ‘no me dejé
    avasallar y reivindiqué mi derecho a hacerlo en quechua, como corresponde al Perú, un país multiétnico y
    pluricultural’.” En http://www.servindi.org/archivo/2006/927.
    18 Joseph Arthur, conde de Gobineau (1816-1882), diplomático y filósofo francés, cuya teoría racial, impregnada de
    antisemitismo, llegó a ser empleada posteriormente como justificación filosófica del racismo nazi. Gobineau nació
    en Ville d’Avray, una localidad próxima a París, en el seno de una familia de la aristocracia. Su obra más famosa es
    el Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1853-1855), en la que afirma que la raza de los germanos,
    que habita en Gran Bretaña, Francia y Bélgica, es la única raza pura de entre aquellas que proceden de la raza superior
    de los arios, por estar los demás mezclados con las razas negra y amarilla. Su teoría sobre la superioridad racial
    influyó en algunos escritores alemanes y fue adoptada posteriormente por Adolf Hitler. Sus tesis han sido
    completamente refutadas y la antropología moderna no las tiene en consideración.
    19 Louis Joseph Janvier (1855-?), descendiente de una familia protestante, reivindica sus raíces haitianas. Deja a Haití
    en 1877 y emprende en París estudios de medicina y de ciencias políticas (economía, administración y diplomacia),
    y derecho en Lille. Miembro de la Sociedad de Antropología de París en 1882, publica varios trabajos sobre Haití y,
    entre otras obras, el tratado sobre La igualdad de las razas.
    20 Progresar era salir de América para entrar en Europa y, por tanto, la insistencia de la negación del indio y del negro
    y la ansiedad por ser europeos. Esta pauta histórica provocó un método que luego se hizo norma. Se sustituyó al
    afroargentino por los inmigrantes europeos. Más aún, Alberdi consideraba que la inmigración era condición previa
    de la civilización: “[…] se hace este argumento: educando nuestras masas tendremos orden, teniendo orden, vendrá
    la población de fuera. Os diré que invertís el verdadero método de progreso. No tendréis orden, ni educación popular,
    sino por el influjo de masas introducidas con hábitos arraigados de ese orden y buena educación.” El presidente
    Bartolomé Mitre tuvo el mismo pensamiento eurocéntrico. Para él, la inmigración era una evolución de la
    humanidad, un elemento de progreso, una evolución grandiosa que permitía robustecer la nacionalidad argentina
    para que templara y regenerara la raza blanca: “[…] que nuestros hijos y los hijos de los inmigrantes se identifiquen
    8
    “urbanidad”, tratados escolares en los que se nos enseñaba cómo comportarnos en
    “sociedad”.
    Otros, como Eugenio María de Hostos,21 educador, puertorriqueño, dominicano y
    chileno, fundador con la poetisa Salome Ureña del Instituto de Señoritas22 que aún hoy
    lleva su nombre, impusieron en este Caribe hispano la divisa “civilización o muerte”,
    adoptando la concepción de que solamente la educación, sin importar “raza” ni color de
    piel podía llevarnos al desarrollo.
    En el ínterin, hubo acontecimientos que hicieron asumir cargos de alta jerarquía a negros
    pardos y mulatos y hasta indígenas, como Benito Juárez en México, aunque siempre como
    excepciones.
    Si en el transcurso del siglo XIX hubo un presidente negro en Colombia, blanqueado
    paulatinamente en los retratos oficiales;23 si en la República Dominicana hubo también
    un presidente negro, Ulises Heureaux (familiarmente llamado Lilís); si los luchadores por
    la independencia de Cuba, dominicanos24 y cubanos, incluían muchos negros y mulatos,
    en el siglo XX se continúa una lucha incesante por el reconocimiento de los grupos étnicos
    marginados ya sea políticamente, ya sea por los derechos a la tierra.25
    en un solo amor, para que nuestra raza se salve, para que nuestro estado social se mejore, para que nuestra
    nacionalidad no se debilite […].” Y luego: “En cuanto a Sarmiento, tenía un pensamiento profundamente racista.
    Padre del sistema educativo argentino, creía que las ideas y el esclarecimiento no se aprendían sino que se heredaban
    genéticamente. Así, la instrucción sola no sería suficiente para sacar a la Argentina de su barbarie; se requería una
    real infusión de genes blancos, representantes de la civilización, de lo urbano. Barbarie era el resto y para
    conseguir el progreso, la Argentina debía borrar o destruir lo bárbaro que había en su seno. Se trataba de ser o no
    salvaje, y para no ser salvaje era necesario civilizar. La intelectualidad argentina decimonónica estuvo también
    adscrita al positivismo revalorizando el espíritu naturalista.” Fue uno de los autores que abogaron por una adaptación
    de las teorías europeas a la realidad americana y al aniquilamiento de lo que llama “raza inferior”. Además, afirmó
    que el resultado inevitable de mezclar razas inferiores con otras razas superiores era una descendencia raquítica,
    simiesca, con todos los defectos de la raza noble acentuados por la sangre villana. Ver Jean Arsène Yao: “Negros en
    Argentina: integración e identidad”, Universidad de Alcalá, mayo de 2002, en http://www.univbrest.fr/amnis/documents/Yao2002.pdf.
    21 Eugenio María de Hostos (Mayagüez, 1839-Santo Domingo, 1903), cuando era estudiante en España, luchó en la
    prensa y en El Ateneo en Madrid por la autonomía y la libertad de los esclavos de Cuba y de Puerto Rico. Para esta
    época publicó La peregrinación de Bayoán, en la que a través de ficción novelesca hace crítica del régimen
    colonialista de España en América. De 1871 a 1874 realizó una campaña a favor de la independencia de Cuba y
    Puerto Rico a través de varios países: Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil. Abogó por la instrucción científica
    de la mujer y formó parte de la Academia de Bellas Letras de Santiago. El sueño de Hostos consistía en la
    Confederación Antillana. En Santo Domingo tuvo bajo su responsabilidad redactar la Ley de Escuelas Normales de
    este país, y en 1880 inició la Escuela Normal bajo su dirección. En 1904 se publicó Tratado de sociología por sus
    discípulos tal como estos lo recogieron en sus clases. La Universidad de Harvard tradujo al inglés su Hamlet.
    22 Uno de los principios que guiaron a Hostos y a Salomé Ureña fue el de la educación científica para las mujeres. Y
    en ello fueron los precursores al crear este Instituto de Señoritas.
    23 Aunque los colombianos no se acuerdan, Colombia tuvo un presidente negro, blanqueado en los retratos oficiales y
    casi nunca mencionado en los libros de historia. Después de haber sido presidente de un departamento federado, fue
    Presidente de Colombia del 25 de enero al 18 de julio de 1821. Esta información y este redescubrimiento tuvo lugar
    recientemente en ocasión de la designación de la señora Paula Marcela Zapata, una dama negra, como ministra de
    Cultura.
    24 Gregorio Luperón, Céspedes,…
    25 Recordar las grandes protestas y huelgas en la Amazonía tanto peruana como brasileña y colombiana, que pretenden
    impedir la destrucción del hábitat natural indígena, la selva donde se vive, se caza, se pesca, a causa de los contratos
    de exploración minera que el gobierno ha firmado, sin consultar los organismos mixtos interculturales de la nación,
    con las grandes compañías petroleras y mineras internacionales, y en numerosos países del continente por causa de
    9
    Recientemente se celebró la promoción del primer general negro de las Fuerzas Armadas
    colombianas, Luis Alberto Moore Perea, en una Colombia que se ha dado una
    constitución multiétnica (1991). El general en cuestión declaró el 3 diciembre del 2006:
    “Me satisface ser el primer general negro de Colombia.” Unos meses antes había
    expresado su júbilo frente al presidente Uribe, en el momento en que este le entregaba la
    estrella de brigadier general.26 Sin embargo, los afro-colombianos siguen el combate por
    hacerse presentes.
    En unas relativamente recientes elecciones en República Dominicana, José Francisco
    Peña Gómez, de discutido origen haitiano y “negro color teléfono” perdió las elecciones
    al obtener solamente el 49 % de los votos de los dominicanos en una campaña electoral
    en la que la oposición le hacía frente con fuertes matices xenófobos y “racistas”. Gran
    parte de los dominicanos, a pesar de que conocía la dolencia mortal que aquejaba a este
    candidato, votó por él. Murió poco tiempo después.
    El 22 de enero de 2006 se elige al primer presidente aimara de América en Bolivia, Evo
    Morales; en Perú ha sido elegido con fuerza y popularidad como presidente Ollanta
    Humala,27 quien en las últimas elecciones ocupó había ocupado un buen lugar en cuanto
    al número de votos. Recientemente aconteció la elección del primer presidente negro en
    los Estados Unidos.
    Desde finales de 2008 acontecen las revueltas y huelgas generales de hasta seis semanas
    en los Departamentos Franceses de América (los DFA) Guadalupe, Guayana Francesa y
    Martinica, que reclaman igualdades sociales y económicas, respeto y dignidad y un trato
    similar al de sus compatriotas europeos metropolitanos. Estos acontecimientos han
    conducido al Gobierno francés a organizar los Estados Generales en los DFA para decidir
    las modalidades de gobierno local; pero en medio de los comentarios y posiciones
    diversas en torno a la problemática de esta larga huelga, un empresario, perteneciente a
    una de las familias blancas de las islas (békés), fue llevado a la justicia por insultos
    racistas y condenado.28
    Como se ve, la conciencia negra, mulata e indígena ha logrado éxitos y se ha reflejado en
    los hechos, en la sociedad de Abya Yala y del Caribe.
    Nos preguntamos: ¿han sido los poetas o los políticos quienes han provocado estos
    acontecimientos?, ¿las características de estos planteamientos poéticos son idénticas en
    la ocupación de tierras por parte de compañías multinacionales de producción agrícola que compran gobiernos y
    dirigentes.
    26 “El oficial de Policía Luis Alberto Moore Perea levantó ligeramente la vista, observó el cielo azul, diáfano, exhibió
    una leve sonrisa y miró orgulloso al presidente Álvaro Uribe Vélez. El Jefe del Estado se le acercó, lo felicitó y puso
    sobre su pecho la primera estrella de brigadier general. El hasta este jueves coronel y actual comandante de la Policía
    en Cali, de 45 años, con 1,90 de estatura, es desde ahora el primer general negro que hay en la historia de Colombia.”
    Ver http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=98808 (consulta: 12 de julio, 2006).
    27 El líder del Partido Nacionalista Peruano (PNP), Ollanta Humala, anunció que su agrupación política participará en
    los próximos comicios, tanto los de 2010 como las presidenciales de 2011, como parte de un “frente de izquierda”:
    “La idea es participar dentro de una plataforma amplia que incluya movimientos sociales, regionales y locales, y,
    eventualmente, un partido nacional. Esa es nuestra idea, participar como una fuerza que ayude a aglutinar un
    movimiento más amplio.”
    28 En Francia las leyes de 1990 proscriben la difamación, la discriminación y el odio racial.
    10
    toda la geografía afroamericana?, ¿cuáles son sus diferencias y en virtud de qué
    parámetros se establecen las diferencias?
    En las páginas siguientes presentaremos elementos que consideramos fundadores de la
    negritud y la conciencia negra en el continente americano. Luego abordaremos un análisis
    léxico-semántico de algunos fragmentos que consideramos representativos de las líneas
    de fuerza de las posiciones poéticas del Caribe hispanohablante y del francoparlante, para
    finalmente analizar los elementos culturales que a nuestro parecer son factores de
    diferenciación entre los dos Caribe.
