El presidente Joaquín Balaguer
Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, el 30 de diciembre de 1961, el Gobierno interino del Presidente Joaquín Balaguer restauró el derecho de propiedad que tenía en el periódico El Caribe, el doctor Germán Emilio Ornes Coiscou, quien había regresado del exilio.
La información de la devolución del diario al doctor Ornes, fue dada a conocer a través de un comunicado por el secretario de la Presidencia, licenciado Armando Oscar Pacheco.
La declaración oficial resaltó que la restitución de las acciones de la Editora El Caribe C. Por A., de que había sido desposeído el doctor Germán Emilio Ornes en el año 1956, “sienta entre otras las bases para que en la República Dominicana se instituya, por vez primera en muchas décadas, un periodismo independiente de vinculaciones oficiales o partidistas, alrededor del cual, sí se cumple la función social y ética que le corresponda, podrá germinar la opinión responsable y de altura que se requiere para asegurar la marcha adelante del proceso de democratización progresiva porque atraviesa ahora la Nación”.
Al producirse la decisión del presidente Joaquín Balaguer, los miembros de la Unión Cívica Nacional trataban de sacarlo del Gobierno interino por entender que era una expresión del trujillismo.
Sin embargo, Balaguer sostenía la idea de que la “Era de Trujillo ha terminado. El momento no es oportuno para responsabilizar a nadie, ni para someter al escrutinio público las faltas irreparables que han dado lugar al desplome definitivo de la dictadura”.
En un discurso publicado en El Caribe el 24 de noviembre de 1961, Balaguer había pedido un voto de confianza al pueblo dominicano y expresó:
“Tengo conciencia de la misión histórica que me ha señalado el destino y voy a cumplirla sin temores y sin vacilaciones. Las responsabilidades que he asumido me obligarán, en el curso de esta dura tarea, a herirme en mi propia carne y a tomar determinaciones inflexibles que no me es dable eludir”.
Balaguer también sostuvo que “Para el honor y para la grandeza de la República, más vale un Presidente muerto que un Presidente fugitivo”.
El mismo día 30 de diciembre de 1961, el secretario de las Fuerzas Armadas, general Pedro Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, le envió una carta al líder de la Unión Cívica Nacional, doctor Viriato Fiallo, para expresarle la “decidida aspiración de los cuerpos castrenses de la República a mantenerse ajenos y distantes de la cuestión política y sometidos a la obediencia del Gobierno civil”.