Se estima que en República Dominicana un 70% de quienes realizan cirugías plásticas no son médicos calificados para practicarlas. Esto quiere decir que por cada Cirujano Plástico certificado, hay 3 personas que no tienen certificaciones, incluidos médicos generales, enfermeros y camilleros.
Las redes sociales se han convertido en el método de captación de pacientes favorito de individuos sin escrúpulos que buscan únicamente un beneficio económico y sin contar con un entrenamiento adecuado realizan cirugías y procedimientos fuera del marco legal establecido por las autoridades sanitarias.
Son muchas las interrogantes que debería hacerse una persona antes de llegar al quirófano, algunas de ellas forman parte de ese punto ciego de la medicina, que existe por desconocimiento. Son aspectos que pasan por alto los pacientes, quienes en su afán de lucir como celebridades en poco tiempo, se lanzan a tomar decisiones sin averiguar lo que hay detrás de la cirugía.
Ante la indiferencia de las autoridades, ausencia de sanciones disciplinarias, ¿qué herramienta tienen las personas para evitar convertirse en una victima?
Tenemos que abrir los ojos, todo procedimiento quirúrgico conlleva riesgos pero el mayor de todos, estadísticamente, es caer en las manos de un mercenario de la salud.