    El movimiento de orgullo negro en el Caribe (inicios del siglo XX)
    La fuerte segregación racial de finales del siglo XIX provocó en los Estados Unidos la
    reacción de varios intelectuales y luchadores por el respeto y el desarrollo del pueblo
    negro. Se pensó, luego de la abolición de la esclavitud, en diferentes formas de
    “integración”. Entre esos intelectuales estaba el doctor W. E. B. Du Bois, quien con su
    The Souls of Black Folk29 inicia un movimiento que luego desembocará en el surgimiento
    del ulterior “orgullo negro”.
    Dentro de los precursores de las corrientes reivindicativas de la identidad negra y que han
    tenido ecos en el resto de las Américas, tenemos a un jamaiquino de nombre Claude
    McKay. En su país la esclavitud había sido abolida desde 183830 y, al verse como
    inmigrante discriminado en aquel país norteño, participa en un grupo poético en la década
    de los veinte del siglo pasado en el que se reivindican los valores negros: el movimiento
    poético Harlem Renaissance. En este movimiento participan además Aaron Douglas,
    Countee Cullen, Langston Hughes, Richard Bruce Nugent, Wallace Thurman y Zora
    Neale Hurston, entre otros.
    Claude McKay nació en Jamaica en 1889 y murió en mayo de 1948. Publicó un primer
    libro de poemas en “patois”31 en 1912, Songs of Jamaica. Escribió además tres novelas:
    Home to Harlem (1928), premio Harmon Gold de Literatura, luego Banjo (1929) y
    Banana Bottom (1933). Escribió cuentos: Gingertown (1932); obras autobiográficas: A
    Long Way from Home (1937) y Harlem: Negro Metropolis (1940); y poesía: Harlem
    Shadows (1922) y Selected Poems, obra póstuma publicada en 1953.
    Por su parte, Langston Hughes publica en 1921 The Crisis y en 1926 The Weary Blues,
    publicado en The Negro Speaks of Rivers.
    ¿Podríamos considerar estos poetas y estos poemas que reivindican lo negro y al pueblo
    negro como precursores de las corrientes identitarias de los movimientos de negritud en
    el Caribe? Antes de este momento, en la literatura había aparecido la figura del negro,
    29 Publicado en Cuba como Las almas del pueblo negro, Fundación Fernando Ortiz, 2001. (N. del E.)
    30 Para las diferentes fechas de las aboliciones ver Jean-Paul Duviols y Pedro Ureña Rib: EL CARIBE, Sus
    intelectuales, sus culturas, sus artistas, su historia, sus tradiciones populares, Editorial Santuario . Santo Domingo.
    2014
    31 El término patois viene del francés. Peyorativo, implica hablar mal, hablar como campesino, hablar con los pies.
    Hoy en día la lingüística habla de dialecto o de lengua según criterios bien definidos, y el nombre de estas variantes
    lingüísticas es llamado créole o creole y se indica la base léxica que le da cuerpo.
    11
    pero muy a menudo como elemento folklórico y como personaje estereotipado en medio
    de una sociedad europea en la que es sirviente, comerciante o esclavo32
    .
    Inicios de la literatura de conciencia
    “identitaria y racial” en el Caribe hispanohablante y francoparlante
    En Cuba aparece en 1925 la Antología de la poesía negra de Alfonso Camín y Felipe
    Pichardo Moya. Sucesivamente surgieron en el Caribe en 1926 Pueblo negro de Palés
    Matos (Puerto Rico) y en 1930 Motivos de son de Nicolás Guillén (Cuba). En 1939 surge
    el Cahier d’un retour au pays natal de Aimé Césaire (Martinica). Como muestra de la
    conciencia “identitaria y racial” en la República Dominicana, a finales del siglo XIX ya se
    había dado a conocer Juan Antonio Alix, quien escribió sus Décimas, pequeños poemas
    satíricos sobre actitudes dominicanas y haitianas en las que evidentemente se manifiestan
    los estereotipos discriminatorios que Alix ridiculiza de manera jocosa. Otro dominicano,
    Manuel del Cabral publica en 1932 sus 12 poemas negros y en 1940 Tomás Hernández
    Franco da a conocer Yelidá, poema que pone en relieve los amores “ilícitos” entre una
    haitiana y un joven marino noruego. Fruto de aquellos amores, nace Yelidá, mulata
    sensual y voduista, presa del pasado tumultuoso de su madre. En 1949 publican Pedro
    Mir, Poeta Nacional de los dominicanos, Hay un país en el mundo; y en 1978 Manuel
    Rueda, su colección de poesías negras con el título de Con el tambor de las islas.
    Luego del “indigenismo” precedente,33 en la República Dominicana surgió una literatura
    que pone en relieve las costumbres y realidades del país. Desde El montero34 de finales del
    siglo XIX, que se refiere a la vida del campesino, y pasando por Tulio M. Cestero, que se
    acerca más a la ciudad con sus novelas Sangre solar y Ciudad romántica, aparecen
    ulteriormente, con forma de “cartas” publicadas en un diario dominicano, las Cartas a
    Evelina de Moscoso Puello, reunidas luego en una obra del mismo nombre. ¿Obra racista
    u obra irónica a propósito de la visión que tiene el dominicano de sí y de sus compatriotas?
    En sus cuentos escritos ‘antes del exilio’, ‘en el exilio’ y ‘después del exilio’, Juan Bosch
    describe al campesino dominicano sin prestar mayor atención a la coloración de la piel
    de sus personajes; en sus descripciones el color aludido es muchas veces utilizado en un
    sentido deíctico más que “racial” o étnico.
    Un “mulato” dominicano, Ramón Marrero Aristi,35 obligado a trabajar para sobrevivir, es
    empleado de una bodega de un ingenio y testigo de la explotación de que son víctimas
    los trabajadores dominicanos, los cocolos y los haitianos principalmente, y describirá sus
    vivencias en la novela Over, aparecida en 1939. Marrero Aristy muestra el sistema de
    32 En el Siglo de Oro español, en Shakespeare y muchos otros.
    33 Cuya obra cumbre fue Enriquillo de Manuel de Jesús Galván.
    34 Novela de Pedro Francisco Bonó (1828-1906).
    35 Ramón Marrero Aristy nació en San Rafael del Yuma el 14 de junio de 1913. Fue trabajador y dirigente obrero, y
    llegó a desempeñarse como Diputado en varias ocasiones y a ocupar la Secretaría de Estado de Agricultura. Mantuvo
    oculta su posición política opuesta al régimen de Trujillo Molina. En 1959, siendo Secretario de Trabajo, Trujillo lo
    responsabilizó de una publicación que acusaba de corrupción a su gobierno, aparecida el 12 de julio en The New
    York Times. Falleció en un supuesto accidente de tránsito, el 17 de julio de 1959 en Santo Domingo. Su cuerpo fue
    encontrado carbonizado dentro de su automóvil, en un precipicio de la carretera que une a Santo Domingo con
    Constanza. Escribió los ensayos Perfiles agrestes, Historia de la República Dominicana, Origen y destino del pueblo
    cristiano más antiguo de América (en tres volúmenes), el libro de cuentos Balsié (1938) y la novela Over (1939).
    Ver www.encaribe.org: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/LiteraturaDominicana/MarreroAristy/
    12
    trampas que instalan los propietarios y los intermediarios de estas plantaciones modernas
    para aumentar sus beneficios y explotar a los trabajadores.
    Antillas francesas
    En las Antillas francesas tenemos una pléyade de escritores que abordan los problemas
    identitarios y lingüísticos, como Gilbert Gratiant con sus Fábulas en creole; Georges
    Mauvois, narrador; Joseph Zobel, cuya novela La rue Case-Nègres fue llevada
    exitosamente al cine. Luego de la guerra franco-argelina, el psiquiatra Franz Fanon
    expone su tesis, de la cual se publica Peaux noires, masques blancs, que denuncia la
    duplicidad de aquellos que, siendo criollos negros, adoptan posiciones más bien europeas.
    Estampas coloreadas de anticolonialismo surgen de la pluma de Vincent Placoly,
    dramaturgo y narrador; Xavier Orville es otro novelista de lo martiniqueño. Aparece
    entonces Édouard Glissant con sus ensayos sobre “Antillanité”, y luego su teoría de la
    diversalidad y de la “criollización”, generalizada en este mundo profundamente
    interconectado: “Tout monde.”
    Los guyaneses
    Distinguido con el Premio Goncourt de 1921, por su obra Batuala, René Maran se verá
    desposeído de los cargos de responsabilidad administrativa que tenía en África en el
    sistema colonial francés. De Guayana también es Léon Gontrand Damas,
    tremendamente anticolonialista y crítico de la cultura a la que se les quería asimilar.
    Serge Patient ha sido galardonado en 2001 con el Premio Carbet por su obra completa
    dedicada a la política y a la identidad guyanesa.
    La Créolité
    Luego de la negritud cesariana, que ocupo la primera parte del siglo XX, surge un movimiento literario que pone de relieve la naturaleza mixta del pueblo
    martiniqueño, la Créolité, en la que se reivindican los orígenes múltiples del pueblo
    martiniqueño y por ende su cultura, producto de las herencias compartidas de africanos,
    de indios caribes, de coolies provenientes de la India, de los medio-orientales libaneses
    y sirios —llamados todos popularmente “des syriens” (sirios, en español), que en otras
    partes de América llaman turcos o árabes— y los békés, herederos de los antiguos dueños
    de plantación. La Créolité proclama que todos ellos coexisten y conforman un solo
    pueblo.
    En Martinica, Raphaël Confiant, Patrick Chamoiseau y Jean Bernabé firman el
    Manifiesto.
    En Guadalupe tenemos a Ernest Pépin y Giselle Pineau, entre otros escritores que de una
    forma u otra se adhieren al movimiento. Numerosos intelectuales y novelistas sin
    etiquetas, como Maryse Condé, Simone Schwarz-Bart y Daniel Maximin, abordan el
    problema de la identidad en sus obras.
    En Haití, a principios del siglo XX tenemos a Jean-Price Mars, ensayista cuya obra Ainsi
    parla l’Oncle ha sido inspiradora de una corriente negrista (négrisme) que pudo servir al
    dictador Duvalier para fundar una nueva ideología racista que sembró terror. Una serie de
    escritores abordan la idiosincrasia del pueblo haitiano, entre los cuales podemos citar a
    Jacques Roumain con sus Gobernadores del rocío (1946) y a Jacques Stephen Alexis con
    su Compadre General Sol (1955). René Depestre denuncia dictaduras, exalta la
    13
    sensualidad y toma partido en torno a las corrientes literarias de los franceses de las
    Antillas, Martinica, Guadalupe y la Guayana Francesa, con su Bonjour et Adieu à la
    négritude (1980); además nos ha ofrecido una producción amplia sobre la vida y las
    costumbres en Haití, el erotismo y lo negro. Numerosos escritores, tanto en Haití como
    en la diáspora pueblan el espectro de excelentes e innovadores creadores literarios:
    Frankétienne, Dany Laferrière, Daniel Trouillot, Edwige Dandicat, entre otros muchos.36
    ¿Tendríamos acaso los mismos parámetros culturales y las mismas situaciones
    políticas en los dos ámbitos caribeños que analizamos, el francoparlante y el
    hispano-hablante?
