Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO

de

Mario Rivadulla

 Ahora que se supone el Presidente Leonel Fernández ha vuelto a coger el piso y puesto al corriente de los asuntos públicos despuès de su màs reciente viaje que lo llevò en singular itinerario a Cuba y a los Estados Unidos, es preciso que retome personalmente la conducción de los problemas màs puntuales del paìs.

Lo primero es asumir nuevamente el liderazgo del Plan Emergente de Seguridad Ciudadana.  Este ha sido el principal caballo de batalla del gobierno durante las ùltimas semanas.  Ninguna otra medida oficial ha sido acogida con mayor beneplácito ni le ha retribuido tan elevada cuota de apoyo ciudadano a su gestiòn en los últimos tiempos.  Los increíbles índices de aceptación registrados en la encuesta Gallup fueron, en su momento,  fiel reflejo del sentir de la gente.

De hecho, determinadas acciones y pronunciamientos enojosos para el gobierno no le han representado un significativo costo político, en parte por los problemas internos que confrontan el PRD y el PRSC que les ha impedido articular una oposiciòn coherente y sostenida.  Pero posiblemente en mayor grado, debido a que han resultado  arropados por las medidas de excepción orientadas a enfrentar la ola de criminalidad que semanas atràs mantenìa a la ciudadanìa en permanente zozobra

Sin embargo, en las dos o tres màs recientes se tiene la percepción de que el Plan ha comenzado a presentar algunas fisuras que es preciso taponar cuanto antes.  El patrullaje nocturno parece haber descendido mucho; durante el dìa, para decirlo en lenguaje popular, no aparece un agente ni para remedio.  Esto asì, pese al apreciable  reforzamiento de recursos móviles y tácticos recibidos por la institución, que fueron objeto de amplia divulgación pùblica.

En este sentido serìa conveniente por tanto,  auditar la cantidad de agentes y militares que estàn dedicados a labores de patrullaje, que insistimos, no deben limitarse al horario nocturno.   Como advertimos en su momento,  la delincuencia trabaja sin apego al reloj, buscando siempre la oportunidad propicia para cometer sus fechorías.  Y èstas parecen estar ocurriendo ahora mismo,  en mayor nùmero,  a la luz del dìa.

El gobierno no puede bajar la guardia en el empeño y deber de  garantizar la seguridad ciudadana.  Ni puede permitir tampoco que pràcticas que tienen que ser definitivamente desterradas,  como es el cobro de peaje, vuelvan a mostrar su garra depredadora como ya està ocurriendo en una cantidad alarmante de casos.

Estemos claros en que la delincuencia no ha sido derrotada; simplemente se ha replegado a la espera de manifestarse cuando se le brinde oportunidad. Ha perdido fuerza, pero continùa al acecho en sus madrigueras.

Hay que impedir que eso pase.  Y  evitar que se frene y entre en riversa el proceso de naciente relaciòn de confianza entre la autoridad y la ciudadanìa, sin cuyo respaldo no es posible mantener la convivencia en niveles de seguridad aceptables y reducir los de la criminalidad.

El Plan Emergente de Seguridad precisa de pilas nuevas o de recargar las actuales, si esto es posible.  Es misiòn, insistimos que toca y debe asumir el Presidente Leonel Fernández, cuanto antes,  de manera personal y directa,  enviando asì una señal contundente de que su gobierno no cejarà en el empeño de garantizar la paz pùblica.

2006-10-03 12:14:13