Este es el tiempo para ayudar a mejorar la educación pública en la República Dominicana.
Por José E. Bautista
Desde tiempos inmemoriales se ha proclamado la educación como base del desarrollo de los individuos y de las sociedades; por eso vemos que con sobrada razón, el proverbista y rey del Israel Salomón, acuñó la significativa expresión: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de el.” Proverbios 22:6. Este es el tiempo para ayudar a mejorar la educación pública en la República Dominicana.
Como de costumbre, año tras año, ahí están las carencias y fallas del sistema educativo dominicano, con la desventaja de que por tradición los gobernantes que ha tenido la República Dominicana y los grandes empresarios del país, han sido muy tímidos a la hora de invertir recursos humanos, económicos y materiales, en el sector educación pública, donde jamás se ha invertido más del 2 por ciento del Producto Interno Bruto PIB).
De acuerdo a estudios realizados en la pasada gestión de Milagros Ortiz Bosch como secretaria de Educación, la cobertura de la institución en el área de educación básica, era de un 93 por ciento, vale decir, que más de 200 mil niños en edad de cursar la primaria, quedaron fuera de las aulas por insuficiencia de plantes escolares.
Ángel Hernández, quien ejerció la función de Secretario de Estado de Educación interino en el anterior gobierno, sostuvo que “lo peor del caso es que el sistema educativo dominicano no le garantiza a los estudiantes que entran a las aulas de educación básica que terminen este nivel, y por lo tanto, el 40 por ciento de los niños abandona las aulas antes de llegar al octavo grado.”.
El ex funcionario de la cartera educativa aseguró que “para garantizar cuando menos que el 100 por ciento de los estudiantes que entran a básica terminen, se necesitan por lo menos otras 20 mil aulas.”
La situación de calamidad e insuficiencia de planteles escolares, la falta de butacas y otras carencias prevalecen en la gestión de la actual secretaria de Educación, Alejandrina Germán, lo que nos obliga a pensar que al igual que en años anteriores, se repite la historia de que otros 200 mil niños en edad de cursar la primaria, quedaron fuera de las aulas por esta causa, tomando en cuenta que en la pasada gestión hizo muy poco en este aspecto, y en lo que va esta, es poco lo que se podido hacer.
Según cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más de 120 millones de niños en edad escolar del nivel primario, no asisten a la escuela en todo el mundo cada año y más de 50 millones de niños no fueron registrados por sus `padres al nacer. En su último informe sobre la situación de la niñez en el mundo, la UNICEF informó que más de 100 millones de personas en todo el Planeta no saben ni leer ni escribir.
Cada gestión educativa ha lanzado su propio proyecto con miras a resolver unilateralmente los problemas de que adolece la educación pública del país. En 1992, arranca el Plan Decenal de Educación. Del 2003 al 2012, se proyecta el Plan Estratégico Desarrollo de la Educación Dominicana. Al comenzar el 2005, esta gestión promueve el Foro por la Excelencia de la Educación Dominicana.
Por lo visto, ninguno de estos proyectos cumplieron su cometido, los que continúan después de estos seguirán el mismo rumbo, porque los graves problemas de la educación pública del país, no se resolverán jamás con soluciones superficiales a corto plazo; la crisis que arrastra nuestro sistema educativo lleva más de 40 años.
Esto debe obligar a que el Gobierno, el empresariado y la sociedad en general, se unan en un pacto socio-económico para que en el área de la educación, por lo menos se invierta el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) por lo que le 2 por ciento del presupuesto actual que se aplica, no es más que una miseria para un país que ha declarado recientemente la educación como una prioridad nacional.
Conforme a las cifras de la Oficina de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, en su informe del año pasado 2005, nos asegura que “solo la mitad de los niños que entran al primer curso llega a cuarto de primaria, apenas el 22 por ciento completa el ciclo básico y tan sólo el 10 por ciento finaliza la secundaria.
Otras estimaciones sostienen que el porcentaje de escolaridad nacional no llega al quinto grado. En cambio, de cada 100 estudiantes que completa la secundaria, 13 entran a la universidad, pocos de los cuales concluyen los estudios académicos.
Al focalizar el problema de la deserción escolar, la educadora y psicóloga Rosario Espinal, enfatiza en que “la deserción escolar es mayor entre los varones que las hembras. En general, los estudiantes abandonan las aulas por dos razones fundamentales: La necesidad de integrarse al mercado laboral a temprana edad o el fracaso del la escuela para hacerse el aprendizaje atractivo y relevante.”
