Opiniones

ENTRE LOS DIEZ PRIMEROS

EL TIRO RAPIDO

Mario Rivadulla

Un estudio llevado a cabo por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito establece que la América Latina es la región del mundo donde ocurren más muertes violentas.

El estudio en cuestión no hace más que dar continuidad de confirmación a una situación que viene arrastrándose desde hace varios años y que, salvo algún que otro caso, se ha mantenido a ritmo creciente. Colombia, con los carteles de la droga, narcoguerrilleros y paramilitares y más recientemente, México, son buenos ejemplos.

En el mismo se señala que durante el pasado año 2012, alrededor de 437 mil personas en números redondos, perdieron la vida en el mundo entero a consecuencia de homicidios. Un 36 por ciento tuvo lugar en Latinoamérica que de «Continente de la Esperanza» con que se le identificó en tiempos ya pasados por los inmigrantes que venían de todas las regiones del mundo buscando nuevas oportunidades de progreso, se ha convertido en trágico escenario de una violencia creciente e irracional, determinada sobre todo por el auge del narcotráfico.

Dentro de este marco continental, la región que acusa mayores índices de muertes violentas es América Central con una media superior a 24 por cada 100 mil habitantes, donde por mucho el país de mayor prevalencia es Honduras, con una tasa estremecedora.

¿Y qué hay en cuanto a la República Dominicana? El informe señala que nuestro país y Puerto Rico son las únicas naciones del Caribe que figuran entre las diez del Continente con mayor registro de muertes violentas. En la isla del Encanto la tasa es de 26.5 por ciento por cada 100 mil habitantes, ocupando el sexto lugar entre los países más violentos del Continente. Dos puestos más bajo, ocupando la octava casilla, figura el nuestro, donde la proporción es de 22.1.

Esa tasa sería bastante menor de no ser por el aporte negativo de la ciudad de Santo Domingo, donde se eleva a 29.1 por cada 100 mil habitantes, lo que le concede el triste privilegio de ser la urbe más violenta de todo el país.

Un hecho alentador es que aún muy elevada, la proporción descendió alrededor de un dos por ciento a nivel nacional en relación con el año precedente, como una evidencia de que las medidas que se han tomado han logrado de una tímida a moderada mejoría, que todavía no se ha dejado percibir por parte de la ciudadanía. Esta sigue considerándose en una gran proporción en alto riesgo de ser víctima de acciones violentas.

Salta a la vista que es necesario profundizar en el tema de la Seguridad Ciudadana, que hoy prácticamente figura a la cabeza de los que más preocupan a la población, poniendo en juego mayores y más efectivos recursos para ampliar sobre todo, las labores de prevención.

Con el sistema 911 como herramienta para dar rápida y eficaz respuesta a los reclamos de auxilio de las personas en riesgo, las autoridades han creado muchas expectativas. En su preparación se están invirtiendo cuantiosos recursos y se está recibiendo la ayuda de otros países amigos que aportan experiencia, tecnología y entrenamiento y como en el caso de Taiwán, cientos de motocicletas, ambulancias y otros vehículos.

Es de esperar que cuando el plan entre en ejecución responda los deseos y esperanzas de la gente de lograr niveles adecuados de existencia segura y sosegada. Pero al mismo tiempo, hay que desarrollar una intensa labor de educación para desmontar el clima de violencia social existente en el seno de nuestra sociedad que ocasiona dos veces más víctimas que la criminalidad.

Es uno de los mayores retos que tiene por delante el presente gobierno.

teledebate@hotmail.com

2014-04-15 15:48:50