Opiniones

A Pleno Sol Doblar la esquina

Por Manuel Hernández Villeta

Las ilusiones terminaron para (con) la juventud. Se fue la visión de futuro como polvo movido por el huracán. Al discorrer de los años, solo quedó el que muchos se acoplaran al sistema que combatían y trataran de sobrevivir.

Nunca estuve de acuerdo con el concepto de la década pérdida, donde se jugaba a que la juventud contestaria de los años 60 y 70 perdieron el tiempo luchando por químeras. En la praxis, los ideales de esa juventud fueron colocados en el invernadero y se marchitaron como salieron canas en muchas de las cabezas que calentaban esas ideas.

A la larga, se impuso el sistema. La lucha por un mundo mejor siguió siendo una consigna que desaparecería a golpe de populismo, y con cada cuál de manera individual, tratando de subirse al carro del progreso de las élites; vagones con nombre propio, y fortuna engrosada al calor del neo-capitalismo.

Cuando desapareció la juventud contestaria, se comenzó a trillar el camino de la barbarie, de la delincuencia, del sicariato, de las drogas, y del embudo social, sin posibilidades de dar un paso al frente.

¿Qué ideales hoy engalanan a la juventud?. Ninguno. Llegamos a la dura etapa de iniciar el camino hacia ninguna parte. De estar de frente al sol, y no tener ya temor de que nos queme, porque tenemos una venda eterna que nos cubre los ojos. Tiempo ido, e ideales que los devoró una espera de siglos, que nunca se concretizaron en un minuto para la eternidad.

Pero el pesimismo no puede ser la carta de presentación de hoy. Hay que levantar las barreras, hay que insuflar a la juventud valor y fuerzas para dar el siguiente paso. Hay que enseñarle que el futuro es hoy. La primera piedra para el futuro personal y colectivo hay que ponerla ahora, o siempre se vivirá en la charca.

A las nuevas generaciones hay que ponerle de nuevo a cantar los versos de que no hay camino, se hace camino al andar. Por desgracia, se dan ahora mismo pasos hacia la nada, hacia el abismo, a la tierra que nunca deveríamos pisar. ¿Cómo salir de esta camisa de fuerza?.

Toda la historia de la humanidad ha sido de lucha, de caer y levantarse, del tropezón adelantar, y hasta de dar un paso adelante y dos hacia atrás, pero de no quedarse en el mismo lugar por tiempo indefinido. Es imposible estar sin avanzar. Quedarse en el mismo lugar, significa un retroceso y la juventud dominicana no puede retroceder ni estancarse.

Todos a una tienen que luchar para crear al hombre nuevo, y olvidarse de una juventud del pasado inmediato que vio esfumarse su utopía a golpe de dólares momentáneos. Solo para los caídos, la revolución es inminente y se encuentra al doblar de la esquina.

2015-07-30 22:31:48