    Nos preguntamos si además de las diferencias de estilo y de personalidad, habría acaso
    elementos culturales que influirían en las posiciones que afloran en las obras y
    movimientos citados. A simple vista acusamos diferencias notorias en el tono y el enfoque
    de las culturas en presencia. Conscientes de que la literatura es sobre todo la expresión de
    la cultura de un pueblo, ¿tendríamos acaso los mismos parámetros culturales y las mismas
    situaciones políticas en los dos ámbitos caribeños que analizamos, el francoparlante y el
    hispano-hablante? Para nuestros trabajos de análisis adoptamos una definición de cultura
    centrada en el ser humano y en el sistema de relaciones que este establece consigo mismo
    y con sus semejantes, con el otro, con la naturaleza, con todo aquello que identifica como
    sobrenatural y, por último, con el grupo social con el cual se identifica y con el que, en el
    marco del nicho ecológico, se desarrolla. Aunque los elementos humanos y culturales que
    coinciden en estos dos Caribes sean sensiblemente los mismos (europeos y cultura
    europea; africanos esclavizados y cultura de la esclavitud; indios arawacos y caribes,
    ambos exterminados en las dos zonas; medio-orientales, chinos e hindúes), ¿acaso la
    composición social y cultural de los territorios es idéntica?, ¿acaso los “accidentes” de la
    historia son similares de una isla a otra?
    En las páginas siguientes analizaremos en detalle algunos aspectos que nos parecen
    representar mejor a cada uno de los autores principales de estas corrientes en ambas
    zonas. En este estudio léxico-semántico trataremos de identificar las líneas de fuerza de
    la visión del autor y luego formularemos algunas consideraciones sobre la expresión
    poética y la correlación entre cultura y literatura, teniendo en cuenta la evolución de
    la cultura de cada uno de los territorios considerados.
    Negritud y poemas negros
    Para el presente estudio y en lo que concierne al Caribe francoparlante (Martinica y Guayana
    Francesa), examinemos algunos textos de la negritud francoparlante, extraídos del poema
    fundador de la negritud, el Cahier d’un retour au pays natal (1939) de Aimé Césaire, así
    como algunos fragmentos de la poesía de Léon Gontrand Damas.
    Para el Caribe hispanohablante, estudiaremos sobre todo algunos fragmentos del
    dominicano Manuel del Cabral y del puertorriqueño Luis Palés Matos, y en ambos casos
    indicaremos los polos semánticos dominantes y sus relaciones.
    36 El lector puede referirse a EL CARIBE, Sus intelectuales, sus culturas, sus artistas, su historia, sus tradiciones
    populares, Editorial Santuario . Santo Domingo. 2014, ob. cit., en el que aparecen definiciones sucintas de cada uno
    de los movimientos literarios y de los autores citados en el presente trabajo y la extensa gama de escritores caribeños.
    Así como entrar en www.encaribe.org
    14
    El Caribe francoparlante
    De Aimé Césaire tomaremos cuatro fragmentos de su Cahier d’un retour au pays natal.
    37
    Primer fragmento:
    Au bout du petit matin […].
    Va-t’en, lui disais-je, gueule de flic, gueule de vache, va-t’en je déteste les larbins de
    l’ordre et les hannetons de l’espérance. Va-t’en mauvais gri-gri, punaise de moinillon ?
    Puis je me tournait vers des paradis pour lui et les siens perdus, plus calme que la face
    d’une femme qui ment, et là, bercé par les effluves d’une pensée jamais lasse je
    nourrissais le vent, je délaçais les monstres et j’entendais monter
    de l’autre côté du désastre un fleuve de tourterelles et de trèfles de la savane que je
    porte toujours dans mes profondeurs à hauteur de inverse du vingtième étage des
    maisons les plus insolentes et par précaution contre la force putréfiante des ambiances
    crépusculaires, arpente nuit et jour d’un sacré soleil vénérien [p. 39].
    Como podemos apreciar en las expresiones utilizadas en este primer fragmento, el poeta
    expresa una función específica, la denuncia social, y se siente un liberador de pesadillas
    que denuncia el orden establecido por la fuerza colonial opresora y la imposición de
    una religión oficial. Denuncia la conducta humana trastocada por la asimilación
    cultural y política. Y frente a esa abyección impuesta desde fuera, un paisaje que siente
    en sí mismo lleno de ternura y belleza.
    Segundo fragmento:
    Au bout du petit matin bourgeonnant d’anses frêles les Antilles qui ont faim, les
    Antilles grêlées de petite vérole, les Antilles dynamitées d’alcool, échouées dans la
    boue de cette baie, dans la poussière de cette ville sinistrement échouées [p. 39].
    Y frente al poder exógeno que espolia, pervierte; hambrea y convierte el Espacio/Tiempo
    Antillano en algo abyecto, Césaire clama por la ternura y la eclosión de la vida en el
    frescor del día que nace.
    Tercer fragmento:
    Dans cette ville inerte, cette foule désolée sous le soleil, ne participant à rien de ce qui
    s’exprime, s’affirme, se libère au grand jour de cette terre sienne. Ni à l’impératrice
    Joséphine des Français rêvant très haut au-dessus de la négraille. Ni à ce mépris, ni à
    cette liberté, ni à cette audace [p. 41].
    Pueblo antillano anquilosado, abandonado, reducido al silencio, frente al poder exógeno
    y a la condición de vida impuesta, frente a la dis-criminación sufrida se afirma, toma
    conciencia y conquista libertad.
    Cuarto fragmento:
    Comme il y a des hommes-hyènes et des hommes- panthères,
    je serai un homme-juif
    37 Extraídos de Anthologie poétique de Roger Toumson (Éditions nationales, 1996) y de la edición de Présence
    Africaine, 1983.
    15
    un homme-cafre
    un homme-hindou-de Calcutta
    un homme-de-Harlem-qui-ne-vote-pas
    l’homme-famine, l’homme-insulte, l’homme-torture on pouvait à n’importe quel
    moment le saisir le rouer de coups, le tuer — parfaitement le tuer — sans avoir des
    compte à rendre à personne sans avoir d’excuses à présenter à personne
    un homme-juif,
    un homme pogrom
    un chiot
    un mendigot
    mais est-ce qu’on tue le Remords, beau comme la face de stupeur d’une dame anglaise
    qui trouverait dans sa soupière un crâne de Hottentot ? [p. 49]
    El poeta siente orgullo de ser hombre africano, valiente y fiero; se identifica con el negro
    universal, objeto de abyección, y expresa el rencor y la amenaza de venganza frente al
    cinismo que es signo de muerte.
    Si examinamos los polos semánticos dominantes en estos fragmentos, podríamos
    constatar que el poeta se centra en una serie de oposiciones y temas que definen la
    posición del poeta ante la situación de su pueblo martiniqueño. Pone en primer plano los
    polos semánticos de ternura y belleza; establece una oposición diametral frente al
    colonizador europeo; señala el oprobio sufrido por su pueblo y proclama como
    función del poeta el ser un Liberador de pesadillas. Denuncia la Ignominia, la violación
    de las vírgenes negras (su pueblo), de su Martinica natal, y el orden establecido por el
    poder exógeno, así como la falsedad del colonizador. Los contrastes temáticos se centran
    en la vida, el nacimiento, la ternura, la expoliación hiriente y la abyección a que su pueblo
    se ve sometido por la colonización. El poeta se identifica con el oprobio del mundo, se
    autodenomina cafre, judío, hombre de Calcuta, de Harlem. Se decide por el combate y la
    lucha y se convierte en un hombre-hiena, hombre-pantera, identificándose así con los
    excluidos del mundo pero también con el hombre africano que fieramente resiste y ataca.
    Esgrime amenazas y, frente al hermoso [rostro] de la dama inglesa, [coloca] un cráneo de
    hotentote en su sopera y admira la cara de estupor que la dama expresa. Es, pues, Césaire
    el Negro Universal.
    Por su parte, el guyanés Léon Gontran Damas,38 firmante como Césaire y Léopold Sédar
    Senghor, del manifiesto de la negritud, publica, entre otros poemas, por un lado, Pigments
    y, por otra, Névralgies.39 Su poesía denuncia sobre todo la asimilación40 cultural de que han
    sido “víctimas” los negros criollos de las Antillas y de la Guayana.
    38 Hijo de Ernest Damas (1866-?), mulato de ascendencia europea y africana, y Marie Aline (1878-1913), mestiza de
    indígena y de africano, originaria de Martinica, fue uno de los fundadores del movimiento de la negritud junto a
    Léopold Sédar Senghor.
    39 Présence Africaine Poésie, Paris, 1972.
    40 La asimilación, según las autoridades políticas de Martinica, pretendía “[…] Sustraer las colonias del régimen
    excepcional y hacerlas gozar de las leyes y de la administración de la madre patria tomando como divisa el gran
    movimiento reparador: asimilación política de las colonias a la madre patria”. Extracto de las actas del Consejo
    General de la Martinica en su sesión del 27 de noviembre de 1874. Según Victor Sable, en su tesis de Derecho La
    transformation des îles d’Amérique en département français (Larousse, Paris, 1955), la asimilación es “un método
    de educación y devolución, una cultura, una concepción general de la vida, que se quiere aclimatar para dar a un
    pueblo lejano cierta identidad de conciencia moral, y por consecuencia un desarrollo social equivalente” (p. 23).
    Citado por André Lucrèce: Société et Modernité: essai d’interprétation de la société martiniquaise, L’Autre Mer,
    1994, p. 97.
    16
    En su poema Blanchi (Blanqueado),41 Damas rechaza el blanqueamiento físico y
    cultural impuesto por la colonización y pone en relieve su deseo de ser negro, de su
    retorno a lo auténtico, que es África.
    Se peut-il donc qu’ils osent
    Me traiter de blanchi
    Alors que tout en moi
    Aspire à n’être que nègre
    Autant que mon Afrique
    Qu’ils ont cambriolée
    Blanchi
    Abominable injure
    Qu’ils me paieront fort cher
    Quand mon Afrique
    Qu’ils ont cambriolée
    Voudra la paix
    Rien que la paix
    Blanchi
    Ma haine grossit en marge
    De leur scélératesse
    En marge des coups de fusil
    En marge
    Des coups de roulis
    Des négriers
    Des cargaisons fétides
    Blanchi
    Ma haine grossit en marge
    De la culture
    En marge
    Des théories
    En marge des bavardages
    Dont on a cru devoir me bourrer au berceau
    Alors que tout en moi aspire à n’être que nègre
    Autant que mon Afrique qu’ils ont cambriolée
    Los polos semánticos dominantes que afloran en este poema corresponden a las
    oposiciones Negro/Blanco, África/Europa, Odio/Paz; Robo y Violencia/Paz. Damas
    señala en sus poemas las diferencias culturales entre su Guayana criolla, frente a la cultura
    francesa, más bien parisina, y rechaza la “foránea”. En Savoir-vivre (Bostezo),42
    41 En Pigments, p. 59.
    42 Ibíd., p. 67.
    17
    On ne bâille pas chez moi
    Comme ils bâillent chez eux
    Avec
    La main sur la bouche
    Je veux bâiller sans tralalas
    Le corps recroquevillé
    Dans les parfums qui tourmentent la vie
    Que je me suis faite
    De leur museau de chien d’hiver
    De leur soleil qui ne pourrait
    Pas même tiédir
    L’eau de coco qui faisait glougou
    Dans mon ventre au réveil
    Laissez-moi bâiller
    La main

    Sur le cœur
    A l’obsession de tout ce à quoi
    J’ai en un jour un seul
    Tourné le dos
    y en Violon (Violín),
    ……………………………………………………………………………
    Il m’est revenu que vous n’étiez encore pas à votre leçon de vi-o-lon
    Un banjo
    Vous dites un banjo
    Comment dites-vous
    Un banjo
    Vous dites bien un banjo
    Non monsieur
    Vous saurez qu’on ne souffre chez nous
    Ni ban
    Ni jo
    Ni gui
    Ni tare
    Les mulâtres ne font pas ça
    Laissez donc ça aux nègres
    Malestar de tener que ser lo que no se quiere ser, forzado a realizarse como otros, en la
    sociedad en que vive sintiendo que no se es lo que se quisiera ser en el amor, en las
    costumbres…; es decir, tener que imitar al europeo como un mono, vivir haciendo
    monerías, y Damas, frente a la sociedad parisina, reacciona con el rechazo. En Si souvent
    (Tan frecuentemente),43
    Si souvent mon sentiment de race m’effraie
    Autant qu’un chien aboyant la nuit
    43 Ibíd., p. 49.
    18
    Une mort prochaine
    Quelconque
    Je me sens prêt à écumer toujours de rage
    Contre ce qui m’entoure
    Contre ce qui m’empêche
    À jamais d’être
    Un homme
    Et rien
    Rien ne saurait autant calmer ma haine
    Qu’une belle mare
    De sang
    Faite de ces coutelas tranchants
    Qui mettent à nu les mornes à rhum
    En Savoir-vivre y Si souvent aparece pues con vigor el distanciamiento entre lo suyo, lo
    criollo y lo guyanés, producto de tantos cruces étnicos.44 Damas se declara negro y
    confronta su cultura local guyanesa con la cultura europea de lo cotidiano, expresando un
    claro rechazo cultural. Si Damas, el guyanés, rechaza lo europeo, el cubano Nicolas
    Guillén, al contrario, proclama la coexistencia de los dos componentes étnicos de su
    cubanía.45 Vemos así que Damas se expresa con verticalidad rechazando lo europeo, esa
    cultura y el racismo sufrido por él y por los suyos en ese continente.
