A mí me atrae escudriñar en lo que no se ve de las cosas. De ahí mi apasionamiento por el lema de la Agencia Central de Inteligencia (CIA): Nada es lo que parece. Y también, debe ser talvez por eso que he escrito tantas líneas en estos últimos días tras lo que no se dice, o no se quiere decir, de ¿la cruzada? contra la corrupción que aparenta llevar a cabo Francisco Domínguez Brito, pero que hay quienes estiman que tiene sus blancos favoritos, que también están divididos entre los que se ven y los que no se ven. Y, que se sepa, no es de ahora por lo de Félix Bautista que busco encontrar las causas y motivos de tal ¿cruzada?. Sé que los días por venir traerán muchas nuevas sobre este tema …y ahí estaré, debajo de la mata de mango.
A propósito
A propósito de esto, se ve desafiante, y obviamente muy de un político en campaña, el actual anuncio televisivo de la Procuraduría, con Domínguez Brito de protagonista, puesto en pantalla en los últimos días «alertando» en contra de las drogas y la delincuencia. Mucha coincidencia ¡¿Eeeh..?!
Don Carlos Morales
Carlos Morales Troncoso se ha marchado del mundo de los vivos dejándonos un legado personal de decencia, amabilidad, sencillez y humildad política. Entrampado en el quehacer político-partidarista al sucumbir ante el encanto del presidente Joaquín Balaguer cuando éste lo llamó a ser su compañero de boleta en 1986, don Carlos asimiló las enseñanzas del viejo caudillo en cuánto a que «siempre es mejor oir, oir, oir ante las adversidades». A amigos y adversarios («porque Leo» ?me dijo un día- «no tengo enemigos sino adversarios o rivales») les dispensó siempre un trato amable, sin recurrir a las malas artes. Conmigo, me enorgullece decirlo, todo el tiempo fue distinción y cortesía, aún cuando a veces discrepamos con respeto mutuo. Si fuera posible, Dios debería hacerlo Canciller allá en su cercanía. Honrar honra. Descanse en paz, don Carlos, buen y gran amigo…
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2014-10-27 03:40:52