Rosario Espinal agregó que “las escuelas tienen su cuota de responsabilidad en la explicación de los altos índices de deserción. Pero en la sociedad dominicana existe también un mercado laboral adverso a la educación. Los bajos salarios mantienen en la pobreza a muchos padres que no pueden cumplir la función de proveedores. Esto empuja a muchos estudiantes al trabajo remunerado o la vida callejera.”
De su lado, Radhamés Mejía, vicerrector de la Universidad Católica Madre y Maestra, UCMM, al hablar sobre la realidad del sistema educativo dominicano, expresó que “hay una tremenda brecha entre los niños de las familias ricas y los niños de la s familias pobres, lo que le cierra oportunidades de rendimiento escolar a los más necesitados, por las limitaciones económicas que tienen sus padres.”
Mejía añadió que “la escuela pública a nivel primario, debe ser la mejor escuela del país, para que todos los niños, tanto los de las familias ricas como los de las familias más pobres socialicen juntos, y así puedan crecer en un ambiente de armonía y tolerancia, por el bien de nuestra sociedad.”
El también director del departamento de investigación académica de la UCMM argumentó que “la escuela pública se ha quedado con los niños que tienen menos capital social y cultural, los hijos de los más pobres, que provienen muchas veces de hogares destruidos. De familias separadas, otros son rechazador por la sociedad, hay que ayudar a esos niños.”
Aunque ya se cumplió el primer mes del inicio del nuevo año escolar 2006-2007, todavía persisten las quejas de los padres, estudiantes, profesores y entidades sociales de distintos puntos del país y de la Capital, sobre las denuncias de que un gran número de escuelas, no está en condiciones de estar impartiendo docencia por la falta de butacas, la falta de acondicionamiento de la planta física y otras carencias que persisten a pesar del informe de la Secretaría de Educación de que invirtió este año más de 157 millones de pesos para resolver estos problemas.
De todos modos, el 21 de agosto comenzó el año escolar con el anuncio de que más de 2 millones y medio de estudiantes ingresaron a las aulas, tanto en el sector público como el sector privado. La matrícula estudiantil de este año es muy parecida a la de los últimos 3 años lectivos con 1,958, 803 estudiantes que pertenecen al sector público y 573,143, al sector privado.
Revisando las estadísticas de años anteriores, nos damos cuenta que el sector privado aumentó en más de 100 mil estudiantes este año, mientras que el sector público alberga más del 80 por ciento de los estudiantes que entran a las aulas en la República Dominicana, lo que convierte el Estado en el proveedor número uno en el área de educación, aunque en los últimos años se haya aumentado el número de los colegios privados del país.
Con relación a la apertura del año escolar, el presidente Leonel Fernández, aseguró que “con el inicio del año escolar antes de la fecha acostumbrada, el gobierno persigue aprovechar más el tiempo para la formación de los estudiantes de las escuelas públicas y centros privados.”
Estimó que “la educación dominicana debe estar enfocada en cada joven, en cada niño para convertirlo en un mejor ciudadano para el futuro y que por encima de todo, hay que entender que la educación es un instrumento para elevar siempre la condición humana.”
En otro aspecto, sobre el año lectivo, la Secretaria de Educación, Alejandrina Germán, enumeró algunas de sus metas para este periodo como son: lograr un mayor cumplimiento en la jornada escolar, continuar la mejoría de la infraestructura, priorizar la potenciación de los centros educativos y la puesta en marcha de iniciativas puntuales en procura de reducir la deserción escolar y la repitencia.
Por otra parte, al observar la controversia entre la Secretaria de Educación, con los directores de los colegios privados que no iniciaron el año escolar en la fecha que había fijado el Consejo Nacional de Educación (CNE) nos indica que es tiempo de que el Ministerio de Educación introduzca los cambios que sean necesarios para acabar con los abusos que cada año cometen los dueños de colegios, que han convertido la educación en un gran negocio, en detrimento de los padres de los niños que asisten a esos centros educativos.
De nada vale decir, que en el área de educación la República Dominicana va rumbo a cumplir con uno de los Objetivos del Milenio que al 2015, todos los estudiantes de 10 a 14 años hayan completado el ciclo de educación básica, si la inversión requerida para estos fines, cerca de 810 millones de pesos apenas alcanzó 2 tercios. Este es el tiempo de ayudar a mejorar la educación pública en la República Dominicana, pero, para esto, hay que poner la casa en orden, si es que queremos que el sistema educativo avance.
2006-11-02 18:00:44