Por Araceli Aguilar Salgado
«Es mejor canalizar este malestar de manera constructiva, compartir la experiencia con nuestro entorno social, crear lazos que aumenten nuestra resiliencia ante la adversidad. «
La depresión y la ansiedad, son unas de las enfermedades con más expansión en el mundo, estos problemas de salud mental afectan tanto a niños, jóvenes y adultos; ninguna población está exenta de padecer alguna de estas enfermedades.
Los pensamientos, sentimientos, emociones y estados de ánimo nos conducen ya sea a tener una vida de plenitud, a la decadencia de la calidad de vida, e incluso a la muerte.
El cambio de 2022 a 2023, en concreto, se produce en un contexto en el que la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25% en el primer año de la pandemia, según un resumen científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en marzo de 2022.
Y las repercusiones en la salud mental de este simple adelanto en el calendario pueden colaborar al llamado síndrome de fin de año es decir, un estado en el que la tristeza, la insatisfacción y la presión por sentirse feliz aumentan. Por ello, son frecuentes los episodios de ansiedad y depresión, con muchos miedos y posibles decepciones.
Nuestra salud mental influye en la forma en la que pensamos, sentimos y actuamos. Nos ayuda en nuestro funcionamiento diario, también a relacionarnos con otras personas, a manejar los estímulos internos y externos y a tomar decisiones.
El 2023 puede significar esperanza de tiempos mejores, un sentimiento clave para la mente humana.
Algunos consejos para evitar la presión de fin de año
Trazar objetivos más pequeños con el fin de alcanzar metas mayores puede ser de gran ayuda. Intenta trazarte objetivos que realmente puedas cumplir y realiza un seguimiento de los progresos.
Hay que cuidar la salud mental durante las fiestas son:
Evitar comparar los resultados con los de otras personas. Busca, en cambio, usar el ejemplo como inspiración».
Reflexionar sobre los logros y mostrar gratitud.
Sé comprensivo con tus límites y, si no estás contento con el ahora, reflexiona sobre lo que puedes cambiar.
Hay que tener en cuenta que no puedes cambiar el pasado, pero sí el futuro. Un pequeño cambio de comportamiento ya puede suponer mejoras para el año que viene, el cambio es una cuestión de actitud y empieza por uno mismo trabaja por mejorar o mantener en equilibrio su salud mental, emocional mismo que es un motivo para recibir ayuda, hacer terapia al psiquiatra y al psicólogo.
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