Caram: La franquicia no ha preparado nada propio para recordar a Joaquín Balaguer
PERDON, BALAGUER, PERDON
De no ser por la fundación Joaquín Balaguer, no se hubiera celebrado el centenario de su nacimiento. La franquicia no ha preparado nada propio para recordarlo y el congreso anunciado para la ocasión ha sido abandonado
Por Guillermo Caram
Al cumplirse el centenario del nacimiento del mentor del reformismo dominicano, es imperativo y aleccionador observar la paradoja observada en torno a su figura: Mientras las encuestas demuestran que la proporción de ciudadanos, pertenecientes en su mayoría a sectores necesitados, lo exaltan cada día más; la cúpula de la franquicia que nos legara, lo desprestigia, subestima e ignora.
Lo desprestigia al permitir el deterioro de la franquicia que le sirvió de plataforma para gobernar durante 22 años y para practicar una oposición afianzadora de la democracia; al sustituir sus excelentes cualidades de líder que poseía por la mediocridad de una burocracia negociadora; al divorciarse de las carencias y urgencias sociales de la población y al aliarse con los más oscuros intereses partidarios; al no percibir ni inducir la nueva forma de hacer política que exigen los tiempos y al no admitir errores ni emprender las rectificaciones correspondientes; y al utilizar jerarquías en provechos personales, olvidando al maestro que “no tenía hacha que afilar”.
Mientras su imagen crece con el tiempo, los herederos subrogados lo subestiman al propiciar o conformarse con infravaloraciones de su figura; como utilizar su nombre en un aeropuerto que no acaba de operar a plenitud por no cumplir las normas requeridas, por demás adornado con un vertedero de basura; o para un pequeño tramo de prolongación de una autopista, cuando no una estatua que hace olvidar su admonición: “no he venido para halagar mi vanidad personal, si es que la tengo”. (segunda nota: al momento de escribir este articulo no había sido aprobado la denominación de JB para la plaza de la salud ni de otros proyectos compatibles con la envergadura de su margen.
Y lo ignoran. De no ser por la Fundación JB, no se hubiera celebrado el centenario de su nacimiento. La franquicia no ha preparado nada propio para recordarlo y el Congreso previamente anunciado para la ocasión fue abandonado por quienes, a sabiendas de la falta de respuesta de los auténticos reformistas a sus convocatorias conforme experiencias precedentes, anticiparon su fracaso.
Por todo ello, debemos pedir perdón a JB. Y quien esto escribe pide perdon si la desobediencia a la cúpula que hemos convocado, contribuyó a abandonar la idea de un Congreso.
Pero lo hicimos y l seguiremos haciendo con el convencimiento que la desobediencia convocada constituye de un prerrequisito no solo para relanzar el reformismo y restablecer su sintonía con los dominicanos, sino también para acrecentar la imagen que se está teniendo sobre Balaguer.
2006-09-01 11:31:55