Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de

Mario Rivadulla

El Presidente Leonel Fernández regresò de su viaje a los Estados Unidos este fin de semana. Lo hizo un dìa despuès de lo originalmente previsto y dos horas antes de lo que se habìa anunciado.

Al regresar encuentra un paìs semiapagado.  Pero sobre todo, una ciudadanìa profundamente preocupada con el anuncio hecho desde Washington, y que encontrò caja de resonancia aquì, durante la intervención de Rafael Camilo en el influyente escenario de la Càmara Americana de Comercio,  del envìo de un nuevo proyecto impositivo al Congreso con la finalidad de oxigenar las decaídas finanzas estatales y asumir los cuantiosos compromisos que les depara el próximo año.

Los argumentos esgrimidos entremezclan pasado y presente: desde la deuda dejada por la anterior administración fruto de una errada política de endeudamiento externo asi como la crisis bancaria y el mal manejo de la misma que magnificò sus perniciosos efectos, hasta la próxima entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio, la eliminación cambiaria y de la factura consular, el desmonte arancelario, el disparo de los precios del petróleo y demàs combustibles, los cuantiosos subsidios a la electricidad y al gas y la caìda de los ingresos fiscales.

Llàmese reforma, rectificación o reajuste, la cuestión no reside en la semántica.  Tampoco lo son las causas enarboladas para justificarlo, vàlidas en gran medida.

Lo que realmente cuenta es que cualquiera que sea la expresiòn que se utilice para identificar el proyecto y las razones que puedan asistirlo,  la gran mayorìa de la gente y de los distintos sectores, desde el empresariado hasta la jerarquía eclesiástica,  lo conjugan en el mismo modo y tiempo: como nuevas cargas tributarias y mayores limitaciones en la ya reducida calidad de vida tanto de la desfalleciente clase media como los menos pudientes a los que ya no les queda cabo de soga del que sostenerse.

Es el costo social y el costo político.  Lo hemos advertido aquì en diferentes ocasiones.  Lo expresò tambièn de manera brillante y categórica el periódico Hoy en su nota editorial del pasado sábado.

La responsabilidad no es del Fondo.  Al Fondo se acude cuando se està a punto de asfixia.  Y el Fondo responde con fòrmulas exclusivamente técnicas, recetas basadas en la frìa lógica de los números, sin tomar en cuenta, porque no es èse su papel, las consecuencias que pueda acarrear su aplicación. Esta es nuestra responsabilidad.  El papel que le corresponde jugar al gobierno. La evaluación de los previsibles efectos  que conlleve la ejecuciòn de las medidas recomendadas. 

La ciudadanìa repetimos, està expectante.  Tres reformas, reajustes, rectificaciones fiscales como quiera llamársele, y en camino hacia una cuarta en menos de cinco años, resultan abrumadoras.  La de ahora sobre todo, requiere de explicaciones orientadoras y convincentes, cautelosas y sabias. Unas explicaciones que solo puede ofrecer quien por mandato constitucional, desempeña el liderazgo de la naciòn.

El Presidente Leonel Fernández debe dirigirse al paìs muy en breve.  Sobre este tema y sobre el de la  insostenible crisis eléctrica.  El primero por la preocupaciòn que ha despertado su simple anuncio  y el segundo por la irritación y los perjuicios que genera.

Y al hacerlo, insistimos, debe acompañar la palabra con el compromiso firme de que cualquier nuevo sacrificio que se le imponga a la naciòn contarà en primera fila, con el ejemplo de austeridad y uso racional de los recursos por parte de su gobierno.  Porque solo asì tendrà fuerza moral para reclamarlo de los demàs.

2006-11-01 13:03:07