    En Hoquet (Hipo),46
    ………………………………
    Taisez-vous
    Vous ai-je ou non dit qu’il vous fallait parler français
    Le français de France
    Le français du français
    Le français français
    En resumen, Damas expresa su rechazo racial de la Europa blanca y prefiere su África
    negra; rechaza la cultura occidental: comportamientos culturales fisiológicos (bostezo),
    la imitación del otro (singer l’autre); lamenta en París los aspectos ecológicos que añora
    (la frialdad del sol y de la luz de la calle europea frente a su sol ecuatorial) y lo expresa
    con cierta violencia verbal.
    Los polos semánticos dominantes en Damas en los ejemplos citados son principalmente un
    deseo profundo de calmar el odio que provoca la imposición de la cultura del otro, que
    impide la expresión de lo propio, ese odio que aflora en “un verdadero charco de sangre” y
    en el “machete afilado” para vengar el oprobio. Rechazo de la cultura del colonizado, tanto
    en la expresión artística y musical (violín frente a tambor y banjo) y de los modales europeos
    (el bostezo o el hipo). Rechazo de la lengua y de la pureza de la lengua exigida por el
    colonizador (“el francés de Francia / el francés del francés / el francés francés”).47
    44 Con sus negros y mulatos, sus indígenas y sus cimarrones, con todas sus lenguas vernáculas y criollas.
    45 En Balada de los dos abuelos.
    46 En Pigments, p. 35.
    47 Enfrentamiento lingüístico entre el francés de Francia y el francés de las Antillas y el creole.
    19
    Sin embargo, todos sus poemas, así como los de Césaire, están escritos en un francés muy
    académico y prácticamente no aparecen rastros de criollismos o de lenguas de América.
    Al contrario, casi todos los poetas hispanohablantes adoptan frecuentemente y en
    numerosos pasajes las normas locales de las variantes dialectales del español de América
    y del Caribe.48 Tanto el cubano Nicolás Guillen como el puertorriqueño Luis Palés Matos
    y el dominicano Manuel del Cabral usan las variantes locales, americanismos, alusiones,
    voces populares o “africanizadas”, quizá testigos de algún protocriollo del español de los
    primeros tiempos de la colonia para aludir a los orígenes africanos.
    El Caribe hispanohablante
    En la poesía del universo hispanohablante aparece el mulataje y se reflejan las pretendidas
    superioridades sociales entre negros y mulatos, secuencia de las existentes entre libertos
    y esclavos, evidentes alusiones a las discriminaciones negro/mulato desde el punto de
    vista cultural.49 En el caso de Damas, la relación de oposición es educativa y cultural; en
    Guillén, es estampa de costumbres y de actitudes sensuales y sexuales.
    Por su parte, el dominicano Manuel del Cabral aborda sobre todo su negritud desde el punto
    de vista social y epidérmico. En su poema épico Compadre Mon, Cabral aborda la
    cotidianidad de una isla dividida en dos países, en dos culturas: la discriminación en todos
    sus aspectos, la explotación del negro y del pobre, el rastro de la ocupación norteamericana
    a los dos lados de la frontera dominico-haitiana.50
    ……………………………………………………………………………….
    También no olvides que un día fue nuestra isla una yunta
    que llevó juntos dos bueyes aquel sajón que sin leyes
    hizo de dos penas una; porque ayer nos vio la luna
    —como nos verá mañana— en la misma geografía,
    mas sin esta compañía sólo el de fuera es que gana.
    Mira este negro. ¿Lo ves? Ganándose un cobre diario,
    hay quien le baja el salario por el color de la piel
    ………………………………………………………………………………..
    Y le dije, buen mañé, por hombre que soy, no dejo
    que hagan blanco en tu pellejo; es más que por ti, por todos
    que te defiendo; sé yo que no es por tu piel, sino
    por algo que está en el fondo
    ………………………………………………………………………………..
    Vienen leyes, vienen guerras, y el negro sobre la tierra
    sigue siendo el buey mejor. Mas no está solo en el orbe,
    48 Es quizá porque un criollo del español solamente existe en Colombia y en una región muy apartada, en el recodo
    entre Caribe y Pacífico, en el Palenque de San Basilio.
    49 Ver en Guillén: “[…] tanto tren con tu sojo, tanto tren. Si tú supiera, mulata, la veddá: que yo con mi negra tengo, y
    no te quiero paná! […].”
    50 Los Estados Unidos de Norteamérica ocuparon los dos países, la República Dominicana y Haití, entre 1916 y 1924
    para el primero y de 1915 a 1934 para el segundo. Producto de esta ocupación, surgieron secuelas particulares con
    la exportación de braceros haitianos a las recientes plantaciones cañeras dominicanas, negociada por los cónsules
    norteamericanos en ambos países, y las consecuencias de esta nueva migración forzada y forzosa entre los dos países.
    Otra de las consecuencias de estas ocupaciones administrativas y militares fue la reacción identitaria surgida en
    ambos países frente al ocupante anglosajón: en Haití, latinismo afrancesado y luego negrismo; en la República
    Dominicana, latinismo hispano, indianismo e hispanidad.
    20
    porque al negro como al pobre lo ven del mismo color.
    Pero no he de olvidar yo en aquella correría,
    algo que me sorprendió, porque es algo que vi yo
    también en la tierra mía.
    Pues al igual que en mi Cibao, en esta tierra de Haití
    vi también el baquiní51 con su modo y su zarao;
    así yo no vi este rito como de tierras remotas;
    porque oyendo bien sus notas, parece que el angelito
    lo sentimos de igual modo en este planeta, todos
    ………………………………………………………………………………..
    Gota a gota se caen en tu llanto de azúcar
    Martinica, Jamaica, Guadalupe, Bahamas…
    No. Hoy no quiero venir a beberme el elástico,
    el sólido aguardiente del cuerpo de la haitiana.
    ………………………………………………………………………………..
    Prieto aprieto para mí que ver claro quiero ya,
    Pues suelen llamarle acá a toda la isla, Haití
    Pero hasta un fruto hay allí que con dos tonos nació:
    Mitad noche, mitad día, clara y negra es la peonía
    Lo mismo que el dominó; y cosa rara se da
    Por la frontera, se ve que un haitiano metió el pié
    Y manoseó la mitad.
    Y la mitad que es mía… tiene —aunque por él repingo—
    Un nombre haragán: Domingo,
    Mas no por eso se aísla de todo sudor la isla,
    Porque aquí siempre trabaja como el cura, la navaja…
    Es que mucho ha de rezar quien tiene de anillo el mar.
    Y rezamos mucho si, mas no por ser nazarenos
    Ni por haber dado palos, porque siempre donde hay malos
    Si son muy pocos son buenos
    ………………………………………………………………………………..
    Los polos semánticos dominantes en este fragmento implican la denuncia de la
    discriminación y de la explotación del ser humano, la injusticia social de que es víctima y
    el profundo sentimiento de injusticia. El negro no es negro racialmente sino de manera
    epidérmica. En ambos países, la República Dominicana y Haití, hay profunda similitud de
    costumbres. Pero sobre todo el negro es el otro; el caribeño y el poeta no se asimila con
    ese color de la piel ni lo rechaza tampoco, pero se siente la condición de mulato (“Mitad
    noche, mitad día, clara y negra es la peonía / Lo mismo que el dominó”). Ron y sensualidad
    se mezclan en los dos países (“Hoy no quiero venir a beberme el elástico, / el sólido
    aguardiente del cuerpo de la haitiana”). En ambos países y el Caribe todo, una sola
    condición: la explotación social (“al negro como al pobre lo ven del mismo color”).
    En Trópico suelto,
    51 Baquiní: ceremonia de entierro de niños, desfile acompañado de canciones.
    21
    A ratos machacas con tus zapatos,
    Tu cadera
    Que padece una vieja borrachera,
    Tu aliento
    Que a veces quema hasta el fular del viento,
    Saben a la locura de tu barro mezclado
    De mula tropical, del sol quemado?
    Mulata que te hicieron de la noche y el día,
    En el café con leche
    Bebo tu carne de fantasía.
    Tabaco para hacerlo picadura
    Con el cuchillo de la dentadura: tu talle
    Que le roba los ojos a la calle.
    Sobre las marejadas de la hamaca
    Meces tu carcajada de maraca;
    Como si de repente fabricaras la aurora
    En tu carne de cuero de tambora,
    De tambora, que a veces, roncos ruidos arrancas
    Para las tempestades de tus ancas
    Alma de raspadura y píen de ají,
    Quema y endulza tu mordedura.
    Voy a decir que te metiste en mí
    Como si fueras una calentura.
    La mulata sensual, el baile y el aguardiente son los elementos constituyentes de la
    idiosincrasia isleña. No hay rechazo del otro, sino aceptación de “lo nuestro” y reclamo
    de justicia social.
    En el puertorriqueño Luis Palés Matos y sus poemas negros se destaca Mulata Antilla
    (1937), en el cual se exalta el mulataje y África, y lo negro se traduce a menudo en un
    lenguaje cacofónico y coloquial, testigo del habla local, español coloquial y regional:
    En ti ahora, mulata,
    Me acojo al tibio mar de las Antillas.
    Agua sensual y lenta de melaza,
    Puerto de azúcar, cálida bahía,
    Con la luz en reposo
    Dorando la onda limpia,
    Y el soñoliento zumbo de colmena
    Que cuajan los trajines de la orilla.
    En ti ahora, mulata,
    Cruzo el mar de las islas.
    Eléctricos mininos de huracanes
    En tus curvas se alargan y se ovillan,
    Mientras sobre mi barca va cayendo
    La noche de tus ojos, como tinta.
    En ti ahora, mulata…
    22
    ¡Oh despertar glorioso en las Antillas!
    Bravo color que el do de pecho alcanza,
    Música al rojo vivo de alegría,
    Y calientes cantáridas de aroma
    —Limón, tabaco, piña—
    Zumbando a los sentidos
    Sus embriagadas voces de delicia.
