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El huracán David ocasionó  muertes y daños extraordinarios en República Dominicana

Por Héctor Tineo Nolasco

Diariodominicano.com

SANTO DOMINGO, el  31 de Agosto de 1979, el huracán David y la tormenta Federico ocasionaron la muerte de miles  de personas y daños a bienes de  familias,  al sector Agropecuario y a las obras de infraestructuras. El número de las personas que murieron quedó sin precisar.

No obstante,  se ha estimado  que el huracán David causó la muerte de dos mil 400 personas, pero otras versiones  indican  que las víctimas fueron cuatro mil.

Más  de 600 mil personas perdieron sus hogares en San Cristóbal, Baní, Azua, el Distrito Nacional, San Pedro de Macorís, Higüey, La Romana, El Seibo y Monte Plata, entre otras comunidades de la geografía nacional.

En la ocasión el presidente Antonio Guzmán Fernández  declaró a República Dominicana  en situación de emergencia y  toque de queda de seis de la tarde a seis de la mañana, con el objetivo de evitar los robos y saqueos.

Guzmán Fernández, con 380 días en la Presidencia de la República,  dispuso que sólo a los militares, y a las personas autorizadas,  se les permitiría  transitar  durante el horario establecido.


Guzmán decretó el  toque de queda de seis de la tarde a seis de la mañana, con el objetivo de evitar los robos y saqueos.

Con categoría 5 y  vientos de 240 kilómetros por hora,  el huracán David destruyó  más del  70 por ciento del sistema   eléctrico y  ocasionó daños a decenas de acueductos, incluido el  de Santo Domingo y el sistema telefónico.

También destruyó gran parte del sistema vial derribando puentes, y borrando carreteras, canales de riego y otras estructuras.   

El servicio de electricidad fue restablecido un mes después de las devastaciones  del huracán.

También  quedaron  muy afectados  muelles de Haina y Santo Domingo por donde entraba y salía    el 90 por ciento de las cargas.

El sector agropecuario perdió gran parte de sus mercados especialmente el de bananos debido a que luego del huracán no tenía como suplir los embarques.

El 4 de septiembre, cuatro días después, la tormenta Federico empeoró la situación  con seis días  de lluvias, lo que causó inundaciones que terminaron por arrasar gran parte de las plantaciones agrícolas, y provocó la muerte de miles de reses y aves de corral.

El fenómeno se originó  en el Atlántico próximo a las islas de Cabo Verde, el 25 de agosto de 1979. Perdió fuerza  el 8 de septiembre tras  afectar además de  República Dominicana,  a Haití,  Cuba,  y varias de las Antillas Menores.

Los mayores daños se sufrieron  entre  San Cristóbal y la provincia Peravia. En  Sainaguá, Palenque, Sabana de Palenque, Nizao, Don Gregorio y otros en los que más del 90 por ciento de las viviendas quedaron destruidas.


Las crecientes de  ríos como el Nizao y Yubazo causaron la muerte de centenares de personas, incluidas familias completas.

Tras el paso del fenómeno, el presidente  Guzmán Fernández  ordenó un plan de reconstrucción de viviendas con  bloques  y concretos para sustituir las de madera.

Una información  oficial estimó que  las pérdidas en el sector agropecuario superaron los mil millones de dólares debido a la destrucción de casi toda la infraestructura productiva en el centro y sur  del territorio nacional. 

La recuperación requirió de varios años para volver a operar con eficiencia.

También produjo un aumento de las importaciones para sustituir las áreas productivas afectadas.

A causa del fenómeno la producción de leche y sus derivados cayeron drásticamente.

El flujo de divisas  disminuyó como consecuencia de  la caída de las exportaciones de  productos agrícolas.

Las pérdidas en el sector industrial también fueron significativas  porque  gran parte de los parques industriales de Haina y Herrera quedaron con daños extraordinarios.

El servicio de electricidad fue restablecido un mes después de las destrucciones de David.

Otra consecuencia negativa fue la  destrucción de los muelles de Haina y Santo Domingo por donde entraba y salía   el 90 por ciento de las cargas.

El sector agropecuario perdió gran parte de sus mercados especialmente el de bananos debido a que luego del huracán no tenía cómo realizar los embarques.