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Los Charamicos, una tradición navideña de República Dominicana

diariodominicano.com

Santo Domingo, 11 dic (Prensa Latina) Cuando diciembre se avizoraen el horizonte cercano, unas figuras irreverentes comienzan a inundar las principales arterias de Santo Domingo, aportando un toque artesanal nunca visto en el resto del año.

Los Charamicos son representaciones de camellos, venados, ángeles con cornetas, carretillas, estrellas, árboles, bolas, en fin, un sinnúmero de figuras alegóricas a las fiestas navideñas elaboradas en diversos colores o combinaciones de tonalidades, pero con predominio del rojo, verde, gris, morado y naranja.

Su surgimiento -narró Wilton Romero a Orbe- data de la década de los años 70, las figuras son fabricados con ramas del olivo; las bolas, conos y canastas con jaquimei; le dan las formas terminales con bejuco chino; los burritos se rellenan con pangola y los musgos o guajaca se usan para decorar las figuras.

La venta de estas figuras en Santo Domingo comenzó por el Parque Independencia, cerca de la zona colonial y de ahí pasó a la avenida John F. Kennedy, otra de las arterias principales de esta ciudad.

Pero desde hace varios años se adueñaron de la avenida Churchill, aunque en otros lugares de la urbe los transeúntes pueden apreciar estas obras.

Los fabricantes de los charamicos comienzan su elaboración meses antes de la navidad, pues los palos y bejucos utilizados se cortan en el verano y son dejados al sol para lograr su completo secado.

Mientras, los artesanos compran el resto de los aditamentos necesarios para dar terminación a los adornos, entre los que se encuentranbarniz, pintura, escarcha y musgos o guajaca.

Todo está cronometrado, porque ya en noviembre comienzan las ventas, salga el solo por donde salga, como dijo nuestro interlocutor.

Una vez que estas figuras hacen presencia en las calles, los peatones y choferes comienzan a detenerse alrededor de las hileras de adornos, para ver, cotizar y algunos comprar, no importa que se detenga el tráfico.

Estos objetos inanimados se convierten en esta época del año no solo en las mercancías que muchos compran o quieren comprar, sino también en complemento de la decoración con la cual las autoridades de las ciudades embellecen las calles y avenidas a la espera de las festividades decembrinas.

Sin dudas, la belleza de esta tradición hace que los dominicanos se sientan orgullosos, y aunque no todos los puedan comprar, pues los “cuartos” (dinero) no alcanzan, bien vale la pena deleitarse con los charamicos en toda su diversidad.

(Tomado de Orbe)