    Eres ahora, mulata,
    Todo el mar y la tierra de mis islas.
    Sinfonía frutal, cuyas escalas,
    Rompen furiosamente en tu catinga
    He aquí en su traje verde la guanábana
    Con sus finas y blandas pantaletas
    De muselina; he aquí el caimito
    Con su leche infantil; he aquí la piña
    Con su corona de soprano…Todos
    Los frutos, ¡oh mulata! tú me brindas
    En la clara bahía de tu cuerpo
    Por los soles del trópico bruñida.
    ¡Oh, Cuba! ¡Oh, Puerto Rico!
    Fogosas tierras líricas…
    ¡Oh, los rones calientes de Jamaica!
    ¡Oh, el aguacate de Santo Domingo,
    Y el caldo denso de la Martinica!
    Ahora eres, mulata,
    Glorioso despertar en mis Antillas.
    Este es un Caribe gustoso y apetitoso, un país frutal en una geografía cálida y tibia, rodeada
    de mar, donde se disfruta de la mulata con sensualidad y erotismo exaltados por la música,
    el tambor, la voz y el canto. Es paraíso soñado por hombres que saben disfrutar de la vida.
    En Danza negra,
    Calabó y bambú.
    Bambú y calabó.
    El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
    La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.
    Es el sol de hierro que arde en Tombuctú.
    Es la danza negra de Fernando Póo.
    El cerdo en el fango gruñe: pru-pru-prú.
    El sapo en la charca sueña: cro-cro-cró.
    Calabó y bambú.
    Bambú y calabó.
    Rompen los junjunes en furiosa ú.
    Los gongos trepidan con profunda ó.
    Es la raza negra que ondulando va
    en el ritmo gordo del mariyandá.
    Llegan los botucos a la fiesta ya.
    Danza que te danza la negra se da.
    23
    Calabó y bambú.
    Bambú y calabó.
    El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
    La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.
    Pasan tierras rojas, islas de betún:
    Haití, Martinica, Congo, Camerún;
    las papiamentosas Antillas del ron
    y las patualesas islas del volcán,
    que en el grave son
    del canto se dan.
    Calabó y bambú.
    Bambú y calabó.
    Es el sol de hierro que arde en Tombuctú.
    Es la danza negra de Fernando Póo.
    El alma africana que vibrando está
    en el ritmo gordo del mariyandá.
    Calabó y bambú.
    Bambú y calabó.
    El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
    La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.
    Lengua, literatura y cultura:
    similitudes y diferencias
    Hemos podido observar en todos los breves análisis textuales presentados sobre Césaire y
    Damas y las citas de los poetas hispanohablantes del Caribe que existen diferentes
    posicionamientos de la voz poética según el país de que se trate. En Haití no ha habido
    un movimiento de negritud. Después de la Revolución y la independencia haitianas, el
    criollo se desarrolla libremente y hasta la denominación del ser humano se cambia; ya
    sea del color que fuera, todo haitiano es un Neg.
    52 Hasta los polacos que se quedaron en
    Haití luego de la derrota de las tropas de Napoleón fueron llamados Neg.
    Si ha habido luchas y discriminaciones entre negros y mulatos, se ha traducido en las
    luchas políticas del siglo XIX y en la adopción y la tergiversación del negrismo de JeanPrice Mars por el dictador Duvalier. No hay dentro del país un poder blanco presente, y
    su independencia del poder exógeno, Francia, se produjo hace ya dos siglos. La
    necesidad identitaria de afirmarse frente al otro dominante y diferente es menor y se ha
    producido frente al ocupante anglosajón de principios del siglo XX. En el Caribe francés,
    por el contrario, el contacto con su metrópolis es cotidiano. Si estos territorios dejaron de
    ser colonias y se transformaron en Departamentos franceses desde 1948, la llamada
    “continuidad territorial” le permite al martiniqueño, al guadalupeño o al guyanés saber al
    minuto lo que esté sucediendo en cualquier parte de la geografía hexagonal, ya que todas
    o casi todas las emisoras de radio pasan cada hora las informaciones “nacionales”, por
    52 En la primera constitución haitiana se define al ciudadano haitiano como negro, lo que recoge el dominicano Moscoso
    Puello en sus Cartas a Evelina, “los haitianos son constitucionalmente negros”.
    24
    relevo de las metropolitanas, las que no incluyen casi nunca lo “regional-caribeño”. En la
    televisión transmiten diariamente dos noticieros televisivos, el nacional y el regional. En
    los tres departamentos se tiene contacto cotidiano con la cultura francesa hexagonal, la
    imagen, la lengua oral y escrita tal y como se practica en la metrópolis y con todos los
    acontecimientos del diario vivir.
    La escritura de Césaire y de Damas se produce en la década de los treinta, en París, en
    contacto con los artistas norteamericanos negros que; por su condición de color eran poco
    aceptados en los Estados Unidos en esa época y eran acogidos en el Paris nègre de Josephine
    Baker, de los escritores negros norteamericanos y africanos, en medio de la gran popularidad
    del jazz y del art nègre. París es el punto de contacto con la gente de todas las colonias del
    imperio francés (Senegal y los diversos países africanos, con las viejas colonias de América,
    Martinica, Guadalupe, Guayana). Estudiantes, artistas, músicos, intelectuales negros de
    todas partes del mundo, en medio de un país blanco y ‘acogedor’. Es el momento en que se
    desarrolla el cubismo y el abstraccionismo, derivados del descubrimiento de las máscaras y
    del arte africano.
    En ese momento, en medio de la sociedad colonizadora, curiosa de lo exterior pero
    cerrada sobre sus propios valores, se produce el movimiento negro en el universo
    francoparlante. Las condiciones socioculturales no son pues las mismas de un Caribe
    hispanófono que había logrado independencias y había tenido guerras étnicas,
    reivindicaciones autonomistas y la injerencia en sus propios territorios de la bota de un
    invasor extranjero anglosajón.
    ¿En qué puntos específicos se parecen o se diferencian las poéticas de los dos universos
    lingüísticos y culturales de este Caribe plurilingüe, multiétnico y pluricultural? No
    abordamos únicamente los poetas aludidos y citados en el presente trabajo, sino también
    muchos que no han sido mencionados explícitamente.
    En lo que concierne al lenguaje poético, en el universo francoparlante se da relativamente
    poca importancia al ritmo y a la sonoridad; en Césaire tenemos más bien una prosa poética
    y en Damas la frase poética tiene ritmo y sonoridad, aunque de manera muy comedida si
    se compara con los del otro universo donde impera la musicalidad, el tambor, el
    movimiento rítmico, la rima y la asonancia, las rimas internas, las eufonías y cacofonías y
    una adjetivación rica y profusa.
    En el universo francoparlante la voz poética de Césaire es el Yo, el negro universal;
    en Damas, el Yo, el negro guyanés, quien no quiere ser “el otro”, a quien se le quiere
    “asimilar”. Entretanto, en el universo hispanohablante el poeta es un observador del
    universo negro. El negro es el caribeño, es antillano tanto en Palés Matos como en
    Cabral. En Guillén también la voz clama por el otro, el caribeño, y en dos de sus
    principales poesías la voz es el Yo, Africano (pero cubano): “Yoruba soy […] y como
    soy un yoruba de Cuba […].”
    En cuanto al uso de la lengua, en el universo francoparlante se nota el empleo de una
    lengua culta y elaborada que respeta la norma culta del francés de Francia, y una relativa
    ausencia de la lengua criolla, que aparecerá muy poco en Damas, mientras que, en el
    universo hispanohablante, surgen a menudo las variaciones dialectales del español
    cubano y caribeño en Cabral, Guillén y Palés.
    25
    Como hemos podido constatar en los diversos ejemplos y en los polos semánticos
    dominantes en el universo francoparlante, hay una voluntad expresa de diferenciación y
    rechazo del “otro”, de la cultura de Europa, y un posicionamiento frente a la política de
    la asimilación practicada por el colonizador. En el universo hispanohablante, la posición
    del poeta es incluyente del “otro”, del europeo o del caribeño. Lo Caribeño es mulato en
    Guillén (“el abuelo blanco y el abuelo negro”, “todo mezclado”) y en Palés Matos
    (Mulata Antilla); en el dominicano Cabral, lo Caribeño es el otro caribeño (“Gota a gota
    se caen en tu llanto de azúcar Martinica, Jamaica, Guadalupe, Bahamas”), es “barro
    mezclado”, es “Mulata que te hicieron de la noche y el día”, es “café con leche”. Se hace
    amalgama en la nueva nación lo traído de Europa y lo importado de África, lo mulato, lo
    mezclado, y ‘somos lo que somos’ aquí y ahora.
    El poeta francoparlante es sobre todo anticolonialista, mientras que el hispanohablante
    se reclama antiimperialista, nacionalista, social, paternalista.
    En el universo francoparlante la imagen de sí es más bien racializada y busca la
    revalorización de sí frente al “otro”. Es ascética y no presenta hedonismo. Es el negro
    universal, el negro frente al blanco colonizador y dominante que impone la otra cultura y
    la otra regla. En la poesía de estos franco-caribeños no aparece prácticamente ninguna
    descripción psicofisiológica.
    Mientras que en el hispanohablante esta imagen es más bien folclorizada, apoyada
    muchas veces en la imagen que ofrece de ella el grupo dominante, pero muchas veces
    satírica e irónica: “¿Por qué te pone bravo cuando te dicen negro bembón?” La imagen
    es muy plástica y psicofisiológica: el pelo, las nalgas, las narices, el caminar, la ropa, las
    costumbres,…
    En última instancia, mientras que el hispanohablante es un hedonista gozador, bebedor,
    bailador, muy sexuado, sexual, polígamo y pendenciero en el universo francoparlante se
    presenta un asceta, serio, tierno, amoroso.
    Primera diferenciación entre las colonias del Caribe: nichos ecoculturales en el
    Caribe insular
    Las situaciones socio étnicas no han suscitado en todos los lugares del Caribe insular las
    mismas reacciones identitarias. En el Caribe francoparlante se reprocha sottovoce algunas
    posiciones de la negritud cubanas y se señala casi como mención el “abuelo blanco y el
    abuelo negro” de Nicolás Guillén o el mulataje de los dominicanos y puertorriqueños. La
    visión de sí mismos de los caribeños no es constante ni idéntica, ni en el discurso ordinario
    ni en el discurso poético.
    Varios factores socioculturales se combinan en la configuración de la visión de sí y del
    otro en las naciones americanas y sobre todo en el Caribe insular.
    Entre los principales factores podemos citar:
    la proporción de los grupos étnicos en presencia en cada isla o nación: africanos,
    indoamericanos, migrantes orientales (que substituyeron la mano de obra esclava
    26
    luego de las aboliciones de la esclavitud sucesivas en el Caribe y en el continente)53
    frente a los amos europeo blancos;54
    el marco legal de la esclavitud que determina el grado de mestizaje o de segregación
    “racial”;55
    el enfoque racial de la cultura dominante (países donde una sola gota de sangre negra
    determina al individuo como de “raza negra”, aunque “parezca” “blanco”), o países
    donde el poder económico del individuo, a pesar del color de su piel, puede comprar
    cédulas de blanqueamiento (grupo hispano);
    las tendencias hipodependencia en lugares donde la ausencia de una etnoclase (colono
    europeo),56 en las casillas o nichos “raciales” existentes, permite que el color no sea
    determinante para una clasificación de negro/mulato/blanco y que el más claro sea
    considerado como “blanco” o “blanco de la tierra”.57
    La generalización de términos para nombrar a la persona o el grupo, sea a partir de una
    discriminación únicamente deíctica, sea “racial” (sin ser absolutamente exhaustivos), es
    enorme. Estos expresan en su uso ya sea el color de la piel, ya sea la “raza” y muchas
    53 Ver Pedro Ureña Rib: “Cultures créoles et enseignement de langues dans la Caraïbe. Un outil pour l’étude interculturel
    des images et des représentations réciproques. Étude de cas appliqué à la République Dominicaine et à la Martinique”,
    tesis, UAG, 1997.
