Opiniones

A Pleno Sol Instituciones de cartón

Por Manuel Hernández Villeta

Las instituciones dominicanas son de cartón. Se mueven al compás de los vientos, carecen de fuerzas reales, y de independencia plena. Si se da un paso en falso, las instituciones se desmoronan, porque sólo figuran en el papel.

Con la justicia hay que tener cuidado y prevención. Siempre la justicia ha sido uno de los poderes del Estado vilenpendiado. Movida a placer, por gobernantes de turno, oficinas de abogados o busca cuartos.

Se cometió incluso la barbaridad de apurar un Código Procesal Penal, para satisfacer los egos de los representantes de la sociedad civil, y hoy se quieren hacer nuevas reformas a la carrera, lo cual sería profundizar la crisis.

Se tiró el llamado código napoleónico al zafacón, y varios años después nadie quiere al actual, pero no es momento de caminar con desesperación, ni con fines populistas. El código no se puede reformar a la carrera, para traer más problemas.

Lo que falla es la justicia, que es una institución debil, y la zarandean sus propios organizadores. Debe darse una mancomunión de esfuerzos entre los fiscales, los jueces y la Suprema Corte de Justicia. Cada uno debe actuar con la independencia que le da la ley, pero buscando aplicar las penas correspondientes a los que violan los reglamentos.

Nada se gana con llevar polémicas intermitentes entre los fiscales, la Procuraduria General de la República, la Policía y la Dirección de Control de Drogas. Cada cuál debe desempeñar su rol.

Asimismo, las constantes acusaciones de jueces que alegadamente venden sentencia, lo que hace es desmembrar el entinglado judicial. A los jueces que se les pruebe que son prevaricadores, se les debe sacar del sistema, pero evitar los bochornos públicos, en discusiones que se pudieran llevar mejor en una sala de acusaciones.

En el papel, y en la cabeza de la sociedad civil, hay instituciones fuertes en la República Dominicana, pero en la práctica no es así. Tienen el edificio construido en arenas, que se mueven de acuerdo a las necesidades del momento.

Hay que luchar para fortalecer las instituciones nacionales, eliminando a las cabezas podridas, pero comprendiendo que pleitos innecesarios, solo hacen más difícil el camino de establecer el genuino respeto de las leyes.

2014-03-16 19:08:29