Opiniones

A Pleno Sol Oposición envejecida

Por Manuel Hernández Villeta

La oposición política tiene que vencer muchos escollos, antes de que se pueda considerar con buenas posibilidades de hacer un papel electoral aceptable. La unidad es su gran fantasma. Los sectores de oposición en los últimos doce años han sido anti-unitarios.

Es más, desde la acera de enfrente se han dividido al momento de enfrentar al Partido de la Liberación Dominicana, lo que ha castrado sus posibilidades de éxito.

Ahora mismo, la oposición tiene un cerrado marco de referencia, y se ve compelida a buscar una gran unidad, si quiere hacer un papel airoso en las venideras elecciones, sean congresuales o presidenciales.

Otro problema de los grupos de oposición es arrastrar el pasado. Nunca dejan el carril de los recuerdos. Tienen que remozarse y dejar ver caras y corazón nuevo. Se da el caso de que los principales candidatos de la oposición son jovenes, pero con un ancla de plomo del pasado que no los deja correr.

En el caso del Partido Revolucionario Moderno son los llamados viejos robles. Dirigentes históricos que son pieza de museo y a los que llegó el momento de mandarlos a descansar. Pueden tener todo el mérito que quieran, pero no se sintonizan con los nuevos tiempos y las nuevas acciones.

Luis Abinader podrá ser joven de edad y en experiencia politica, pero esos viejos robles a su alrededor le dan el tufillo de ser parte del atraso, de tener obstáculos para entrar al siglo 21, y de ser ante todo y sobre todo, un líder joven con filosofías viejas.

Guillermo Moreno parece que se quedó petrificado en los sesenta. Su único discurso es la lucha contra la corrupción. Todos debemos luchar contra la corrupción administrativa, pero es una motivación no suficiente para ganar unas elecciones, y más si es matizada por viejas consignas que aparecen sacadas de la lucha antibalaguerista de los doce años.

Un líder jóven, con ideas nuevas, para dar forma a una oposición del siglo 21 es lo que necesitan estos politicos. Hasta hoy lucen caricaturizados con un pasado que pudo ser glorioso, pero que también de cierto lado progresista estuvo salpicado de corrupción, apego al sistema y al derroche institucional.

No tienen estos candidatos discursos y acciones visibles para enfrentar el hambre, la miseria, la falta de asistencia médica, la marginalidad, el desempleo y las desgracias de este pueblo. Ni siquiera se pintan de salvadores milagrosos, sino que los ritus de sus caras es un viejo recetario que el pueblo está sepultando porque necesita soluciones de hoy, para males de antaño.

2015-06-13 22:36:11