Por Manuel Hernández Villeta
La injerencia extranjera en los problemas internos de los dominicanos, es inaceptable. Poco importa que las presiones vengan de los Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, o las organizaciones de las Naciones Unidas o de Estados Americanos.
Con la crisis de los inmigrantes ilegales haitianos, la injerencia está sacando su fea cara en la República Dominicana. Todos hablan de la deportación de haitianos, pero pocos se atreven a enfrentar a los embajadores de los Estados Unidos y la Unión Europea.
El problema no es solo de sacar del país a los ilegales haitianos, sino que las grandes potencias tienen en su cartilla reunificar la isla, hacerla geo-políticamente una sola, y están dando pasos agigantados hacia alli.
Los inmigrantes haitianos son una problema, talvez minúsculo, de esta problemática. Lo principal tiene que ser las heridas ocasionadas a la soberanía nacional.
Casi el 80 por ciento del problema de la inmigración ilegal haitiana se solucionaría en cuestión de horas si el gobierno habla con los empresarios dedicados a la construcción, la agro-industria y el turismo. Allí se emplean miles de haitianos que al simple decir del pueblo no tienen documentos.
Se quiere tratar la inmigración haitiana como un problema fortuito de desesperados que cruzan la frontera hacia la República Dominicana y ya. Lo cierto es que la mayoría de esos ilegales tiene trabajo de bajos salarios, sin seguridad social ni laboral, tan pronto pisan el territorio nacional.
Con las deportaciones se tiene que tener cuidado y no actuar a la ligera. No tiene la República Dominicana las facilidades para poder deportar en diez meses a 700 mil haitianos. Por el contrario, podría crear una crisis humanitaria y de salud llenando refugios sin facilidades sanitarias, sin agua, sin energía y en medio del caos y el lodazal.
Si se pone en el tapete las deportaciones con trato individualizado, eso quiere decir que serán años los que se necesitarán para sacar a los haitianos que ahora mismo están en el territorio nacional, eso sin contar, con los que comenzarán a entrar de nuevo dentro de unas semanas.
Hay que buscar la forma de legalizar mediante carnet de trabajo a los haitianos que residen en la República Dominicana. Eso es fácil, si el empresariado colabora. Imposible de hacer unilateralmente por las autoridades.
Lo cierto es que la ingerencia extranjera hace cuasi imposible que se pueda llevar a cabo una masiva deportacion de inmigrantes ilegales haitianos en el fronstispicio de un año electoral. Por más vueltas que se le dé, el problema no está cerrado.
2015-06-21 23:53:35