Plantación de arroz en el Bajo Yuna (archivo)
*Preservar Producción Nacional y Olvidar Acuerdos Libre Comercio
*El País está Inserto en la Multipolaridad y Debe Preservar ese Status
*Auditorías Contraloría Deben Poner Freno Excesos en el Gobierno
Por Pedro Caba
Hemos superado con creces los retos que nos trajo la pandemia y la guerra ucrano-rusa, por lo que el gobierno que se proyecta extender en el poder debe aprovechar la campaña electoral para mandar mensajes indubitables corregirá excesos explicables en una primera gestión después de 16 años fuera del poder.
La comunidad internacional ve a la República Dominicana como un país emergente, que da señales de dejar atrás el subdesarrollo, por lo que está dispuesta a contribuir con el esfuerzo nacional. No se debe temer a las nuevas tecnologías e incorporarlas. Y también mantener en alto la guardia contra perniciosas viejas prácticas.
–Preservar Producción Nacional y Olvidar Acuerdos Libre Comercio
La pandemia que contrajo la producción y distorsionó todo el comercio mundial, lo mismo que la guerra ucrano-rusa resaltando la importancia de la autosuficiencia en alimentos y servicios nos convenció de una realidad subyacente pero inadvertida: el libre comercio y la globalización son prácticas necesarias de la modernidad, pero no se debe depender de ellas para la subsistencia.
Las estructuras productivas nacionales creadas por generaciones de dominicanos desde la época de Trujillo, quien marcó el paso, deben preservarse si queremos estar mínimamente protegidos contra crisis climáticas, disrupción del comercio mundial o crisis financieras que limiten el crédito.
Desde 1990 cuando Balaguer impuso la apertura del mercado y la liberación de precios que tanto disgustó a las familias poderosas del país, se vio claro que eran condiciones indispensables para acuerdos parciales de libre comercio con nuestros socios naturales USA, Unión Europea y Centroamérica. El empresariado, remiso todavía a esto último, se animó y reaccionó en forma positiva para sobrevivir y desarrollarse.
Todo sin excederse y perder la perspectiva, pues hoy USA y la UE se lamentan de lo mucho que dependen de China y Rusia, que tienen sus legítimos propios objetivos, y del efeto negativo de desproteger sus industrias y capacidades nativas.
Por eso mismo, quienes nos plantean acuerdos de libre comercio con China, Japón, Corea y aún con otros menos grandes pero potentes como México, Canadá, Chile, Argentina o Brasil olvidan estas lecciones aprendidas por USA y la UE. No más acuerdos de libre comercio.
Antes al contrario, hay que acelerar los planes del presidente Abinader de sacar mejor provecho al Bajo Yuna y consolidar allí nuestra potente producción arrocera; hay que seguir adelante con gestiones por él emprendidas con sus viajes a Ecuador y Guyana de diversificar nuestras fuentes energéticas; hay que apoyar todos los emprendimientos privados por incorporar nuevas tecnologías e incluso asociarlos a nuevas estructuras de servicio público (fideicomiso) como el transporte y la energía, siempre que arriesguen la proporción del capital que corresponda y se ajusten a lo programado por el Estado ni reviertan el concepto del servicio público. Por sólo citar algunos ejemplos.
–-El País está Inserto en la Multipolaridad y Debe Preservar ese Status
En el plano político y diplomático, el país por intervención divina (el desafuero reeleccionista de Danilo) nos posibilitó las relaciones plenas con China, que en otras circunstancias y dada la dependencia de USA hubiesen sido casi imposibles.
Bajo protesta USA convive con esa realidad en el caso dominicano, que incluso la obliga a estar más presente en sus programas de ayuda y de facilitación de intercambio en todos los órdenes. Nosotros le correspondemos preservándole las inversiones geopolíticas y puntuales (caso Manzanillo) como corresponde.
Nosotros debemos preservar ese status a toda costa. Sin olvidar que nuestros principales socios son USA, en primer lugar, y la UE además del resto de América Latina y del resto del mundo como el sudeste asiático Japón y Corea.
China tiene mucho que ofrecer tales como inversión, transferencia tecnológica en la agropecuaria y en la manufactura. Pero todo tiene su tiempo, como bien ha comprendido el Presidente Abinader a la espera de que baje la marea alta de la confrontación, una vez se imponga la indetenible multipolaridad.
–-Auditorías Contraloría Deben Poner Freno Excesos en el Gobierno
De no haber sido por la correcta postura del Presidente Abinader de dar continuidad a las prácticas administrativas, proyectos y obras heredadas de la pasada gestión que lo merecían, el PRM en el poder hubiese arrasado con toda herencia de las pasadas administraciones, incluido el personal de servicio público, causando un grave retroceso al país.
El PRM arrastra consigo un viejo concepto del PRD: que la asignación del poder por el pueblo, le da autoridad para disponer sin complejos y a sus anchas de los recursos públicos.
Hay que comprender también, que tantos años fuera del poder acumuló deterioro y estropeó planes de acumulación originaria, al tiempo desarrolló capacidades gerenciales privadas en los principales cuadros del PRM que ocupan posiciones en la administración y los proyectan en su futuro político.
La importancia de que se den a conocer las auditorías de pasadas gestiones y de la presente acumuladas en la Contraloría General de la República, es que manda una potente señal contra la vocación de excesos que arrastran los perremeístas, alimentada por el horrible ejemplo que dejaron las administraciones anteriores las cuales agotaron las reservas morales y éticas.
(Milagros Ortíz Bosch debió limitar sus declaraciones públicas al hecho de que al publicar las auditorías el gobierno mandaba un severo mensaje a todos sus funcionarios).
Yo fui servidor público cuando se impuso la nueva Ley de Contraloría, y siempre me subordiné a la unidad de contraloría interna para no caer en excesos o inobservancias. Eso preserva la transparencia y limpieza en el uso recursos públicos.
El gobierno no puede permitirse desprenderse de personal calificado para atender reclamos de empleos de colaboradores que lo piden a cambio, como es el caso de la OPRET, en tiempos de campaña cuando los funcionarios son muy propensos a esa práctica. Eso es una locura que hace mucho daño a la imagen de una nueva administración pretende dejar ejemplos de buena conducción.
En la recta final de la presente gestión hay que mantener en alto la guardia, pues para perseguir la corrupción pasada hay que practicar con el ejemplo.
Pedro Cabapedrocaba@hotmail.com
