Opiniones

EL PLD

EL PLD

Y LA III REPÚBLICA.

Por Juan Cuevas

Del triunfo del PLD en las pasadas elecciones congresuales y municipales, se pueden extraer distintas y diferentes lecturas, ahora bien mi reflexión sobre las mismas me lleva a pensar su triunfo como una necesidad del pueblo dominicano de mirar hacia el futuro, pero un futuro que obligatoriamente debe aprender del pasado.

En ese sentido, la República Dominicana está ante la oportunidad de reencausar su propia historia, porque si Duarte nos dio la identidad como dominicano, fundando la primera República en 1844. En 1861, Luperón  redefinió el camino de esa identidad y soberanía de una II República.


  
 

Por el contrario, lo que pudo haber sido la continuidad y fortalecimiento, no solo de la identidad dominicana, sino también, un salto al conocimiento de la democracia y soberanía del pueblo dominicano, se vio frustrada con el golpe de Estado al gobierno del profesor Bosch. Encontronazo histórico que privó a los dominicanos de un salto en su desarrollo político e institucional, lastrado hasta el día de hoy.

 

El triunfo del Partido de la Liberación Dominicana y  sobre todo del presidente Leonel Fernández en las pasadas elecciones congresuales y municipales, abre una nueva coyuntura de la política y la democracia dominicana. Una oportunidad histórica, que de no aprovecharse para efectuar los cambios y reformas estructurales que necesita el Estado dominicano, de seguro muchos lamentaremos  en el futuro. Pero sobre todo más que lamentos, el pueblo lo sentirá en su propia carne, lo que no podemos permitirnos aquellos que de una u otra forma sentimos por nuestro pueblo.

 


  
 

En esta oportunidad no caben las medias tintas, no se puede llamar a confundir el estilo de gobierno  dialogante, de consenso y buenas maneras del presidente Leonel Fernández, con la debilidad. Como tampoco debe el gobierno dejar de asumir su responsabilidad histórica, para no afectar intereses tradicionales, enemigo el desarrollo del pueblo dominicano. Una institucionalidad que funciona  no solo beneficia a la gran mayoría, sino que equilibra derechos con deberes en igualdad de condiciones para todos los individuos.

Estamos pues, frente a propuesta como la Reforma Constitucional necesaria, urgente y democrática. Reformas que deben acogerse sin temores a mayores aperturas de derechos para los ciudadanos. Por lo que Plebiscito y Referéndum son figuras jurídicas fundamentales de esa nueva carta magna.  Una justicia  y una Junta Central Electoral entre otras, menos politizada, son de prioridad institucional y sobre todo el reconocimiento político y jurídico a la Diáspora dominicana. Como también el entendimiento por parte de la población de que hemos de juntar las distintas elecciones presidenciales, congresuales y municipales y recorte del tiempo del traspaso de poderes, por señalar algunas de las reformas que se han de tener en cuenta en su momento.

2006-07-28 19:50:38