Por Narciso Isa Conde
Hace un año y meses el Movimiento Caamañísta-MC es parte de la Izquierda Revolucionaria (IR), integrada además por el Frente Popular Aniana Vargas (FEPAV), el Movimiento Popular Dominicano (MPD), la Fuerza Popular Duartiana (FPD) y la Liga Socialista de los Trabajadores/Congreso Unitario, junto a un conjunto movimientos juveniles y populares.
Este proceso unitario sigue avanzando, confrontándonos con el régimen y las derechas de todos los colores (PLD-PRD-PRSC), diferenciándonos de una parte de la izquierda que se deja absorber por el sistema y se subordina al denominado PRD mayoritario (astilla del mismo palo del PLD-PRSC-Vargas PRD) y de otro sector que se define como «centro-progresista» y no se decide por la democracia de calle, ni se atreve a impugnar las instituciones secuestradas, incluidas la JCE y las llamadas altas cortes.
Esas fuerzas seudo-opositoras, aferradas a una línea unilateralmente electoralista, no quieren entender que a nivel de Estado todo ha cambiado para peor, entronizándose una dictadura unipartidista institucionalizada, que hay que resquebrajar; lo que exige tomar calles, plazas y caminos para crear fuerza propia, enfrentar con determinación esta dictadura, cambiar esa JCE y construir una Constituyente Popular y Soberana.
A la vez ?y esto es clave- esta situación nos exige multiplicar las luchas por las demandas inmediatas: Loma Miranda-parque nacional, nacionalizar Barrick Gold, anular otros concesiones mineras, revocar paquetazos neoliberales, exigir el fin de la impunidad, demandar acciones contra la carestía, salarios dignos, política eficaz contra los feminicidios y la criminalidad, defensa y ampliación de los derechos del pueblo trabajador y anulación de la sentencia racista…
La oportunidad para una izquierda renovada y ampliada con nuevos actores políticos, sociales y culturales, es mayor que antes, sobretodo si se prioriza la impugnación de estas instituciones y se procura crear otra situación política que posibilite acorralar la dictadura política peledeísta y su sistema de trampas, desde una opción nítidamente alternativa, anti-neoliberal, antiimperialista, anticorrupción y transformadora.
En esta nueva situación hay que desechar la idea de que el desplazamiento de esta dictadura puede lograrse apostando exclusivamente al electoralismo dentro de éstas reglas viciadas, que para colmo le ha cerrado el paso al propio PRD, comprando su matricula y entrampando su facción mayoritaria, por demás co-responsable del desastre nacional. Si no, pregúntenselo a Roberto Rosario, al TSE y al TC.
En estas circunstancias primero hay que encabezar la lucha de calle, acorralar y debilitar el régimen; para entonces catapultar hacia un sufragio democrático todo lo acumulado y disponernos a transformar este país, creando desde el soberano un poder constituyente capaz de refundar las instituciones y la propia sociedad. No hay de otra para avanzar sustancialmente.
2014-05-04 01:44:46