    54POBLACIÓN A FINALES DEL SIGLO XVIII POBLACIÓN A FINALES DEL
    SIGLO XVIII
    (datos extraídos de R. Cassá: ob. cit., p. 158)
    Santo Domingo, colonia española
    Población total de 100 000 a 125 000
    población esclava 25 000
    población libre o de color 40 000
    los “pretendidos” blancos el resto
    Lo que quiere decir que la composición de la sociedad en
    etnoclases se distribuía de la siguiente manera:
    los mulatos 60 %
    los negros 20 %
    los pretendidos blancos 20 %
    Colonias francesas
    Hacia la mitad del siglo XVIII (G. Anglade, apud R.
    Cassá, ob. cit., p. 157):
    Saint-Domingue
    esclavos 88 %
    libertos (la mayoría mulatos) 4 %
    blancos 7 %
    En 1789 (F. Doumenge y Y. Monnier: Les Antilles
    Françaises, PUF, 1989, p. 32):
    COLONIA HABITANTES (DE LOS CUALES)
    ESCLAVOS
    Martinica 99 204 83 314
    Guadalupe 106 534 89 825
    55 El Código Negro francés fue publicado en 1685 y el Código Carolino en 1784, o sea casi cien años después.
    56 Después de las despoblaciones de Osorio en Santo Domingo en los primeros años del siglo XVII, se inicia un proceso
    de migración de colonos con sus esclavos hacia centros urbanos del sureste de la isla o hacia las tierras continentales
    recién conquistadas. La economía de plantación había disminuido en gran medida y había sido pobremente
    substituida por la ganadería, muchas veces con ganado cimarrón. La población restante, sin gran comercio y en
    condiciones de autarcía (amos y esclavos empobrecidos), se establece en los pueblos y villas y cría ganado en los
    campos. El esclavo del campo monta a caballo y porta armas para cazar y arrear el ganado cimarrón, lo que le da un
    estatus casi similar al amo “blanco”. Muchos otros esclavos son ganaderos y trabajan por jornales en diferentes
    oficios ganando su sustento y retribuyendo al amo parte del importe de su sudor. Las posibilidades de estos esclavos
    de comprar su libertad y su “blanqueamiento” por ser ganaderos y a veces más acomodados que el amo blanco, va a
    crear condiciones en las cuales los límites raciales se difuminan. A esto ha de agregarse las políticas de
    blanqueamiento de la raza que se pusieron en marcha desde el siglo XVIII con el estímulo de las migraciones canarias
    y de otras regiones de España. La población se convierte en “mulata” (por el color, pero no por la clase) y se parapeta
    en el “indio”, que tiene el prestigio de ser “libre” desde los acuerdos de Enriquillo y Carlos V a principios del siglo
    XVI. Y frente a la poca presencia del “blanco puro” europeo, heredero del poder colonial, surge el “blanco de la
    tierra” frente al “blanco peninsular”. Ver Roberto Cassá: ob. cit.; y Moreau de Saint-Mery: Description de la partie
    espagnole de Saint-Domingue, 1975 (1783).
    57 Ver cita 8.
    27
    veces, según el país de que se trate, señalan la etnoclase, o sea, la posición social que
    ocupa o podría ocupar el designado en el plano social.58 Estos usos son muy diferentes
    del moderno concepto “políticamente correcto” de afro: afrocolombiano, afroperuano,
    afroamericano, afrocubano.
    Algunos ejemplos:59
    pardos en Venezuela;
    cabecitas, negros y prietos en Argentina;
    jarochos en México;
    los dominicanos hoy en día son casi todos indios claros, oscuros, canela, lavados,…
    (utilizados como elipsis o eufemismos de negro, mulato, moreno, prieto,…); aparte y
    ya casi en desuso, cocolo, que era antes un término insultante y se convierte hoy en
    referente étnico valorizante;
    en las Antillas francesas y Haití, noir, mulâtre, chabin, coolie, batard chinois, békés,
    capresse, marabou,…;
    jíbaro60 en Puerto Rico;
    en Cuba, oriental, palestino, negro, negrito, negrón y las más diversas gamas de
    “coloratura”; la categorización “racial” recogida en el censo: blancos, mestizos y
    negros.61
    Esto, sin contar el inmenso léxico de combinaciones ascendentes o descendentes en color,
    posición social y orígenes “raciales”: afro, amerindio, europeo, chino, coolies (de las
    Indias orientales), cimarrones,…
    Otro de los factores que influyen en la diferenciación de las culturas, lo constituye la
    ocupación del territorio de la nación o de la isla por los diferentes grupos étnicos. Los
    afrodescendientes a veces ocupan la totalidad del territorio en ‘islas plantación’ o regiones
    geográficas en las antiguas regiones mineras en el continente, por una parte, o en sitios de
    relegación y de segregación (el Chocó en Colombia, la provincia de Esmeraldas en
    Ecuador), por otra; en Bolivia encontramos afrodescendientes con cultura amerindia. Los
    argentinos ocultan el ancestro negro;62 El Callao y las zonas del Pacífico norte en Perú
    58 “Ser blanco es una profesión” en la República Dominicana y “Noir riche c’est mulâtre, mulâtre pauvre c’est noir”
    en las Antillas francesas.
    59 “Léxico del mestizaje en América y el Caribe”, texto del autor en preparación.
    60 “El ‘jibarismo’ literario de la élite no ha sido otra cosa, en el fondo, que la expresión de su propio prejuicio social y
    racial. Cuando en Puerto Rico se habla de ‘comida jíbara’ se está hablando, en realidad, de ‘comida de negros’:
    plátanos, arroz, bacalao, funche,… Si la cocina nacional de todas las islas y las regiones litorales de la cuenca del
    Caribe es prácticamente la misma por lo que atañe a sus ingredientes esenciales y solo se conoce ligeras, aunque en
    muchos casos imaginativas variantes combinatorias pese al hecho de que esos países fueron colonizados por naciones
    europeas tan diferentes como la española, la francesa, la inglesa y la holandesa, ello solo puede explicarse, me parece,
    en virtud de que todos los caribeños (insulares o continentales) comemos y bebemos más como negros que como
    europeos.” Ver José Luis González: “El país de cuatro pisos y otros ensayos”, Ediciones Huracán, Río Piedras, Puerto
    Rico, 1989.
    61 Esteban Morales: Cuba: estadísticas y color de la piel, Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos
    (CEHSEU), Universidad de La Habana, 2010.
    62 Ver Jean Arsène Yao: Negros en Argentina: integración e identidad, Universidad de Alcalá.
    28
    son negras, incluso el valle de Azapa en Arica, Chile, donde resurge de nuevo el
    movimiento de orgullo negro.63
    Como hemos visto, en los diferentes países de América las implicaciones etno-raciales
    no son las mismas. Unos conquistadores eran proclives a unirse con sus esclavas, y la
    única tara que ello implicaba era el problema católico de matrimonio o no, de
    amancebamiento, lo que instauró la bastardía mulataje, mestizaje y numerosos “cruces”.
    Moreau de Saint-Méry clasifica en su paso por la colonia francesa de Saint-Domingue,
    hoy Haití, una clasificación extensa de tipos de “mezclas” humanas, tales como
    cuarterón, octavón, según la tipología “racial” de los padres y abuelos…, y compara con
    su vecina Santo Domingo para mostrar los tipos de relaciones establecidas entre los
    grupos “raciales”.64
    Otros colonizadores, de origen más bien protestante, sea neerlandés o anglonormando,
    preferían el desarrollo separado de las diferentes comunidades, creándose así guetos y
    reservaciones. Los Códigos de Indias fueron impuestos para que los colonos europeos
    tuviesen poder legal sobre la vida y la muerte, el matrimonio, la preservación de la familia
    de los esclavos y para que esas minorías de origen europeo pudiesen manejar, lejos del
    alcance de los poderes exógenos de las monarquías europeas, a las grandes masas esclavas
    de origen africano o indígena.
    Otro parámetro que debemos considerar, es el de las relaciones que las colonias
    establecen con los otros pueblos con los que mantiene o ha mantenido relaciones más o
    menos estrechas, relaciones de comercio y de intercambio, sean armónicas o de fuerza.
    En el caso caribeño, predominantemente, se han mantenido estas relaciones con los
    63 “La desconocida comunidad chileno-africana: Chile también tiene la piel negra. El Valle de Azapa en Arica
    alberga aún a los descendientes de esclavos africanos que llegaron a América durante la Colonia. A ello se suma
    la llegada a Santiago de afrodescendientes latinoamericanos que han decidido asentarse en el país, casarse con
    chilenos y dar origen a una nueva raza: los ‘afromapus’. Bemba. Mondongo. Lampa. Rumba, zamba, mambo. La
    llegada de esclavos negros a América trajo consigo también su idioma. El quimbundo, la lengua más hablada del
    África central, influyó en varias palabras del español virreinal. Alguna vez se pronunciaron en Arica, donde, luego
    de abolida la esclavitud, los ‘negros libres’ echaron raíces en sus fértiles valles.” Ver artículo de Moisés Ávila y
    Felipe Valenzuela, Centro de Documentación Mapuche, domingo 8 de junio de 2008, en
    http://www.mapuche.info/index.html.
    64 Moreau de Saint-Méry, hombre blanco de Martinica, en su Description de la partie espagnole de Saint-Domingue,
    publicada luego de su viaje de estudio a las colonias de Saint-Domingue (1784), muestra las diferencias existentes
    entre la colonia francesa y la española en lo que concierne, entre otras observaciones, a las relaciones interraciales
    (se utiliza la versión española traducida por el autor de este trabajo y Carmen Cot de Ureña para la Sociedad
    Dominicana de Bibliófilos):
    Los prejuicios de color, tan poderosos en otras naciones donde se ha establecido una barrera entre los blancos y los
    libertos o sus descendientes, casi no existe en la parte española. Por eso, las leyes de las Indias españolas sobre los
    libertos han caído absolutamente en desuso. Hay que repetirlo, la constitución política de la colonia española no
    admite diferencias entre el estado civil de un blanco y el de un liberto. Es también rigurosamente cierto que la
    gran mayoría de los colonos españoles son mestizos, que tienen todavía más de un rasgo africano que los
    traicionan luego, pero que han hecho disimular un prejuicio que podría considerarse nulo […].
    Ver Pedro Ureña Rib: ob. cit. en nota 52.
    29
    antiguos imperios europeos colonizadores, con los cuales aún subsisten lazos
    neocoloniales,65 y a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con los Estados Unidos.66
    Asimismo, hemos de considerar las bases originales de donde parte el desarrollo de las
    culturas criollas del Caribe. No debemos enfocar estas culturas como sociedades de
    plantación únicamente. Hemos concebido las bases culturales en torno a cuatro
    elementos primordiales que conforman el zócalo cultural inicial en todas las islas o
    territorios del Caribe.
