Opiniones

A Pleno Sol Justicia de gelatina

Por Manuel Hernández Villeta

Las instituciones dominicanas son demasiado fragiles. No soportan el mínimo viento de contradicciones. Se sustentan únicamente en la voluntad de las mujeres y los hombres serios que la integran.

Son maleables a la corrupción y a las presiones sociales. Muchos se benefician de su sombra para hacerse millonarios, y olvidarse del sacrosanto deber de sacrificarse y servir al país.

En los últimos meses militares, polícías, representantes de la justica y funcionarios públicos, se han visto en señalamientos sobre la comisión de actos de corrupción. Son acciones delictuosas cometidas al amparo de manejos dolosos de los cargos que le corresponde dirigir.

Hay un puñado de jueces acusados de prevaricación. Antes de su sometimiento formal, ya el caso pasó al foro público y fueron condenados por la prensa en lo que se podría llamar delitos de exposición pública.

Es un sendero donde desde el primer señalamiento en un titular de periódico o en un foro público, se le debe considerar culpable. Hay individuales de violaciones de las leyes que deben ser condenados, pero ello no puede significar mandar al paredón a todo juez, policia o militar.

Si se hace una evaluación sincera y onbjetiva, la mayoría de estos funcionarios del área pública son honrados y cumplen con su trabajo. Lo que un puñado hace no debe hacer flaquear a las instituciones nacionales.

Pero es así. El colocar en cada esquina un foro público o estar persiguiendo los titulares de los periódicos, provoca desfallecimiento de instituciones neo-natas y nos coloca al borde del precipicio. No por salvar a corruptos, sino porque instituciones de cartón se desmoronan cuando desde adentro se torpedea su crecimiento y fortalecimiento.

Hay que actuar con todo el peso de la ley contra los que violaron los reglamentos que debieron cumplir. Ello no significa que apoyemos que se juzque en titulares de periódicos los hechos dolosos cometidos. Un debate público antes de aplicar sanciones sólo hace desfallecer a las instituciones. Se tiene que seguir lo que disponen los reglamentos. Más aún, en múltiples ocasiones las denuncias nunca llegan a una conclusión con sanciones ejemplares.

La justicia tiene que sacar a los corruptos de su seno, pero en base a acciones que vayan dirigidas al fortalecimiento institucional, y no a buscar titulares y establecer paredones de opinión pública, que permitan la fuga de culpables y debilitan instituciones que tienen las piernas de gelatina

2015-11-20 01:24:14