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A Pleno Sol Migración ilegal

Por Manuel Hernández Villeta

La planteada ley de trata y migración tiene que ser sepultada por tiempo indefinido. Por lo menos durante el presente período constitucional y de ser necesario, comenzar su estudio y consenso luego de las elecciones. No hay condiciones para ponerla en el tapete en 45 días.

Es un proyecto de ley que crea escozor y es sumamente polémico.  Se debe que de protección a la masiva legada de haitianos, mque luego de estar en el territorio nacional, no podrían ser deportados.

Cuando se plantea control y protección de los migrantes ilegales y de la trata de blanca, se está hablando de los haitianos. Dejemos los cuentos a un lado, es un proyecto de ley que busca dar protección a los que ilegalmente llegan al país,  específicamente a los haitianos.

Si a un ilegal no se le puede deportar por las condiciones de inseguridad  económica, social y política que hay en sui país, entonces perdimos la pelea y hasta la soberanía. Sería tender una alfombra de plata a los haitianos que en forma irregular llegan al país por miles.

Los controles migratorios están siendo implementados en los Estados Unidos y Europa que ya comienzan a preocuparse por la migración ilegal, y el descontrol que produce en los medios de producción. Una migración dispuesta a trabajar sin horario, sin seguros, sin un salario justo, siempre deprecia al mercado laboral y produce crisis.

Los dominicanos no son desplazados de sus puestos de trabajo por los haitianos, sino que abandonan las tareas en el campo y la industria de la construcción por la inseguridad en que venden su fuerza de producción. A los haitianos eso les importa poco. Están acostumbrados a trabajar sin seguridad y en condiciones infrahumanas.

Los organismos especializados y las naciones del primer mundo están forzando desde hace tempo para que la República Dominicana sea la punta de lanza en buscar una solución a  la revuelta haitiana. Ni los norteamericanos, ni los canadienses, ni los franceses, ni las Naciones Unidas desean meterse en una intervención militar en Haití, porque en una acción de este tipo sólo perderían.

 No hay condiciones para retomar en 45 días el proyecto de ley de trata y migración, por lo que sería ideal y casi obligatorio que el mismo se olvide hasta después que pasen las venideras elecciones presidenciales. El país tiene muchos problemas, para caer en esta zancadilla  que lesiona la soberanía. ¡Ay!, se me acabó la tinta.