EL TIRO RAPIDO
Mario Rivadulla.
Tres meses atrás, en el curso de las discusiones con los personeros del empresariado sobre el reajuste del sueldo mínimo, los representantes del sector sindical asumieron una posición a nuestro juicio contradictoria y lesiva a los intereses de los propios trabajadores. Ellos acogieron el monto del 15 por ciento de aumento salarial decretado por la Ministra de Trabajo, quien presidió las negociaciones, pero al mismo tiempo, mostraron su inconformidad con el mismo adoptando la decisión de ausentar su representación de todos los organismos mixtos donde por ley les corresponde participar.
La decisión que a partir de entonces privó al sector laboral sindicalizado de presencia, voz y voto en la discusión de temas que involucran el interés de sus afiliados, incluyó también el Consejo Nacional de la Seguridad Social.
Las consecuencias negativas de esa postura en los importantes campos de las atenciones médicas y el régimen de pensiones, fueron clara y crudamente expresadas hoy por Nélsida Mármolejos, la experimentada y batalladora directora del Departamento de Información y Defensoría de los Afiliados a la Seguridad Social, más conocido por sus siglas de DIDA.
Hablando con el nutrido grupo de reporteros que asistió en la mañana de hoy a la rueda de prensa organizada por el organismo que encabeza, ella hizo notar que el vacío dejado por la ausencia del sector sindical en el Consejo Nacional de la Seguridad Social, mantiene prácticamente paralizado el mismo. Así, temas de tanta importancia sobre los que es preciso tomar decisión como la revisión del Plan de Servicios de Salud, la cobertura de salud de los pensionados, la sostenibilidad financiera del Sistema y el Seguro Familiar de Salud y otros de igual significación se mantienen en una especie de limbo en perjuicio de los afiliados.
En términos prácticos, Nélsida Marmolejos reveló que la DIDA ha visto incrementarse en varios miles el número de quejas de los afiliados que han visto afectados sus derechos y su economía debido a la paralización del Consejo, impedido de sesionar sin la presencia de la representación sindical donde se siente la falta de la presión, la voz y el voto de la misma para sacar adelante la agenda pendiente de temas de gran prioridad.
Sin desmeritar la validez de las razones que impulsaron a los sindicalistas a tomar la radical decisión de retirar sus delegados de las distintas instancias de representación mixta en que les corresponde participar, la directora de la DIDA exhortó a los representantes laborales a reconsiderar la misma, al menos en lo que toca al Consejo Nacional de la Seguridad Social.
Se trata de un reclamo válido al cual unimos también nuestra propia exhortación, en el marco de la importancia que nuestro TELEDEBATE otorga a la Seguridad Social y el respaldo irrestricto que brindamos a la DIDA en la necesaria defensa de los intereses de los asegurados.
De esperar que los líderes del sector sindical no presten oídos sordos frente al justo llamado a reflexión de Nélsida Marmolejos en beneficio no solo de los propios trabajadores sindicalizados, sino de la totalidad de los afiliados al sistema cuya representación ostentan y cuyos derechos están obligados a defender.
Reiteramos que su presencia, su voz y su voto son imprescindibles por mandato de ley para que el Consejo pueda sesionar y adoptar acuerdos, por lo que se convierten en pieza esencial para poner en marcha la hoy paralizada agenda de temas de alta prioridad encarpetada en el organismo y mantenida en un verdadero limbo en perjuicio de los asegurados.
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2015-08-21 15:17:45
