Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, el 18 de marzo de 1861, el presidente Pedro Santana proclamó la anexión de la República Dominicana a España.
En un discurso al pueblo dominicano, motivó su decisión en que el pueblo dominicano cree en los valores de España, como: “Religión, idioma, creencias y costumbres”, que a su juicio aún los dominicanos conservaban con pureza.
Dijo que España “nos abre sus brazos cual amorosa madre que recobra su hijo, perdido en el naufragio en que ve perecer a sus hermanos”.
En una alusión al licenciado José Núñez de Cáceres, quien proclamó la independencia de España el 1 de diciembre de 1821, el presidente Pedro Santana expresó:
“Dominicanos: sólo la ambición y el resentimiento de un hombre nos separó de la madre patria: días después el haitiano dominó nuestro territorio; de él lo arrojó nuestro valor; los años que desde entonces han pasado muy elocuentes han sido para todos”.
En su proclama para anexar la República a España, el presidente Pedro Santana sostuvo:
“Ella nos da la libertad civil que gozan sus pueblos, nos garantiza la libertad natural y aleja para siempre la posibilidad de perderla; ella nos asegura nuestra propiedad, reconociendo válidos todos los actos de la República” y ofrece atender y premiar al mérito.
Prometió que la Anexión a España, “trae paz a este suelo tan combatido, y con la paz sus benéficas consecuencias”.
Según Pedro Santana, los dominicanos descansarían de la fatiga de la guerra y se ocuparán con incesante afán en labrar el porvenir de sus hijos.
“La España nos protege, su pabellón nos cubre, sus armas se impondrán a los extraños; reconoce nuestras libertades, y juntos las defenderemos, formando un solo pueblo, una sola familia, como siempre lo fuimos…”.
Para concluir su proclama, el presidente Pedro Santana expresó:
¡Viva Doña Isabel II!
¡Viva la libertad!
¡Viva la religión!
¡Viva el pueblo dominicano!
¡Viva la Nación Española!
La decisión del Gobierno del Presidente Pedro Santana, de anexar República Dominicana a España desató manifestaciones de protesta que terminaron cuando la República Dominicana fue restaurada al vencer los dominicanos a los españoles en la Guerra de la Restauración que se inició el 16 de Agosto de 1863 con el grito de Capotillo.
En la lucha por la soberanía nacional cayó una pléyade de próceres dominicanos, entre los que figuran José Contreras, Cayetano Germosén, Francisco del Rosario Sánchez y el poeta Eugenio Perdomo.
La Guerra de la Restauración comenzó el 16 de agosto de 1863, con el Grito de Capotillo, y terminó en el año 1865, con la salida de los últimos remanentes militares de España.