Opiniones

COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO EL LENGUAJE DEL CORAZÓN EN LA MIRADA

Me gustan las miradas penetrantes,

aquellas que por sí mismas,

son un abecedario de plácidas sensaciones.

Uno ve lo que ve, y cada persona ve distinto.

Bajo el azul, me sorprenden

aquellos que duermen y no despiertan.

Necesitamos confluir interiormente.

Alzar la vista, y acariciarse

dentro de uno mismo para alentar el ánimo.

Nada somos sin Dios, hemos de sentirlo.

Ojalá descubramos sus ojos

en nuestra visión del alma más nívea.

Tenemos necesidad de sentirnos

más espíritu que cuerpo

en este trajín diario en el que nos movemos.

Observémonos para vislumbrar

caminos de encuentro,

pues hemos de reparar las desuniones.

Dejémonos mirar por la belleza

que nos acompaña, por lo armónico

de un amor que está ahí, esperándonos.

Aprendamos de las flores,

que nada piden y lo dan todo,

en un abrazo que nos injerta ternura.

Una ternura que nos da valor y valía.

Valor para amar sin condiciones.

Valía para indagar en los sentimientos.

Pues para conciliarse hay que quererse.

Explorémonos hasta que las lágrimas

nos cicatricen e interroguen sobre la vida.

Que una existencia desorientada

necesita buscar la gracia

de la reconciliación para eternizarse.

Pensemos que nunca es tarde para ojear

rutas vividas en relación con los otros,

que la vida es sentirse y perdonarse.

Vivamos los días sin cerrar los sentidos,

abriéndonos al pulso del corazón,

para en conjunto ser poesía, latido, ¡el verso!.

Víctor Corcoba Herrero

corcoba@telefonica.net

4 de febrero de 2017

2017-02-04 20:27:08