Por Manuel Hernández Villeta
Hace unos años se hablaba del bipartidismo y se pensaba en una posibilidad muy lejana de que se originara ese fenómeno en la política dominicana. Hoy, el bi-partidismo es parte de la historia; tenemos prácticamente el partido único.
Si en las pasadas elecciones el Partido Revolucionario Dominicano consiguió la mayor asignación de votos para conquistar la casilla número uno, en este instante las divisiones internas lo llevan a ser un grupo fuera del sistema.
Con mucha suerte, el PRD podría alcanzar el cinco por ciento, que se estima el número mágico para ser considerado entre los partidos mayoritarios, y pasar a recibir la gran tajada económica vía la Junta Central Electoral.
Cuando hace más de 20 años se hablaba de sistema de dos, el tema era referente a que se perpetuaran en el favor popular el PRD y el Partido Reformista Social Cristiano, pero los dos son hoy simples sombras, que medran tratando de subsistir.
No se puede hablar de un bi-partidismo tomando en cuenta la presencia electoral y de masas del PRD y el PRSC. Quedaría entonces el hijo de la división de los blancos, que es el Partido Revolucionario Moderno.
Este grupo que fue creado teniendo como primera figura a Hipólito Mejia da un gran cambio cuando elige como su candidato presidencial a Luis Abinader. Hoy se desconoce cuál es la fuerza real del PRM, pero a ojos de simples analistas, no se espera que alcance la última votación del PRD.
Por consiguiente estamos ante el sistema de un solo partido, el de la Liberación Dominicana. De seguir su línea de ascenso, el PLD deberá ganar en la primera ronda electoral, porque tiene de frente a una oposición que no arranca, ni siquiera para conseguir titulares sólidos en los periódicos.
En el país hay temas y malestares suficientes para elevar a un grupo de partidos políticos a luchar por el triunfo electoral, lo que falta es la unidad y una línea de trabajo sólida y efectiva. Sin enemigos a la vuelta, el PLD sólo debe luchar por mantener su bloque unitario sin erosión.
Un gran frente de masas estará respaldando a Danilo Medina. Al correr de las semanas se podrían presentar fisuras, cuando se comience a señalar las candidaturas de dedo. No se olvide que por acuerdos políticos van a repetir los diputados y senadores. Se habla de encuestas para los síndicos y los regidores.
Un partido solitario en la lucha por el poder tiene que ser humilde, escuchar la voz de la calle, y comprender que como en los egos personales, el peor enemigo de la vanidad es sólo ver el reflejo del espejo, pero rehuir a medicar los sinsabores intestinos.
2015-07-28 23:40:36