Opiniones

A Pleno Sol Volver al Campo

Por Manuel Hernández Villeta

Hay que volver al campo. No para retroceder, sino para implementar un desarrollo de la agro-industria y que la juventud vuelva a sus origenes y salga de los barrios marginados.

Pero el retorno a la zona rural no es seguir haciendo las deyecciones en letrinas; carecer de escuelas; sin energía eléctrica; sin agua potable; sin trabajo, y labrando la tierra con azadas y yuntas de bueyes.

Para en el siglo 21 volver al campo no sólo llena cometido que se entregue una parcelita, sino que se lleve la tecnología de punta, y que los jóvenes puedan estudiar y convertirse en profesionales. Que los adultos sean integrados a los planes de alfabetización.

El presidente Danilo Medina tiene fe y confianza en el campo, y está llevando a cabo una amplia labor de dar facilidades crediticias y ayuda técnica a todos los que califican para ella. Más que ayudar a sectores individuales, se busca mover la colectividad y las organizaciones dedicadas a la producción.

Pero el sector privado está cruzado de brazos, luce indiferente ante el nuevo rumbo que debe tomar la agricultura, y la forma en que los terratenientes se mueven con los campesinos. Sigue la misma indiferencia, y el dejar toda la carga al gobierno de turno.

Muchos de los problemas sociales que tiene el país, incluyendo la gran delincuencia, parten de que el campo esta abandonado, que los jovenes no ven futuro en labrar la tierra y prefieren emigrar hacia las grandes ciudades, donde son los pobladores de las villas miserias.

Los teoricos de viejo cuño hablaban de lo mejor al campo, e hicieron un esfuerzo sobre-humano en ese sentido, ahora no se trata de emular eslogan abandonados por la realidad, sino de mejorar las condiciones de vida de la zona rural.

Si hay en los campos dominicanos escuelas, hospitales, tierra, tecnologìa, energía eléctrica, agua potable, medios de transporte y donde ganarse la vida honradamente, es muy difícil, por no decir imposible, que la juventud emigre a las grandes ciudades.

El camino es empedrado; se trata de devolver la confianza a los miles que salieron huyendo de la más terrible de las miserias en la zona rural, y que ahora agonizan a fuego lento en los barrios marginados.

Si se retorna al campo, se reducirá la cantidad de moradores de las villas miserias y se dará un certero golpe para atajar la delincuencia. Manos a la obra.

2014-03-27 19:04:18