Opiniones

A Pleno Sol Manolo: justicia y autocrítica

Por Manuel Hernández Vilelta

Levantar la bandera de que se haga justicia en el asesinato de Manolo Tavarez Justo a los 50 años de cometido el hecho, denota lo que se debe interpretar como una gran vergüenza nacional. En medio siglo a nadie le interesó que los responsables de la muerte de Manolo fueran a los tribunales.

El movimiento político que dirigía Manolo dio como respuesta al golpe de Estado a Juan Bosch levantarse en armas en las montañas dominicanas. Una acción de sentimientos políticos, pero no basada en la praxis de las coyunturas sociales, políticas y militares del año 1963. Un suicidio con sabor a foquismo.

Los seguidores de Manolo, tan pronto ocurre su muerte, inician pleitos por la supremacía partidista, y finalmente se fragmentan en decenas de grupitos, al calor de las balas de la revolución de abril.

Durante todos esos años el movimiento revolucionario dominicano fue incapaz de solicitar que se aplicara justicia en el fusilamiento de Manolo. Falta de preparación y realidad política de una izquierda de folletos, que llevó al suicidio social a decenas de jovenes militantes, con sus improvisaciones y divisiones.

Si es como se ha denunciado siempre, el de Manolo fue un crimen político, y si después de estar detenido al grupo se le fusiló, es un crimen de lesa-humanidad y si hay responsables que se puedan probar ante la ley, tienen que ser sometidos a la justicia.

Pero a los responsables también hay que buscarlos en el segmento político de entonces, en el entorno de los que dieron el golpe de Estado, porque los militares obedecen órdenes y las cumplan muchas veces sin preguntar por qué llevan a cabo una acción. Si se someten civiles, no se puede dejar sin mencionar a los que eran figuras políticas ligadas al Golpe de Estado. En la mayoría de los crímenes, hay el tirador del gatillo y el gestor intelectual

Veo este sometimiento como una acción política mediática, buscando conseguir prensa y que como se inició se esfumará. Lamentable, porque del convulso panorama antes y después de la revolución de abril hay que airear todos sus cuadros interiores.

Con Manolo, hay que aplicar el peso de la ley pero sin odios ni acciones de vendeta, que la justicia trabaje con toda su independencia, pero también hay que hacer la autocrítica de los compañeros de Manolo que lo empujaron a un suicidio político, del que muchos salieron vivos al no acompañarlo o abandonarlo en la lucha.

Justicia y auto-crítica, para ser justos.

2014-04-01 07:25:46