EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla
Para quienes obstinadamente han expresado dudas sobre el calentamiento global y sus graves consecuencias, tildando de exageradas y hasta tratando de ridiculizar las clarinadas de alerta que se han dejado escuchar, sobre todo en los últimos tiempos en que se han hecho más palpables y dejado sentir sus efectos con mayor fuerza, debiera servirles de testimonio convincente los resultados de un prolongado y exhaustivo estudio llevado a cabo por la NASA, el organismo estadounidense que tiene a su cargo la misión de explorar el universo y el envío de los cohetes y naves al espacio extraterrestre.
El estudio en cuestión abarca un período de cuarenta años de exploración, recopilación de datos, mediciones y observación satelital. El mismo demuestra que el derretido de las masas polares, un fenómeno que viene apreciándose de unos años a esta parte, posiblemente mucho después de que comenzara a ocurrir, está registrándose a un ritmo más veloz de lo que se había previsto.
Según la NASA, se ha cruzado el «umbral crítico» con lo que se ha desatado una serie de eventos que amenazan caer como si fuera una fila de fichas de dominó, precipitando y exacerbando el fenómeno del calentamiento global. «El sistema está en una suerte de reacción en cadena imparable», según expresa textualmente en sus preocupantes conclusiones.
Fenómenos que se han estado registrando como consecuencia de esta situación: tornados fuera de época, el huracán que sobre el mar frío azotó a New Jersey en Octubre pasado y la lluvia que cayó sobre la ciudad de la Meca con temperatura de 103 grados Farenheit y 43 Celsius. El cambio climático está modificando también la circulación de los vientos y las corrientes marinas y aumentando el nivel del mar que terminará por invadir amplios espacios costeros.
El estudio advierte que estamos en la etapa inicial de un deshielo relámpago. Ya el pasado año, un área de más de un millón de kilómetros cuadrados del Polo Norte se quedó sin hielo. Para el 2030 se prevé una gran pérdida de cosechas. Pero ahora mismo, la FAO advierte que ya en la América del Sur, considerado un importante granero mundial, los períodos prolongados de sequía están haciendo descender de manera significativa la producción de alimentos.
Lo que reseñamos es una muy limitada síntesis de los resultados del estudio llevado a cabo por la NASA. Los efectos catastróficos que se prevén son mucho más numerosos y abarcadores.
Si traemos hoy el tema a este espacio no es para crear alarma, sino para llamar la atención sobre la necesidad de prepararnos con tiempo anticipado para los seguros más que probables efectos negativos que pudieran registrarse en el país como consecuencia de este deterioro progresivo de la calidad del medio ambiente, prestar máxima atención al tema y asumir las disposiciones cautelares que sean de lugar a fin de minimizar posibles riesgos y daños.
Recordemos que el ex vicepresidente norteamericano Al Gore, convertido en un permanente y apasionado cruzado por la preservación ambiental, en su impactante documental «Una verdad inconveniente», menciona de manera específica a la República Dominicana como uno de los territorios que pudieran verse más afectados por los cambios climáticos.
Se nos ocurre que el gobierno debiera promover la creación de un grupo de trabajo científico con la participación de los más calificados técnicos ambientalistas con que contamos en el país, trabajando en coordinación con agencias internacionales así como de otras naciones, en particular los Estados Unidos, donde ya se están proyectando políticas de contención y salvaguarda.
Entendemos que al tema debe dársela máxima prioridad por las muchas consecuencias adversas que involucra, frente a las cuales resultan de muy menor importancia otros asuntos de escasa cuantía a los cuales dedicamos, en cambio, una gran cantidad de tiempo, esfuerzos y recursos.
teledebate@hotmail.com
2014-05-31 01:02:51