    El primero es la vocación o función que las potencias europeas asignaron a los nuevos
    territorios: puertos de estrategia o de ataque a las naves de las potencias enemigas.67 Los
    piratas Drake, Penn y Venables ocupan territorios68 y los españoles han de construir
    fortalezas y fortines, y variar las rutas de comercio entre la Península y las posesiones
    americanas. Dedican Puerto Rico como colonia militar de avanzada a la entrada de las
    Américas, y Cartagena, Veracruz y la Habana hacia el retorno. Santo Domingo queda
    descartada como escala y cae en la mayor pobreza y abandono. A partir de 1615
    aproximadamente, ingleses, franceses, daneses y suecos venden y compran entre sí las
    islas ocupadas o conquistadas, instalando plantaciones de supervivencia o de explotación
    industrial o puestos de apoyo logístico. Así, además de la función militar de protección o
    de acoso, los nuevos territorios fueron destinados a la explotación minera, a ser
    reservorios de alimentos y agua para los navíos de sus armadas, o para la plantación
    cañera, de añil y de otros rubros comerciales.
    El marco legal de la esclavitud, fijado por los códigos negros francés y español, define de
    igual manera las relaciones entre los grupos humanos de las colonias. Existen varios
    parámetros que pueden ilustrar el tipo de relaciones que se han establecido en las
    65 Trazas de lazos neocoloniales en el Caribe los encontramos en la educación formal, sobre todo en los estudios
    secundarios. En el caso del bachillerato, en el Caribe francés o en el angloparlante el CXC (Council Examination
    Center) se aplicaban, hasta hace muy poco tiempo, los mismos exámenes preparados para los estudiantes de las
    metrópolis. Estos dos elementos han jugado un papel preponderante en la transmisión de la lengua y la cultura del
    antiguo país colonizador, manteniendo a veces con mucha fuerza el elemento de diglosia lingüística y cultural que
    diferencia y valoriza la cultura europea frente a los elementos criollos, considerados poco elegantes o insignificantes
    y vulgares. En nuestra experiencia como profesor en los campus universitarios francoparlantes del Caribe, pude
    constatar que los elementos culturales característicos de la zona eran pobremente dominados por los estudiantes, y
    los escritores locales, aunque reconocidos a nivel nacional y europeo, eran casi o totalmente desconocidos. Una
    explicación podría ser que los candidatos y los maestros sabían que, en los exámenes terminales del bachillerato, lo
    local no formaba parte de la cohorte de figuras cuyo conocimiento sería imprescindible para aprobar el bachillerato
    francés o el bachillerato de los países anglófonos. Y es evidente que los lazos políticos con las antiguas y nuevas
    metrópolis sean también predominantes: desde el siglo XIX los protectorados, prolongación del sistema colonial; la
    creación de los Departamentos de Ultramar (1946); y las ocupaciones administrativas y militares de los Estados
    Unidos, han sido factores que han desempeñado un papel de identificación negativa de los habitantes de ese Caribe
    frente a sí mismos.
    66 Los Estados Unidos han realizado en la zona, desde mediados del siglo XIX, intervenciones armadas y ocupaciones
    de tierras e islas que dejan trazas indelebles en la cultura del país intervenido (la educación, la justicia, la organización
    del Estado), lazos de estrecha dependencia; últimamente existen enormes flujos migratorios hacia y las antiguas
    metrópolis y los Estados Unidos.
    67 La necesidad de defender los puertos y territorios de piratas, filibusteros y bucaneros (estos últimos instalados en
    la isla de la Tortuga desde principios del siglo XVII), era elemento esencial para la permanencia de la potencia
    colonizadora en la zona.
    68 Jamaica fue arrancada del imperio español en 1665 y Trinidad y Tobago fueron capturadas por los británicos en
    1889, para marcar solamente dos ejemplos. En América debemos partir del zócalo inicial, que se constituye al
    momento de la llegada del primer grupo de invasores de la era moderna, los europeos, y luego examinar los lazos
    históricos con aquellos países con los que se mantienen relaciones estrechas, vecindad o hegemonía de poder.
    30
    colonias francesas e hispanas entre los grupos europeos y africanos. Además del cuadro
    de la nota 53, podremos apreciar un sustrato histórico que ha dejado huellas en las
    imágenes de los unos y los otros en la cultura actual, producto de las tensiones que
    pudieron existir entre amos y esclavos en épocas coloniales. El enfoque de la literatura
    negra no es ni puede ser idéntica en los diferentes puntos geográficos, ni dentro de una
    unidad nacional como Cuba ni de una isla plantación, de crianzas o de hatos ganaderos.
    Según la importancia de la plantación o de las instalaciones militares, se establecerán los distintos grupos humanos: europeos, africanos, amerindios y
    orientales en proporciones diversas en cada punto. Ver la comparación poblacional entre
    Saint-Domingue y Santo Domingo en el siglo XVIII.
    69
    El Código Negro francés fue publicado por Colbert en 1685. Este imponía leyes
    segregacionistas, y la célula social predominante era la habitation del amo y su familia
    dentro de la plantación misma. El amo vigila directamente al esclavo, y su casa está a
    muy corta distancia de las de los esclavos (Rue Case-Nègres). En este universo, la
    proporción de población entre amos y esclavos equivale a un europeo contra nueve
    esclavos africanos, lo que implica una fuerte rigidez de la relación y una tensión particular
    entre los grupos segregados. Las tensiones son enormes en las pequeñas islas donde el
    espacio es totalmente ocupado por la plantación, la proporción entre los grupos
    amos/esclavos es tan desigual y los espacios de cimarronaje son muy limitados.
    El Código Negro español o Carolino fue dictado por Carlos III en 1784 para que “no
    suceda en Cuba lo que en Santo Domingo”. Pero se dio a los esclavos la posibilidad de
    compra de cédulas de blanqueamiento. En las sociedades hispanas, los amos residían
    en espacios urbanos; y los esclavos, en la lejana plantación con el mayoral, con una
    lejanía notable entre la familia del amo blanco y los esclavos de plantación. Otro
    elemento que incide en la diferenciación, es la presencia de los esclavos ganaderos y
    vaqueros, quienes en el caso de Santo Domingo montaban a caballo y portaban armas.
    En el Santo Domingo de principios del siglo XIX, precisamente en 1822 los haitianos
    que ocupan la colonia española liberan 9 000 esclavos entre “ganaderos” y “peones
    hateros” que montan a caballo y portan armas, de una población total de 126 000
    habitantes. Tanto en el Santo Domingo español como en el francés hubo espacios de
    cimarronaje amplios y lejanos de las plantaciones y de las ciudades. Las relaciones entre
    ambos grupos no fueron tan tensas entre esclavos y amos. En Cuba la presencia esclava
    estaba distribuida por regiones, según la presencia de la plantación en una u otra
    69 Ver nota 53.
    31
    provincia y hubo casi un equilibrio poblacional entre europeos blancos, mulatos y
    negros esclavos en los siglos XVIII y XIX70. Luego de las guerras de independencia en
    Cuba donde toda la población (blancos,mulatos y negros) dieron su vida, la nueva
    república le da la espalda a la ‘gente de color’ . Esta segregación sufrida por este
    segmento de la población de los puestos dominantes, determina un fuerte resentimiento
    de aquellos grupos que habiendo participado en las guerras independentistas forman
    entonces un partido político para reivindicar su puesto en la nueva República llamado
    los independientes de color. Acusados de racistas, reprimidos, se alzan en armas lo que
    determina un matanza de gente de color en un movimiento que ha sido llamado la
    guerrita del 12 por el año en que se desató 1912. Esta represión racial marcará también
    la visión de una Cuba donde Guillén declaró el ‘color cubano’, el abuelo blanco y el
    abuelo negro. Equilibrio de colores, lucha de clases, represión mortífera en los albores
    de la negritud.
    La presencia/ausencia del poder exógeno
    Las potencias europeas se intercambiaban en el dominio de los territorios, dejando
    muchas veces trazas indelebles en las islas y regiones caribeñas. Una de las principales
    es la ocupación inglesa de la Martinica, que en tiempos de la Revolución Francesa salvó
    la población de colonos blancos realistas de ser guillotinados, mientras que en la vecina
    isla de Guadalupe sucedió todo lo contrario cuando el delegado de la Revolución, Victor
    Hughes, se encargó de “limpiar” la isla de realistas europeos. Hoy, aparte de los
    “metropolitanos”, solamente quedan los blancos matiñones como vieja presencia blanca
    en la isla. Por tanto, hoy en Martinica coexisten en el mismo territorio los nietos de los
    esclavistas y los nietos y biznietos de los esclavos. Los primeros, llamados békés, buscan
    actualmente para su supervivencia, medios para cambiar una situación ancestral,
    desarrollando asociaciones que puedan borrar el legado de un pasado discriminatorio de
    ancestros que hasta hace poco se sentían orgullosos de mantener la “pureza de raza”.
    Testigo de esto último y a pesar de las leyes que proscriben el odio racial en la República
    francesa y de los movimientos recientes para un mejor entendimiento entre los grupos
    humanos en contacto en la isla, fue el incidente público de uno de los miembros de este
    grupo humano en ocasión de las recientes huelgas de Martinica y Guadalupe (2008-
    2009).71
    70 La población en Cuba para el año 1774 esta figurada en 171,620 habitantes. En el 1861, llegó a 1, 396, 530.
    Fuente: Knight, Franklin W. 1977. «Origins of Wealth and the Sugar Revolution in Cuba, 1750-1850». The Hispanic
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    Childs, Matt D. The 1812 Aponte Rebellion in Cuba and the Struggle against Atlantic Slavery. Chapel Hill: University
    of North Carolina Press, 2006.
    71 En una Martinica en plena crisis social, en huelga desde hace ocho días “contra la vida costosa”, fue difundido por
    Canal+ un reportaje (13 de febrero de 2009) sobre los herederos blancos de los primeros colonos instalados en la isla
    antes de la Revolución Francesa. Alain Huygues-Despointes, un béké de los entrevistados, lamenta que los
    historiadores no se interesen en “los buenos aspectos de la esclavitud” y explica que quiere “preservar su raza”.
    “Cuando veo a familias mezcladas con blancos y negros, los niños nacen de colores diferentes; no hay armonía”,
    declaró.
    32
    En Santo Domingo, sin embargo, hubo larga ausencia del español durante los siglos XVIII
    y XIX, lo que determinó un relativo ostracismo y una ‘mezcla racial’ debido a la pobreza
    del país, la ausencia de plantación y el número reducido de esclavos,72 mientras que en
    Cuba la dominación española se extendió hasta los albores del siglo XX, substituida por
    una presencia de los Estados Unidos que cercenó de cierta manera la independencia
    nacional. La esclavitud fue abolida tardíamente en 1868, pero durante todo el resto del
    siglo se siguieron importando y comprando esclavos de manera ilegal.
    Contactos de civilizaciones. El “otro”:
    los Estados Unidos frente al Caribe
    Desde mediados del siglo XIX los Estados Unidos han pretendido ocupar y dominar
    diversos países caribeños (Nicaragua, Cuba y Puerto Rico), a partir de la Guerra Hispanocubano-norteamericana de 1898 y sus prolongamientos con la Enmienda Platt y la
    conversión de un Puerto Rico, a punto de ser autónomo, en Estado Libre Asociado.
    Las dos naciones que constituyen la isla de Quisqueya o Haití, fueron ocupadas militarmente
    de 1915 a 1934 para la República de Haití; y para la República Dominicana, de 1916 a 1924.
    Estas ocupaciones de países mulatos y negros por una potencia que en la época ejercía una
    muy fuerte discriminación racial contra sus nacionales afroamericanos, determinaron
    posiciones identitarias contra el anglosajón ocupante. En Haití surgen grupos que se
    reclamaban afrancesados, pero luego surgió con fuerza el negrismo que más tarde se
    concretizó en un negrismo desgraciadamente utilizado por la dictadura de los Duvalier para
    seguir exterminando mulatos y a todos los oponentes al régimen.
