Queriendo negar cuanto he publicado sobre sus intenciones de instalar una fábrica de explosivos en Pueblo Viejo, Cotuí, voceros de la Barrick Gold no han hecho otra cosa que admitir todo cuanto hemos difundido, al señalar que «está en trámite» su solicitud para montar «una planta de emulsión, no una fábrica de explosivos». ¡Vaya usted a ver!. La emulsión, en este caso explosiva e industrial, según me han explicado expertos y lo he confirmado en textos sobre la materia, no es otra cosa que una mezcla de nitrato de amonio con carburante que produce una explosión letal, es decir, ¡un explosivo!. Es como decir que no se va a producir comida pero si chimichurris y jugos de frutas. El presidente Juan Bosch repetía con razón que «se puede engañar a una parte del pueblo una parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo». La inteligencia de la gente no se puede ofender de esa forma…
Seguridad
Dice Barrick que procesar emulsión «no afecta la seguridad nacional», pero resulta que varios de sus contratistas han cursado en los últimos meses querellas por ante autoridades policiales y judiciales por la sustracción de piezas, equipos, lubricantes, y otras mercancías de la mina de Pueblo Viejo (de lo que tengo en mi poder pruebas documentales), lo que se traduce en pérdidas ¡por millones de pesos!, que «la seguridad» no ha podido garantizar como se requiere. Ya lo dijeron vecinos de aquella región cuando expresaron su temor de que si eventualmente se instalara allí la fábrica de explosivos que está planteada, y delincuentes pudieran sustraer esos artefactos, habría la posibilidad de la comisión de actos terroristas, con el subsecuente riesgo para la seguridad nacional. No es verdad que Barrick permite una adecuada supervisión militar en sus instalaciones, porque esa ha sido una queja permanente de las Fuerzas Armadas, algunos de cuyos oficiales hasta han sido conminados a dejar sus armas de reglamento para ingresar al área. Seguiremos sobre el tema…
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2015-01-12 00:22:06