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Por José Gómez Cerda
Santiago, R. D., 17 de octubre, 2022.- Guzmán Carriquiry es el laico que ha ocupado los cargos de mayor responsabilidad en el Vaticano. Roma, Italia.
Guzmán Carriquiry Lecour nació en Montevideo el 20 de abril de 1944. Obtuvo el doctorado en Derecho y Ciencias Sociales en la universidad de la República, en Montevideo.
Trabajó como abogado y profesor universitario. Ocupó puestos de responsabilidad en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la Republica y en diversos colegios e instituciones de enseñanza de Uruguay. Trabajó como periodista para la prensa católica tanto en Uruguay como en otros países latinoamericanos.
Ha publicado numerosos libros y artículos y ha pronunciado decenas de conferencias, especialmente sobre temas relacionados con la doctrina social cristiana, la historia y la cultura de América Latina y los derechos humanos.
Cuando fui electo secretario general de la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura y la Alimentación (FEMTAA), con sede en Bruselas, Bélgica, uno de mis objetivos principales era establecer relaciones con el Vaticano, era una organización alineada al catolicismo social.
Me fui a Roma, Italia, al Vaticano, en el año 1995, para buscar relaciones internacionales. En una reunión de la FAO (Organismo de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación), me encontré con Monseñor Wagner, austriaco, conversamos en francés, era el representante del Vaticano ante ese organismo internacional. Le explique mi interés de relacionarme con el mundo social de la Iglesia Católica, y él me condujo a Guzmán Carriquiry.
Mi primera conversación con Guzmán Carriquiry, en El Vaticano, Roma, Italia, fue muy interesante, pues nos habíamos conocido en Venezuela, en una actividad de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), y él tenía conocimientos de las actividades sindicales. Él era subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos.
Él me explicó que los sindicalistas católicos italianos no estaban dentro del sindicalismo cristiano internacional, pues después de terminada la II Guerra Mundial, la CIA de Estados Unidos, les había indicado que ellos debían estar en el sindicalismo socialista, o sea dentro de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), que crearon los países capitalistas, que ganaron la II Guerra Mundial. Aun existiendo la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos (CISC.
La Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) en italiano, (Confederazione Italiana, Sindacati Lavorator-CISL), es la segunda central sindical italiana de importancia, fundada en 1948, de inspiración demócrata-cristiana, y organización laica, estaba afiliada a la CIOSL, pero sus afiliados en mayoría son católicos.
Uno de sus principales dirigentes era Albino Gorini, que dirigía la federación del sector de la agricultura y la alimentación (FISBA), luego FAI-CISL y Francesco Orsomando, que dirigía la Federación Europea de la Agricultura y la Alimentación, con sede en Bruselas, Bélgica, dirigente también de la FISBA.
Guzmán Carriquiry me comunicó con ellos, y tuvimos una primera conversación, extensa, sobre principios, valores y ética del sindicalismo internacional. Ellos son católicos, pero nunca habían tenido una conversación con un dirigente sindical internacional cristiano. ¡Guzmán Carriquiry me acompaño en esa conversación! Ellos me escucharon con mucha atención.
Un mes después, Albino Gorini me llamó a Bruselas, Bélgica, donde yo residía y era la sede de la FEMTAA, para decirme que ellos querían conversar nuevamente conmigo, me pagaban el viaje a Roma y los gastos de hospedaje. Dos días después llegué a Roma, conversamos y llegamos a un acuerdo que, aunque ellos mantenían su afiliación con la organización socialista internacional, podíamos coordinar algunas actividades.
Acordamos que el representante de la FEMTAA ante la FAO fuera un militante de ellos, Vicenzo Conso, hombre de confianza del Vaticano, para el sector de la agricultura y la Alimentación, ellos donaban una cantidad de dinero a la FEMTAA, no como pago de afiliación, sino una cooperación solidaria, y realizaríamos actividades conjuntas en Italia y a nivel de América Latina. ¡Guzmán Carriquiry estuvo como testigo de ese acuerdo!
Estando en Italia conocí a la esposa de mi amigo Carriquiry, Lidice María Gómez Mango, y a sus tres hijas, que estaban pequeñas. Una vez le pregunte en Bruselas, Bélgica, a la esposa de Guzmán Carriquiry, que, si ella estaba contenta de estar casada con el principal laico en el Vaticano, me dijo que si, pero que “a él le pagaban como si fuera un cura, y económicamente no era mucho”.
Mis buenas relaciones con sindicalistas italianos, como Albino Gorini, Francesco Orsomando y Vicenzo Conso, asi como con la organización italiana de la agricultura-Coldiretti, (Confederación Nacional de Productores Directos) se las debo a Guzmán Carriquiry, a quien aprecio mucho, en especial sus conversaciones.
Después que terminé mi mandato, como secretario General de la FEMTAA, me trasladé, de Bélgica, a mi país, la Republica Dominicana, en el año 2004.
En el Grupo Santo Tomas Moro, de la Republica Dominicana, donde estamos Monseñor Ramon Benito de la Rosa y Carpio, fundador y presidente, José Armando Tavares, secretario ejecutivo, Carlos Burgo y yo, realizamos varias actividades internacionales, entre ellas fue invitar al Dr. Guzmán Carriquiry, quien en esa época era secretario Encargado de la vicepresidencia de la Pontificia Comisión para América Latina.
Durante la permanencia del Dr. Guzmán Carriquiry a la Republica Dominicana, tuve la ocasión de conversar varias veces con el, rememorar las orientaciones y ayudas para tener contactos con dirigentes sindicales y políticos en Italia, y dentro del Vaticano.
En el Vaticano, tuve el privilegio de conversar dos veces con el papa (ahora Santo), Juan Pablo II, lo cual ha sido muy gratificante para mi vida personal, sindical, social y religiosa.
El 9 de enero del 2021 el Papa Francisco recibió en audiencia al Dr. Guzmán Miguel Carriquiry Lecour, en ocasión de la presentación de las cartas credenciales con las que fuera acreditado como nuevo embajador de la República Oriental del Uruguay ante la Santa Sede.
El Papa Francisco ha escrito el prólogo de dos de sus libros: “Una apuesta por América Latina –Memoria y destino histórico de un continente” (2005) y Memoria, Coraje y Esperanza a la luz de la Independencia de América Latina, Isabel la Católica y los santos, Las prioridades y desafíos de la política a la luz del magisterio del papa Francisco y del episcopado latinoamericano.
El haber conocido, disfrutado de su amistad, conversar varias veces en Italia, Bélgica y Republica Dominicana, con Guzmán Carriquiry, el laico que ha desempeñado los cargos mas elevados en el Vaticano, me hace sentir profundamente agradecido, con el que hoy es el Embajador de Uruguay ante la Santa Sede, el Vaticano.
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Santiago de los Caballeros, REPUBLICA DOMINICANA
Octubre 2022