Opiniones

A Pleno Sol Pleitos de la justicia

Por Manuel Hernández Villeta

La debilidad de la justicia dominicana se pone de manifiesto con la polémica pública sostenida entre la fiscal del Distrito Nacional y una jueza suplente del Cuarto Juzgado de Instrucción.

La justicia dominicana se encuentra en un momento difícil, donde muchos ciudadanos consideran que es débil y parcializada, por lo que un debate público, aireado con el trasfondo de un juicio por alegados actos de corrupción, sólo la lleva mayor desconsideracion.

Hay mecanismos legales para que la fiscal Yeni Berenice Reynoso y la magistrada Margarita Cristo Cristo puedan dirimir sus diferencias. Poco importa si son privadas, profesionales o de puntos de vista en la lucha contra la corrupción.

Los mecanismos legales le dan toda la potestad a que la fiscal acuse, pero también a que la magistrada someta; es una instancia superior, si es necesario llegar hasta la Suprema Corte de Justicia, la que se debe encargar de aplicar un fallo justo.

Airear desavenencias de la justicia es un mal servicio al país. Si los encargados de aplicar la ley se enfrentan en las redes sociales, y a pleitos en voz en cuello, entonces el pueblo perderá todo el respeto al sector encargado de aplicar las leyes.

La fiscal pudo someter a un consejo disciplinario a la jueza y esperar los resultados. La magistrada Cristo Cristo, como dice la máxima, debió hablar por sentencia y apegándose a los textos.

El aparente motivo de enfrentamientos es que para la fiscal ya hay una sentencia preparada en el caso de supuestos actos de corrupción cometidos por Víctor Díaz Rúa cuando era secretario de Obras Públicas. Debió de seguir los mecanismos que la ley le depara, y no llevar el caso a un debate a través de los medios de comunicación.

El debate sale ahora de lo meramente jurídico y llega a lo político, tomando en cuenta la posición partidista de Díaz Rúa y a los sectores a que él es cercano. Los expedientes de la lucha contra la corrupción no se pueden convertir, cuando están en los tribunales, en altoparlante público de debate, sino de aplicación del código penal.

El pleito ya comenzó y debe llegar a sus últimas consecuencias, pero si somos partidarios de que se alcance una solución, no por los medios de prensa, sino con un fallo por la Corte de Apelación del Distrito Nacional.

Y para cerrar una anécdota de mi época de reportero periodístico: en aquella ocasión sentencias de muchos jueces eran elaboradas en varias oficinas de abogados cercanas al Palacio de Justicia, y casi siempre tenían el mismo tipo de letras de una vieja máquina manual Remington. ¡aaaayyyyy!.

2014-05-08 15:56:47