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Balaguer afirma general José Estrella fue señalado como autor intelectual del asesinato de Virgilio Martínez Reyna y su esposa Altagracia Almánzar

Virgilio Martínez Reyna

 Por Héctor Tineo Nolasco

Diariodominicano.com

SAN JOSE DE LAS MATAS, SANTIAGO, el 1 de junio de 1930, desconocidos asesinaron a balazos y a cuchilladas al político y periodista Virgilio Martínez Reyna y a su esposa Altagracia Almánzar, quien se encontraba embarazada. El hecho fue cometido en horas de la noche del 1 de junio de 1930, en la residencia del matrimonio, en San José de las Matas, provincia Santiago.

El ex presidente Joaquín Balaguer, en su obra Memorias de un Cortesano de la “Era de Trujillo”, señala en el momento del crimen, Martínez Reyna, sufría una grave enfermedad porque sus pulmones estaban deshechos y se había trasladado a San José de Las Matas con su esposa para aprovechar el clima.

Joaquín Balaguer

Balaguer resalta que desde el primer momento el rumor público y las primeras investigaciones que ordenó el presidente de la República, Rafael Estrella Ureña, señalaron al general José Estrella como el  autor intelectual del hecho, pero el asesinato quedó en la impunidad porque la justicia fue paralizada.

En opinión de Balaguer: “Con ese acto inicuo se iniciaba el terrorismo político en la Era de Trujillo”.

Virgilio Martínez  Reyna

    Virgilio Martínez Reyna nació en Santiago en  1885. De  joven se destacó por sus cualidades de orador. Fue un seguidor del Presidente Juan Isidro Jiménez.

        No obstante, en el año 1924, fue la principal figura del equipo de campaña de Horacio Vásquez.

     Una vez ganada las elecciones por Horacio Vásquez y su compañero de boleta Federico Velásquez, los dirigentes del Partido Horacista, se dedicaron a crear situaciones para impedir que pudiera influir en el Gobierno y le sacaban en cara que Virgilio Martínez Reyna fue un hombre que vino del Jimenismo.

    Una  noche intentaron asesinarlo, pero la bala disparada por un desconocido apenas le ocasionó un rasguño en el rostro.

     Para evitar las presiones de sus colaboradores, el Presidente Horacio Vásquez  tomó la decisión de reducir el espacio de Virgilio Martínez Reyna, quien se distinguía por su oratoria que atraía a las personas que tenían la oportunidad de escucharlo.

De Rufino Martínez

    En efecto, nombró al principal rival que tenía Virgilio Martínez Reyna, en el Partido horacista, el abogado  Rafael Estrella Ureña, Secretario de la Presidencia.

    El historiador Rufino Martínez dice que  el Presidente Horacio Vásquez, creó el cargo de Secretario de la Presidencia para que lo ocupara  por primera Rafael Estrella Ureña.

     Virgilio Martínez Reyna, al quedar fuera del Gobierno que ayudó a ganar, se trasladó a su ciudad natal, Santiago. A pesar de que no tenía funciones, conservaba su prestigio.

 En  1930 hizo oposición al binomio Rafael Leónidas Trujillo Molina-Rafael  Estrella Ureña, pero no pudo participar en los comicios por la campaña  represiva  que desató el Ejército a nivel nacional. Lo que permitió a Trujillo sin la participación de la oposición, ser declarado ganador de las elecciones del 16 de mayo 1930.

    El historiador Rufino Martínez publicó la versión, en su Diccionario  Bibliográfico Dominicano 1821-1930, de que el crimen de Virgilio Martínez Reyna, fue planificado en el Departamento Norte del Ejército en el Cibao, con asiento en la Fortaleza San Luis, de Santiago, como una obra de los adversarios que lo trataron de eliminar en  el Gobierno de Horacio Vásquez.

     Rufino Martínez destaca que el Presidente de la República, cuando ocurrió el crimen, era el licenciado Rafael Estrella Ureña, y que en el momento que se hablaba de que los asesinos transitaban en Santiago, se trasladó allí  para poner en acción la justicia, “pero se encontró con que el jefe de la pandilla  de asesinos era un pariente suyo, y el también se hizo la vista gorda con la impunidad”.

     Al dar su versión, el historiador de Puerto Plata, aclara que Rafael Estrella Ureña no fue de los forjadores del crimen, pero pudo haber ocurrido por su debilidad de carácter.

     El asesinato de los esposos Virgilio Martínez Reyna y  Altagracia Almánzar, causó consternación en República Dominicana, pero fue una expresión clara de una política de exterminio contra los opositores a Rafael Leónidas Trujillo Molina  y su aliado, Rafael Estrella Ureña.

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