Opiniones

DR-CAFTA, MEJOR TARDE QUE NUNCA

EL TIRO RAPIDO

Mario Rivadulla.

Este jueves representantes de diferentes asociaciones empresariales, principalmente del sector industrial y de zonas francas, participaron en una primera ronda de consultas convocadas por el Senado de la República ante la próxima e inminente invasión del mercado nacional por miles de nuevos productos de procedencia extranjera que ingresarán al mercado nacional libres de aranceles, a tenor de los compromisos asumidos por el país en el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Centroamérica, conocido como DR-CAFTA.

Hay que recordar que la entrada al país de diversos rubros producidos en el exterior, tanto industriales como agrícolas, se ha venido registrando en los últimos años, tanto en forma de cuotas complementarias para suplir la demanda nacional como de la desgravación progresiva establecida en dicho acuerdo. Ahora, sin embargo, lo que se ha anunciado y estará al producirse a la vuelta de unos pocos meses, es una auténtica avalancha con todas las posibles consecuencias lesivas para las empresas nacionales, que tendrán que hacer frente a esa competencia en condiciones de costo a todas luces desventajosas.

En los últimos diez años previos a la entrada en vigencia del tratado, nuestro comercio con los Estados Unidos mostraba una balanza global favorable por varios cientos de millones de dólares en la década. Pero a partir de la aplicación del DR-CAFTA esa situación se ha revertido de manera dramática en contra nuestra, con un déficit que suma varios miles de millones de dólares y continúa aumentando significativamente de año en año. O sea, que estamos importando de Norteamérica una cantidad muy superior a la que exportamos.

Esto que ha comenzado a hacer el Senado de la República ahora mismo, es algo que debimos haber llevado a cabo desde el mismo momento que firmamos el Tratado. Se nos vendió entonces, a bombos y platillos, la idea de que el mismo abría grandes posibilidades de desarrollo exportable para la producción nacional. Es posible que teóricamente fuese así, pero en la práctica no ha ocurrido.

Quizás se puede reprochar a una parte del empresariado, haberse mostrado extremadamente tímido al respecto. Pero hay que reconocer, insistimos, que las condiciones en que han tenido que desenvolverse los productores nacionales no fueron las más adecuadas para poder competir, al menos en igualdad de condiciones, ni desarrollar una más agresiva política de exportación.

De ahí que en la jornada de ayer, los líderes empresariales reclamaran la creación de un marco legal y condiciones más propicias que le permitan no solo preservar el mercado nacional, sino también imprimir un mayor dinamismo a las exportaciones.

El tema es del más alto interés nacional. No solo se trata de proteger la industria dominicana y evitar el cierre de empresas, sino también por vía de consecuencia la pérdida de empleos formales y el perjuicio fiscal que recibiría el Estado, que ya de por sí tendrá que soportar a partir del próximo año un fuerte impacto negativo en sus recaudaciones aduanales que siempre han sido una de sus principales fuentes de ingresos.

Lástima que hayamos dejado pasar tanto tiempo para tratar de hacer lo que debimos haber previsto y llevado a cabo mucho antes. Pero al menos, que nos sirva de consuelo y estímulo a las acciones correctivas, la vieja máxima de que «más vale tarde que nunca». Ahora solo falta que todos los factores involucrados empresarios, trabajadores y el gobierno entiendan la necesidad y urgente de un Gran Pacto Nacional frente al reto del DR-CAFTA.

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2014-05-06 22:31:26