Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO

de

Mario Rivadulla




Penoso en extremo aunque todavìa un tanto confuso, el incidente ocurrido a la puerta de la discotea Praia,del sector Naco, que costò la vida a una joven estudiante de tèrmino de la carrera de Mercadeo en la Universidad Católica de Santo Domingo. 

De acuerdo a las primeras versiones, la muerte de Pura Alexandra Núñez Rodríguez, de apenas 22 años,  se produjo como consecuencia de un altercado a la entrada del centro de diversión cuando el portero del mismo negò acceso a un grupo de cinco jóvenes, entre los que se encontraba la occisa.

La negativa habrìa traído como consecuencia aparente, segùn la versión inicial,  que uno de los jòvenes la emprendiera a pedradas contra la fachada del lugar, ocasionando la rotura de varios cristales.  Fue entonces,  cuando ya de retirada, èste y sus acompañantes trataron de abordar el vehículo en que habìan acudido al sitio, el portero hizo varios disparos con una pistola de 9 milìmetros, uno de los cuales alcanzò a la vìctima en la espalda con resultados fatales.

Hasta aquì la informaciòn.  Ahora el comentario sobre algunos aspectos del tema.

En primer lugar, son demasiado frecuentes y a menudo de resultados fatales,  los incidentes violentos que ocurren en las discotecas y otros sitios nocturnos de diversión.  Muchos jóvenes han perdido la vida a causa de ello.

En el caso especìfico de la discoteca Praia, èsta ha sido escenario de varias de esas situaciones, algunas de ellas vinculadas a discriminación racial.  De hecho, el sitio advierte que se reserva el derecho de admisión lo que se asegura guarda estrecha relaciòn con el color de la piel.

El Nacional de Ahora en su ediciòn del dìa recuerda que en una de ellas estuvo involucrado el conocido actor de películas de acciòn Van Diesel. En otra oportunidad, una hija de Vickiana fue impedida de entrar en lo que se considerò un acto de discriminación.  En dìas recientes se asegura que tambièn un joven fue agredido en el interior del negocio, recibiendo un botellazo en la cabeza que requirió casi medio centenar de puntos de sutura.

Además de estos antecedentes, llama la atención la desmesurada reacciòn del seguridad apostado a la entrada de lugar.  ¿Acaso su integridad física estuvo amenazada en algún momento?  ¿Tratò de agredirlo alguno de los integrantes del grupo? Nada de eso. A lo màs, como señalamos antes como versión inicial, unas cuantas piedras arrojadas contra el local rompiendo algunos cristales del mismo.

Esto ùltimo en el supuesto de que hubiese ocurrido asì, hay otra cara de la realidad que lo niega.  Pero aùn en tal caso,  nada justificaba que el portero  hiciera uso de su arma.  Mucho menos  balear al grupo a nivel del cuerpo  lo que causò la muerte de la infortunada Pura Alexandra y que pudo haber ocasionado un mayor nùmero de vìctimas.

¿Fue este vigilante entrenado para manejar con prudencia situaciones de conflicto, màs en un lugar de entrada restringida y discriminatoria?  ¿O por el contrario, estaba programado para la forma en que reaccionò en el marco de un patrón de conducta de violencia y de muerte?

El matador tendrà que pagar por su crimen.  Peo tambièn habrà que depurar, no solo en el plano civil,  el nivel de responsabilidad del negocio en que prestaba servicios.  ¿Còmo se le contratò? ¿Què requisitos se le exigieron? ¿Què entrenamiento e instrucciones recibiò para manejar  situaciones de esta naturaleza?  

De paso, tambièn a las autoridades para ser màs cuidadosas, màs exigentes, màs responsables para auditar la forma de contrataciòn, las condiciones y el entrenamiento del personal de seguridad de este tipo de negocios que,  por su naturaleza, estàn mucho màs expuestos a situaciones como las que hoy nos hacen lamentar la pèrdida a destiempo de una joven que pudo haber sido una ùtil profesional, dedicada esposa y madre y valiosa ciudadana.

2006-09-21 00:21:04