Opiniones

Tomar no es delito

Tomar no es delito

Por Narciso Isa Conde

Tomar bebidas alcohólicas no es un delito.

Venderlas tampoco.

El trago social es una grata costumbre tan vieja como los pueblos originarios que poblaron nuestra isla y nuestra América.

Tan antigua como el origen de la humanidad.

Es una forma de desinhibirse, de compartir, de divertirse.

Una manera de eliminar tensiones y buscar ratos alegres

El trago casi siempre se vincula a la fiesta, la música, al baile, a las conmemoraciones, a las celebraciones de diversos tipos y con variados motivos.

Es una forma de” botar el golpe”.

Es un recurso, que por momentos, acompaña gratamente los enamoramientos y la relación de pareja, haciendo las veces de condimento del amor y el placer sexual.

La fabricación y uso de las bebidas alcohólicas es parte de la cultura de lo pueblos, de sus formas de vida y relación; vinculada secularmente a las ceremonias religiosas y a las conmemoraciones no religiosas

El vino nunca falta en la “Santa Misa”.

El problema en este orden, como en el de todas las drogas de uso humano, es el exceso y la adicción, generalmente motivadas por otras causas ajenas a la acción de tomar.

No conozco de investigaciones que prueben que el trago social, las fiestas con bebidas, las comidas acompañadas de licores, la música bautizada con ron o cerveza, serían causas de la delincuencia.

Tampoco se ha probado que tomar de noche sea peor que tomar de día, o que hacerlo en horas de ocio sea menos conveniente que hacerlo en horas de trabajo.

Tomar o no tomar forma parte de l libertad individual, siempre que su ejercicio no afecte a otras personas.

Salir de madrugada, por la mañana, por la tarde o por la noche es un derecho inalienable.

La costumbre en el plano de diversión varían de generación en generación y cambian con las evoluciones de las sociedades y las formas de vida y de trabajo.

De un tiempo a este parte los (as) jóvenes salen a divertirse mas tarde de la noche que antes. Y eso no lss hace ni mas malos(as) ni mas buenos que los de antes, solo algo diferentes.

En los tiempos de apogeo de la Casa Bermúdez en Santiago había mas oportunidad de tomar “ron dao” o ron barato, que ahora, Y antes Santiago no teíia mas delincuencia que ahora.

Lo mismo digo de mis tiempos en Puerto Plata con el Brugal.

Por esto me parece muy atrasado, profundamente conservador, claramente autoritario, despótico, y muy atropellante, vincular el tema del auge de la delincuencia a la diversión nocturna, al consumo de bebidas alcohólicas a ciertas horas, a los colmadones, restaurantes y centros de diversión abiertos después de las 12 de la noche.

Igual puede calificarse el uso que se la está dando a la fuerza pública en esa dirección y los retenes y cateos nocturnos ejercidos por el patrullaje policial- militar.

Es claro que al Presidente del República, el Secretario de la Presidencia y al Secretario de Interior y Policía “no los mecieron cuando eran chiquito”.

Es claro que se trata de personajes fríos, formalistas, escasamente caribeños y muy distantes a creer que “nada humanos debe sernos ajeno”.

Pero no solo se trata de eso.

Estamos ante un intento oficial de montar un modelo más autoritario y conservador, desde un esquema que fomenta el miedo y desde una gran incapacidad e hipocresía para encarar las causas y raíces del auge de la delincuencia en esta era del capitalismo neoliberal y de gasnterización del poder económico y político.

Un modelo más rígido y más gris, repleto de simulaciones y empeñado en encubrir el Estado y el gobierno delincuentes desde los cuales se aplican esas medidas, y cuyos jefes y medios nos dicen con otras palabras lo siguiente:

  1. No salgan de noche, no se diviertan, no tomen, déjense registrar, acepten los abusos, llenen sus casas de rejas, escóndansele a los delincuentes menores, déjennos combatir drásticamente la ratería, los ladrones de celulares, la delincuencia que brota de la pobreza…


  2. Déjennos seguir empobreciendo con el FMI y el TLC y reprimiendo a los (as) empobrecidos.


  3. Acepten tranquilo la delincuencia mayor, la delincuencia de Estado, la de los   políticos encumbrados, la delincuencia policial, militar, empresarial, oligárquica.


  4. Facilítennos combatir los atracos callejeros, los fullerías de las pandillitas y “naciones” y háganse la vista gorda frente los atracos que nosotros hacemos desde el Palacio Nacional, el Palacio de la Policía, y desde múltiples dependencias gubernamentales.
  5. Honremos a Balaguer, a Donal Read Cabral, a Bush, a Scharon, a Kofi Annan, a la Isla Artificial, al plan renove, a Verizon, al anillo de los doce años, al Congreso de rufianes, al préstamo de 132 millones de dólares para la PN, las privatizaciones, la Fundación Global, al rockash, al PPH y al Pemepeledeismo y a la perversidad bancaria.

 

¡Así ganaremos el paraíso: un Nueva York chiquito,chiquitito.                                         

2006-08-07 13:49:50