    En el país vecino, la República Dominicana, la reacción latinizante llevó a muchos
    intelectuales a asumir un hispanismo militante y un rechazo de los valores negros, sobre todo
    representados por el haitiano, que había unificado por la fuerza los dos lados de la isla con
    Toussaint Louverture a finales del siglo XVIII y contra quien se había proclamado la
    separación y la independencia en 1844. Y otro ingrediente mayor: Haití en esa época tenía
    una gran importancia en la economía de la República Dominicana desde el punto de vista
    del comercio y las inversiones.73
    Fue la época en que Balaguer, en ese entonces muy cercano al poder74 y uno de los
    intelectuales trujillistas, publicó su libro La isla al revés. Haití y el destino dominicano,
    obra fundamentalmente “racializada” y antihaitiana, que se volvió a publicar en
    momentos en que Balaguer estaba ya entronizado en el poder ejecutivo dominicano.75
    72 Ver cuadro de la nota 53.
    73 La masacre de 1937, según Bernardo Vega y otros historiadores, tenía más fundamento en las ansias del dictador
    Trujillo de apropiarse de bienes y fortunas de los haitianos, evacuando violentamente a los ciudadanos residentes en
    su territorio. Esa fue la llamada campaña de dominicanización de la frontera.
    74 Desde principios de la “era de Trujillo”, Balaguer ocupó puestos importantes en su gobierno y fue ministro de
    Educación y ministro de Relaciones Exteriores, entre otros.
    75 “Esta segunda edición de La isla al revés… tiene como fin que llegue a manos de todo aquel que se interese por la
    supervivencia de la tierra que más amo Colón y de la cultura de estirpe hispánica. Este libro se terminó de imprimir
    en septiembre de 1995, en los talleres gráficos de Editora Corripio, C. por A., Zona Industrial de Herrera, Santo
    Domingo, República Dominica.”
    Ver http://www.joaquinbalaguer.com.do/La%20Isla%20.htm.
    33
    El Caribe tiene una cultura común que muestra, en cada isla y en cada Estado, matices
    particulares, fruto de una historia similar de dependencias, encuentros y encontronazos,
    a través de la historia de muchos pueblos y etnias que han construido una cultura criolla,
    en la que lo universal se codea con lo diversal: microculturas que integran una
    macrocultura caribeña, que se ignoran mutuamente y mantienen sus miradas hacia las
    antiguas metrópolis, y hoy en día una migración creciente hacia el imperio del norte.
    Nuestras miradas se arriman a Nueva York, Miami y Boston, donde siempre tenemos un
    primo y de donde vienen nuestros artefactos de lo cotidiano por lo general, lo que nos
    impide tener que reorientar nuestras miradas y entrecruzarlas para construir una gran
    nación.
    La conciencia de nuestra identidad común espera, desde los tiempos de Toussaint
    Louverture, Hostos, Martí, Betances y tantos otros, la concretización del sueño de la
    Nación Antillana.
    Construyámosla derrumbando los muros de la incomprensión, de la injerencia foránea,
    de los prejuicios de todo tipo en un gran movimiento intercultural caribeño.
    BIBLIOGRAFÍA
    La presente bibliografía contiene las referencias de numerosos trabajos sobre la
    problemática “racial” en el Caribe, utilizada por el autor en diversos trabajos precedentes
    y enriquecida además con nuevos aportes para los interesados en el Caribe y la Identidad.
    En el Dictionnaire Culturel des Caraïbes se encontrarán a la mayoría de los escritores
    e intelectuales del Caribe y artículos sobre la negri-tud y la créolité, y aspectos
    particulares de las culturas del Gran Caribe.
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    UEH – Biblioteca Publicaciones Actualizada julio, 2022
    https://drive.google.com/drive/folders/1uxBsXGX6XW9po1CZyryHOZoRlsh_qby?usp=sharing
    Para comunicación: unidadestudioshaitianos@gmail.com
    Memoria Analítica de Datos e Informaciones
    • Año 1, No. 1. Julio-Septiembre 2021.
    • Año 1, No. 2. Octubre-Diciembre 2021
    • Año 2, No. 1. Enero-Marzo 2022
    • Año 2, No. 2. Abril-Junio 2022
    • Año 2, No. 3. Julio-Septiembre 2022
    • Año 2, No. 4. Octubre-Diciembre 2022
    • Año 3, No. 1. Enero-Marzo 2023
    • Año 3, No. 2. Abril-Junio 2023
    Monitor Estadístico de Haití
    • Comercio exterior de bienes de República Dominicana con la República de Haití
    durante los ocho primeros meses de 2019, 2020 y 2021. Año 1, No. 2. 22 de
    octubre 2021
    • Comercio binacional de mercaderías entre República Dominicana y la República
    de Haití en los nueve primeros meses de 2019, 2020 y 2021. Año 1, No. 2, 17 de
    noviembre 2021
    • Mercado bilateral domínico haitiano de bienes durante los 10 primeros meses
    del los años 2019, 2020 y 2021. Año 1, Número 4, 2 de diciembre 2021
    • Comercio exterior de bienes de la República de Haití con Estados Unidos desde
    1999 y 2007 hasta enero-octubre 2021. Año 1, Número 5, de 9 de diciembre
    2021
    • Mercado externo de bienes de la República de Haití con Estados Unidos, desde
    1999 y 2007 hasta enero-noviembre 2021. Año 2, Número 6, 16 de diciembre
    2021
    • Mercado binacional de bienes de República Dominicana con la República de
    Haití, durante enero-noviembre de los años 2019, 2020 y 2021. Año 2, Número
    7, 23 de diciembre 2021
    • Comercio exterior de alimentos y animales vivos de la República de Haití con
    Estados Unidos, desde 1999 y 2007 hasta enero- noviembre de 2021. Año 2,
    Número 8, de 30 de diciembre 2021
    • Comercio exterior de bienes de la República de Haití con Estados Unidos desde
    1999 y 2007 hasta enero-diciembre 2021. Año 2, No. 9, 6 de enero 2022
    • Comercio exterior de bienes de la República de Haití con Estados Unidos desde
    1999 y 2007 hasta enero 2022. Año 2, No. 10, 13 de enero 2022
    • Comercio exterior de bienes de la República de Haití con Estados Unidos desde
    1999 y 2007 hasta enero-febrero 2022. Año 2, No. 11. 13 de enero 2022
    38
    • Comercio exterior de bienes de la R.D con siete (7) países, Incluyendo Haití,
    desde 2019 hasta enero-junio 2022. Año 2, No. 12, 07 de julio 2022.
    • Comercio exterior de bienes de República Dominicana con Haití, desde 2019
    hasta enero-junio 2022. Año 2, No. 13, 14 de julio 2022
    • Evolución de la importación de productos petroleros en Haití desde 2009 hasta
  1. Comercio exterior de bien. Año2, No15, Santo Domingo, D.N., 28 julio
    2022
    • Comercio exterior de bienes de la R.D con Haití y seis (6) países, Incluyendo
    Haití, desde 2019 hasta enero-agosto 2022. Año 2, No. 16, 28 de julio 2022
    • Comercio bilateral de bienes de República Dominicana con Estados Unidos de
    América desde 1999 y 2007 hasta 2022. Año 2, No. 17, 11 de agosto 2022
    • Oferta y demanda corrientes de la República de Haití desde 2017-2018 hasta
    2021-2022. Año 3, No. 18, 18 de agosto 2022.
    • Comercio exterior de bienes de la R.D. con Haití y seis (6) países, incluyendo
    Haití, desde 2019 hasta enero-agosto 2022. 11 de agosto 2022.
    • Oferta y demanda a precios reales de la economía de Haití desde 2017-2018
    hasta 2021-2022. Año 3, No. 19, 25 de agosto 2022
    • Comercio bilateral de bienes de República Dominicana con la República de
    Haití desde 2019 hasta enero 2023. Año 3, No. 20, 1º septiembre 2022.
    • Comercio bilateral de bienes de República Dominicana con la República de
    Haití desde 2019 hasta enero-febrero 2023. No21, 8 de septiembre
    2022.
    • Comercio binacional de bienes de la República de Haití con Estados Unidos
    desde 2019 hasta enero 2023. Año 3, No22. 15 de septiembre 2022.
    Cuadernos de Diálogo y Discusiones
    • Haití: una realidad caótica y 10 opciones realistas. Año 1, No. 1. 2 de
    noviembre de 2021
    • Una pregunta presidencial -¿con ellos es que van a conversar?- sin
    responder. Año 1, No. 2, 18 de noviembre 2021
    • Balanza comercial superavitaria de bienes de República Dominicana con la
    República de Haití en los primeros nueve meses de 2019, 2020 y 2021. Año 1,
    No. 3. 26 de noviembre 2021
    • A Corporate America Partnership with Haiti is a Win-Win Deal for the U.S.
    Light Manufacturing Sector and Haiti’s Economic Recovery. Año 1, No. 4
    • Reputación de una Nación. Año 1, No. 5, 13 de dicimbre 2021
    • La cuestión fronteriza, al desnudo. Año 2, No. 6, 30 de mayo 2022
    • Hacia un Haití emergente: Agenda 2030. Año 2- No. 7, 30 de junio de 2022
    • Crisis haitiana, cuatro tesis y una pregunta sin respuesta: ¿qué hacer quién?
    Año 2, No. 8, 7 de julio de 2022
    • Caso Haití-República Dominicana. Año 2, No. 9, 12 de agosto de 2022
    • Subvention des prix du carburant en Haïti: Triple jeu de pokers menteurs.
    Año 2, No. 10, 21 de septiembre 2022
    • Haití en los brazos de Morfeo. Año 2, No. 11, 1o de octubre 2022
    • Haiti´s last resort: Gangs and the prospect of foreign intervention. Año 2, No.
  2. 19 de diciembre 2022.
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    • Les relations commerciales haïtienes-dominicaines à l´aube du 21e siècle:
    Quinze ans de balbutiements institutionnels. Año 3, No. 13. 15 de febrero 2023.
    • Las repúblicas haitiana y dominicana cara a cara: una perspectiva. Año 3, No.
    14, 29 de marzo 2023.
    • Los haitianos recurren a la justicia por propia ante la amenaza de las padillas.
    Año 3, No.15, 12 de julio 2023.
    • El siglo XXI en Haití o el ABC de su formación social. Año 3, No. 16, 26 de julio
    2023.
    Breves Ensayos
    • El drama haitiano: la in/gobernabilidad. Año 1, No. 1. Enero 2022
    • El infortunio haitiano: la infelicidad. Año 1, No.2. Abril 2022
    • Factores económicos y demográficos que estimulan la inmigración
    haitiana hacia la República Dominicana. Año 1, No. 3. Junio 2022
    • Los indios y el nombre Haití en el proceso formativo del pueblo haitiano. Año
    1, No. 5, Octubre 2022.
    • Haití, Quisqueya. Los límites de la insularidad (1630-1916). Año 1, No. 6,
    Noviembre 2022.
    • El origen de las divergencias entre la República Dominicana y la República de
    Haití. Año 2, No. 1. Enero 2023.
    • Les différentes migrations haïtiennes. Año 2, No. 2 Mayo 2023.
    • Los movimientos de “negritud” y “negrismo” del Caribe francoparlante frente
    a los del Caribe hispánico. Ensayo de análisis sobre los parámetros culturales.
    Año 2, No. 3. Agosto 2023.

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